Marcos Martín, el inversor con alma de 'startupero' en el paraíso del emprendimiento

¿Qué lleva a un ingeniero de montes que flirteó con el sector público a vivir en el paraíso? ¿Qué significa 'decelerar' startups? ¿Existen realmente los inversores con alma de emprendedor? ¿Es el propósito un motor vital y profesional de quienes están llamados a liderar los grandes cambios?

La trayectoria de Marcos Martín responde a estas y muchas otras preguntas que emanan de su perfil precursor; el de alguien que discurre fuera del carril, pero donde todo apunta hacia un nexo común; un nodo desde el que todo nace y al que todo regresa: Menorca.

El fundador y Managing Partner de Decelera Ventures encarna un caso paradigmático de cómo el ecosistema emprendedor español ha ido ganado personalidad y señas de identidad propias en la última década hasta dotar a la economía de la competitividad imprescindible para sobrevivir en un mundo cada día más interconectado y tecnológico.

Marisol Santana, el ojo avizor de la inversión que alerta a las startups de los problemas que (aún) no ven

Como todo impulsor de un nuevo tiempo, es difícil durante el camino percatarse de los obstáculos que se van rompiendo, de las puertas que se van abriendo para que otros las atraviesen. De repente, un buen día, el cambio es una realidad y ya nada vuelve a ser lo mismo.

El inversor debió sentir algo similar cuando Decelera Ventures echó a andar como gestora de capital riesgo con aquel primer fondo de 38 millones de euros en 2022 y 2023, unos años en los que hacer fundraising era sólo para valientes.

Entonces todo cobró sentido; su apuesta por la Ingeniería de Montes; su temprana incursión en el emprendimiento; sus viajes durante años por el mundo y el porqué de aquella conexión especial con Menorca cada vez que bajaba del avión en busca de la paz que sólo brinda el paraíso. 

Marcos Martín nació en Valladolid en el seno de una familia con una sólida trayectoria empresarial. La Ingeniería de Montes fue su elección universitaria, pero pronto el virus del emprendimiento entró en contacto con su organismo con pretensión de extender rápidamente la infección.

Marcos Martín, 'founder' de Decelera Ventures.

Ni tan siquiera la posibilidad de tener 'un buen trabajo de por vida' sería suficiente para acabar con aquel germen que ya campaba a sus anchas por su cuerpo y su mente.

En una España donde ser funcionario era la máxima aspiración para muchos jóvenes -lo sigue siendo en la actualidad, aunque el emprendimiento va avanzando poco a poco entre las opciones laborales de las nuevas generaciones-, Martín apostó por dar el salto al vacío.

Durante tres años trabajó para el sector público, pero aquello no terminaba de encajar con su visión de futuro. "Me di cuenta de que no era ese tipo de animal". Del grupo de amigos de la universidad reconoce que todos son funcionarios, salvo él y otro compañero.

Mientras su amigos iniciaban una vida de estabilidad y rutinas establecidas, Marcos abría una etapa apasionante -y arriesgada- de crecimiento personal y profesional de la mano del sector maderero y el emprendimiento, un concepto desconocido, incomprensible e inédito por aquel entonces para la mayoría.

Menorca, punto neurálgico

Su apuesta le llevaría a viajar por África y Latinoamérica -especialmente México-, al tiempo que desarrollaba otras actividades como ejercer de consultor de la FAO -la agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre-.

El conocimiento y experiencias adquiridas por todo el mundo dieron pie un poco más adelante a la puesta en marcha junto a un socio de una sociedad centrada en el sector de las energías renovables, periodo que también le reportaría grandes satisfacciones.

Cuando llegó el momento de echar raíces, de pausar la frenética vida pegada a una maleta en que se había convertido su día a día, Menorca fue la elegida.

"Tenía que ser un lugar especial; uno que reuniera las características, la esencia de todos los lugares por los que había estado viajando", reconoce en la conversación mantenida con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL.

"La sensación que siempre he tenido al llegar a Menorca de alguno de mis viajes y bajar del avión no es comparable con nada. Es un proceso químico cerebral que invita a la desconexión"

Marcos y su mujer apostaron por Menorca, en una fase de su proyecto vital y profesional que discurrió a caballo entre Madrid y la isla, y que ejerció como prólogo de lo que en la actualidad es Decelera Ventures.

"Al nacer mis hijos nos establecemos definitivamente en Menorca. La sensación que siempre he tenido al llegar a la isla de alguno de mis viajes y bajar del avión no es comparable con nada. Esa desconexión, ese proceso químico cerebral que se activa es único".

Corría el año 2012 y el emprendedor, con la isla como punto neurálgico de todo y su mochila cargada de vivencias previas, comenzó -casi como una evolución natural del momento y el lugar en el que se encontraba- a adentrarse en el sector tecnológico e innovador del momento.

"En la isla había por aquel entonces personas muy interesantes relacionadas con la tecnología. Yo tengo conexiones con San Francisco y pensé en cómo aportar algo, cómo conectar gente de aquí y de allá". La génesis de Decelera Ventures estaba en marcha.

La génesis de Decelera Ventures

No se equivocó. Aquella pasión incipiente por el sector tecnológico propició un primer evento en 2015 -entonces conocido como Menorca Millennials- que fue creciendo y redefiniéndose en los años venideros hasta que Marcos y su equipo dieron con el modelo de negocio idóneo para una propuesta única en el ecosistema emprendedor actual.

