Jaime Bañón, durante una charla en Abu Dabi.

Jaime Bañón, durante una charla en Abu Dabi.

Inversores

Jaime Bañón, de adolescente en la Guerra del Golfo a inversor de éxito en Abu Dabi: "Aquí también hay vendehúmos"

Este cántabro forma parte de un grupo de 'business angels' llamado Qora71 en un emirato con un 90% de expatriados y que está en plena expansión de su economía más allá del petróleo.

Más información: Una startup española en la 'jungla' inmobiliaria de Emiratos Árabes: la IA que evita 'pelotazos' urbanísticos

Abu Dabi (Emiratos Árabes)
Publicada

Es lo que tiene ser hijo de diplomático, que puede que un día despiertes en medio del desierto, lejos de tu Cantabria natal. Lo que a ojos de un niño era verde, agua y calma se ha convertido en arena y misiles que estallan demasiado cerca. Lo que era verde ahora es lo más parecido a un marrón. Aun así, Jaime Bañón recuerda su adolescencia en Abu Dabi (Emiratos Árabes), en plena Guerra del Golfo, como algo casi premonitorio.

Aquella primera vez en el país árabe fue por obligaciones familiares. Esta segunda, treinta años después, responde a una decisión profesional, aunque también ha llegado acompañado de los suyos.

Este inversor recibe a DISRUPTORES en Hub71, el principal ecosistema de startups de Abu Dabi que, a su vez, es sede también de Qora71, uno de los grupos de business angels internacionales más reconocidos del emirato.

De trato cercano y con un afán casi incontrolable de que quede claro todo lo que dice, Bañón sabe que está en el lugar donde tiene que estar como inversor. Por aquí pasan al año decenas y decenas de startups que buscan abrirse camino en el siempre complicado mundo de la tecnología.

En Abu Dabi saben estas startups que tienen una ventaja: si la idea es buena, el gobierno emiratí invierte y contribuye a su escalado. Lo saben bien, por ejemplo, empresas emergentes españolas como Bit2Me o eVoost, que sí han logrado su objetivo.

Pero en todo ecosistema startup, aunque sea uno con mucho impulso desde lo público, hace falta la figura del inversor privado. Y ahí entran grupos como Qora71, que también cuenta con el apoyo gubernamental a través de Hub71.

Y desde esta entidad es desde donde opera Bañón, que admite, eso sí, que "Qora71 es uno de los muchos grupos de inversores privados que hay en Abu Dabi, en nuestro caso llevamos un año funcionando".

Es tiempo suficiente para reflexionar sobre varias cuestiones idiosincráticas del país en el que ahora vive y del entorno empresarial por el que ahora transita. "Hace 30 años aquí ya había el mismo pensamiento. Es una sociedad que entiende que viene de un sitio y que quiere avanzar hacia otro, que coge esa visión a largo plazo y que apuesta por ello. Están dando saltos para empezar a depender menos del petróleo. Y eso curiosamente ya lo leía hace 33 años cuando estábamos viviendo aquí", resume.

La consecuencia de lo anterior, enfatiza Bañón, es que el 90% de los residentes en Abu Dabi son expatriados.

"Aquí ha habido una llegada masiva de talento tanto de Ucrania como de Rusia, por ejemplo. ¿Por qué? Este país se ve como un cono de estabilidad, un punto donde la gente está cómoda, que viene a trabajar, que se siente a gusto, que frente a los problemas que puede haber en sus países de origen, aquí están cómodos", argumenta.

Y todo eso se traduce en la presencia masiva de talento tecnológico. Ahora bien, conviene ir con cuidado, sobre todo, a los ojos de una persona que quiere apostar su dinero en una idea aparentemente prometedora.

"En Qora71 queremos gente a la que no se le vea la etiqueta de 'emprendedor de manual'".

Momento, pues, para acercarnos a lo que hace interesante una startup para Jaime Bañón en el contexto de Abu Dabi. "Queremos gente a los que, de primeras, no pondrías la etiqueta de emprendedor de manual, sino a los que en muchos casos llevan a sus empresas al éxito de las formas menos esperadas, a los que vienen de algo totalmente diferente y que dicen: 'He encontrado solución a este puntito de aquí que duele, que me duele a mí y por tanto les puede doler a otros'.

¿Y lo que no le gusta? "Mis mayores frustraciones con startups o decepciones han venido por gente que sobre sobrevende. Aquí también hay mucho humo. En Emiratos viene mucha gente atraída porque oye cantos de sirena. Porque dice: 'Oye, aquí voy y pillo cacho seguro'. Y hay mucho, mucho, mucho vendehúmos", explica.

No parece que entre en este grupo la española eVoost. "Es un proyecto con un equipo que mezcla muy bien la industria inmobiliaria, con la parte de tecnología. Y entiende que hay un hueco en esa industria y que la encaja muy bien. En el poco tiempo que lleva, han conseguido unos resultados espectaculares", presume el inversor.

Bañón sabe lo que es estar al otro lado. Él mismo fundó y vendió una startup en 2021, momento en el que decidió dar el salto al universo de los business angels. Empezó en nuestro país, "cuando el mercado español todavía no estaba floreciendo como hoy en día".

Estableciendo comparaciones entre ambos mundos, el inversor cántabro remarca que "el talento que tenemos en España es igual de bueno o mejor que lo que lo que encuentro aquí". En materia de financiación, añade que "sufrí la falta de financiación en su momento, lo difícil que era para los proyectos levantar capital; hoy las valoraciones en el mercado español siguen siendo bajas, pero en aquella época aún lo eran más".

Tras ese periplo en España llegó el momento de cambiar. Justo al lado del rascacielos donde están las oficinas de Qora71 está el hospital Cleveland, centro sanitario donde trabaja su pareja. Cuando culminaron con éxito las conversaciones para firmar ese contrato en el sector de la salud y el traslado estaba decidido, Bañón empezó sus propias conversaciones.

"Invertimos en fundadores. Creemos más en el fundador que en el sector del fundador".

"Pregunté a mis amigos de aquella época dónde estaban aquí las startups, dónde se movía todo y me dijeron: 'Vete a Hub71'", reconoce ahora.

Ya en Qora71 "me dijeron que les interesaba alguien que pudiera guiar a las startups, que hubiera tenido el recorrido ya completo, que hubiera pasado por crear una, que hubiera pasado por altos y bajos, que hubiera pasado por una venta, que también estuviera metido en el mundo inversor… y les encajó mi perfil".

Bañón admite que cuando toca invertir en una empresa española, como es ahora el caso de eVoost -la única de nuestro país invertida por Qora71-, "toca más el corazón", pero al fin y al cabo "la realidad es que, de las inversiones que hacemos en general, vienen de todas partes".

Qora71 y Jaime Bañón tienen otra característica: "Somos agnósticos a propósito. Nos gusta invertir en fundadores. Creemos mucho más en el fundador que en el sector del fundador. O sea, nos atrae mucho más el perfil de la persona que la idea de negocio que el sector de donde venga, aunque es verdad que ahora mismo en esta zona del mundo está habiendo una apuesta enorme por la IA".

Se marcha Bañón con la mochila colgada en su hombro derecho, campechano, hablando con unos y con otros. Riendo casi siempre. Quiere demostrar en Abu Dabi que tiene buen ojo para las startups. De momento, no parece que le esté yendo mal.