Ignacio Aso, CEO de IGNITE Copilot.

Ignacio Aso, CEO de IGNITE Copilot.

Startups ESPECIAL

IGNITE: la startup española que promueve la enseñanza de las STEM y empodera a los profesores con IA

La compañía que dirige Ignacio Aso ha creado IGNITE Copilot, una plataforma basada en inteligencia artificial diseñada para facilitar la planificación de clases y la evaluación del alumnado.

Más información: Así ayuda la alfabetización digital en las escuelas a cerrar la brecha de género en el ámbito laboral tecnológico

DISRUPTORES
Publicada

Cómo acercar las tecnologías digitales a las aulas es una de las asignaturas pendientes del sistema educativo desde hace años. Nadie duda de que la adopción de capacidades digitales es esencial para el futuro profesional de nuestros jóvenes. Por no hablar de que la tecnología puede ofrecer nuevas experiencias formativas inalcanzables si tan sólo se usa pizarra y tiza, no sólo para los alumnos: también puede ayudar a los propios profesores. Sin embargo, las barreras de adopción siguen siendo considerables en muchos casos.

Una lucha que enfrenta a diario IGNITE, una startup española que se ha consolidado como una de las iniciativas más activas en la integración de competencias STEM y metodologías digitales en la enseñanza. Tanto es así que, en 2024, su alcance superó los 30.000 estudiantes y docentes.

Para Ignacio Aso, CEO de la compañía, este crecimiento no ha sido casualidad, sino el resultado de una estrategia que combina innovación y pragmatismo. “La clave ha estado en combinar una visión clara de la educación del futuro con una metodología práctica y cercana a la realidad de las aulas”, explica en entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. “No basta con ofrecer herramientas tecnológicas; hay que asegurarse de que los docentes puedan integrarlas sin que supongan una carga adicional”.

Porque es la adopción por parte de los docentes el verdadero cuello de botella en estas lides: muchos profesores siguen percibiendo la tecnología educativa como una complicación más que como un apoyo real. Para contrarrestar esta impresión, IGNITE ha apostado por reducir esa brecha a través de programas diseñados para facilitar la transición: “Forjar alianzas con los propios profesores, con instituciones y empresas comprometidas con las nuevas competencias STEM ha sido clave para escalar de forma ágil y sostenible”.

Más allá del aula tradicional

Hasta aquí la teoría, pero ¿cómo se aplican estos conceptos en la práctica de un aula tradicional que busca digitalizarse? Desde IGNITE apuestan por tres elementos principales: la inteligencia artificial aplicada al aprendizaje, la analítica de datos y la gamificación estratégica.

La fusión de la IA con la realidad extendida puede transformar la experiencia educativa, haciendo que el aprendizaje sea más inmersivo y atractivo”, señala Aso. Pero la cuestión va más allá de la espectacularidad de la tecnología: la analítica de datos aplicada a la educación abre la puerta a una personalización real del aprendizaje.

La plataforma de IGNITE Copilot.

La plataforma de IGNITE Copilot.

Esta es una de las grandes tendencias en educación, el poder ajustar la enseñanza al ritmo de cada estudiante. Y ahí ese análisis de datos juega un rol extraordinario: “El reto no es solo recopilar datos, sino saber interpretarlos y convertirlos en herramientas útiles para los docentes”.

La tercera tendencia, la gamificación, no es nueva, pero sigue evolucionando. Su efectividad ya ha sido probada en múltiples estudios, pero su aplicación real en el aula sigue siendo irregular. “La gamificación bien aplicada puede marcar la diferencia entre una educación pasiva y una activa. No se trata solo de hacer el aprendizaje ‘divertido’, sino de generar una motivación sostenida”, defiende Ignacio Aso.

Empoderar al estudiante... y al profesor

Ignacio Aso está especialmente orgulloso de su proyecto IGNITE Serious Play, que busca integrar el aprendizaje STEM con habilidades como la comunicación y el pensamiento crítico.

“Nuestro modelo combina la rigurosidad de las disciplinas STEM con la creatividad y la resolución de problemas del mundo real. Además, no nos limitamos a impartir conocimientos técnicos: fomentamos el desarrollo de habilidades blandas—trabajo en equipo, comunicación efectiva y pensamiento crítico—que son fundamentales para el futuro de cualquier profesión. Este equilibrio entre competencias duras y blandas hace que nuestra propuesta sea más integral y atractiva”, explica.

Tampoco es desdeñable su inciativa Health Guardians 2030, un programa en colaboración con la Fundación Pfizer que ha involucrado a más de 25.000 alumnos en la resolución de problemas relacionados con la sostenibilidad y la salud. A diferencia de enfoques más teóricos, esta iniciativa busca situar a los estudiantes en contextos reales: “Durante cuatro meses, se convierten en ‘guardianes de la salud’ y trabajan en desafíos que reflejan problemas del mundo real”.

Pero el mayor logro de la compañía en términos de tecnología aplicada es IGNITE Copilot, una plataforma basada en inteligencia artificial diseñada para facilitar la planificación de clases y la evaluación del alumnado. Actualmente, más de 13.000 docentes en España y América Latina la utilizan.

Imagen de recurso de un aula en la que se enseña programación.

Imagen de recurso de un aula en la que se enseña programación.

“IGNITE Copilot permite diseñar actividades en minutos y adaptarlas a la normativa curricular de cada país o comunidad autónoma”, explica el CEO de la startup. Pero su impacto va más allá de la simple automatización de tareas: al integrarse con sistemas de evaluación, plantea una nueva forma de medir el aprendizaje, automatizada y optimizada para los nuevos tiempos.

Según los datos que manejan, un docente que utiliza IGNITE Copilot puede ahorrar hasta 10 horas semanales en planificación y corrección, tiempo que puede reinvertir en su propia formación, en nuevas propuestas educativas o en estar más pendiente del desarrollo de cada uno de sus estudiantes en el aula.

¿Significa eso que IGNITE quiera reemplazar el papel del docente? Ignacio Aso rechaza la mayor: “Entendemos la preocupación, pero la educación requiere empatía, sensibilidad y la capacidad de inspirar, cualidades intrínsecamente humanas. Lo que buscamos es reducir la carga administrativa de los docentes, permitiéndoles concentrarse en lo que mejor hacen: guiar, motivar y acompañar a los estudiantes”.

Expansión internacional

El crecimiento de IGNITE ha llevado a la startup a plantearse su expansión internacional, especialmente en países de habla hispana. “Estamos estableciendo alianzas estratégicas con el ámbito editorial educativo y adaptando nuestros contenidos a distintos contextos culturales”, adelanta Aso a este medio.

Pero el mayor reto, más allá de la expansión geográfica, es mantener el equilibrio entre innovación y consolidación. La educación evoluciona rápido, y las metodologías que hoy son pioneras pueden quedar obsoletas en pocos años. “Queremos asegurarnos de que nuestras herramientas no solo acompañen estos cambios, sino que los impulsen”, concluye el emprendedor.