Y, en su caso, el contenido ha sido siempre tan importante como el continente: Menorca era y es la piedra angular de su proyecto de 'deceleración'.

Marcos Martín en uno de los programas inmersivos con emprendedores de Decelera Ventures en Menorca.

"Cogimos las mejores ideas de todos los modelos de aceleración, incubación, venture builder, etc, que existía y de la coctelera salió una 'deceleradora' de startups", puntualiza.

El resultado es un programa inmersivo 24/7 en un paraíso como Menorca durante 10 días "en el que se cuidan tanto los KPI como a los fundadores", "donde tu cerebro desconecta de la rutina diaria, los emprendedores se convierten en los experience makers y se produce algo mágico".

'Tickets' de entre 150.000 y 300.000 euros

Marcos Martín y su equipo convinieron en que ofrecían una visión 360 grados para el emprendedor, con herramientas para no sólo cuidar las métricas sino también a los propios fundadores -la meditación, la salud mental y el crecimiento personal son conceptos que ahora se vinculan más al emprendimiento, pero no en los orígenes de la propuesta de Decelera-.

Tan sólo faltaba la pata de la inversión. De hecho, fueron los propios emprendedores los que pusieron en la pista a Marcos Martín sobre cómo lograr la cuadratura del círculo. "Nos dijeron que si, además de todo lo que les ofrecíamos, invertíamos en ellos, sería un sueño".

"Tras la inmersión de 10 días invertimos 'tickets' de entrada de entre 150.000 y 300.000 euros en los equipos donde hemos visto que podemos aportar valor"

Dicho y hecho. "Hoy somos un fondo de venture capital early stage con un programa totalmente gratuito donde seleccionamos entre 20 y 25 compañías cada año para llevárnoslas a un paraíso como Menorca".

"Tras la inmersión de diez días, invertimos tickets de entrada de entre 150.000 y 300.000 euros en aquellos equipos donde hemos visto que podemos aportar valor y a los que también les hemos gustado", argumenta Martín.

Instinto más 'data driven': su punto fuerte 

Como inversor, Marcos Martín alcanza ese punto medio -donde dicen reside la virtud- entre el instinto y el equilibrio que exigen las métricas. "Soy un inversor muy de instinto y eso lo corrijo con que Decelera es uno de los fondos más data driven que hay en la actualidad", reconoce.

"El equipo es algo absolutamente esencial, que me trasmitan ese punto de ambición/locura para convercerte de que van a hacer lo que sea para sacar ese proyecto adelante. Necesito, además, ver el propósito con claridad".

Su experiencia previa como emprendedor le permite ahora ponerse fácilmente en la piel de los founders: "Cuando te levantas por las mañanas, el motor de todo es el propósito. Eso de he verlo desde el principio".

Pero ¿y en los consejos de administración? ¿Cuál es el Martín que aflora?: "Me inclino mucho más por ayudar a los emprendedores que en analizar las métricas, que también son importantes; pero, en mi caso, me gusta más posicionarse como un cuarto founder".

"Me inclino mucho más por ayudar a los emprendedores que en analizar las métricas, que también son importantes; pero, en mi caso, me gusta más posicionarme como un cuarto 'founder'"

Martín asegura tener gorra de emprendedor y "cuando me pongo la de inversor aviso", advierte. "Pero estoy absolutamente convencido de que la única forma de lograr el éxito es empujar y proteger a los founders; ellos lo son todo".

Ese vínculo tan especial inversor-equipos le dificulta mucho señalar qué proyectos emprendedores en los que ha participado han sido especiales durante su trayectoria. "Es como decirle a un padre a cuál de sus hijos quiere más", se lamenta con una sonrisa irónica ante nuestra pregunta.

Sin embargo, dos nombres vienen por diversos motivos a su mente. Uno de ellos es Electronic ID, liderado por Iván Nabalón. Se nota en su rostro la nostalgia del trabajo bien hecho en estos años y cómo en esta iniciativa parecen confluir todas las señas de identidad de Decelera.

"Es la primera compañía en la que invertimos siguiendo la tesis de aportar capital a un equipo muy serio, con una experiencia muy enriquecedora, que además nos dio un retorno buenísimo al venderla, y donde hoy Iván es inversor de Decelera. De alguna forma, hemos cerrado el círculo con él", reconoce con orgullo.

El análisis de sangre que detecta cinco tipos de cáncer gracias a algoritmos que aprenden a localizar patrones patológicos

El mismo sentimiento se percibe cuando nombra al segundo proyecto elegido: Flomics. Se trata de una biotecnológica que, precisamente esta misma semana, anunciaba un avance en sus estudios para la detección temprana de hasta cinco tipos de cáncer con sólo un análisis de sangre, como publicamos en DISRUPTORES - EL ESPAÑOL este pasado 31 de enero.

"Están trabajando en algo que nos puede cambiar la vida a todos; una superdetección temprana de cáncer con biomacadores de ARN, un proyecto súper ambicioso", apunta Martín.

Difícil cuantificar a cuántas personas Decelera Ventures ha cambiado la vida. Y a cuántas más lo hará en el futuro. Con gorra de emprendedor o de inversor. Eso, al fin y al cabo, es ya lo de menos.