Una caseta de vigilancia equipada con un equipo de sensores en Ibiza.

Una caseta de vigilancia equipada con un equipo de sensores en Ibiza.

Baleares

Un 'Gran Hermano' por partida doble en las playas de Ibiza para afinar al máximo la gestión de aglomeraciones

La zona de Ses Salines cuenta desde este mes con dos tecnologías diferentes para medir aforos, algo insólito en el resto del país: cámaras inteligentes y sensores.

Más información: El gemelo digital llega a las playas de Baleares: de la gestión de aforos a la asistencia médica

J. A.
Publicada

Allá por el año 2022, en plena época de recuperación paulatina del pulso turístico tras la pandemia, comenzaron a aflorar proyectos tecnológicos relacionados con la búsqueda de una optimización de espacios, pensando también en una mejor gestión medioambiental en nuestras playas.

Fue entonces cuando una convocatoria de Red.es llamada 'Destinos turísticos inteligentes' dio como resultado el desarrollo de varios proyectos que fueron apareciendo a lo largo y ancho de la península y de las islas.

Uno de ellos fue en Ibiza (Baleares), la isla turística por excelencia en nuestro país. En aquella ocasión, el Consell de Ibiza -institución asimilable a una Diputación-, en colaboración con Vodafone y Kapsch, levantaron un proyecto en varias fases.

La primera de ellas fue la instalación de cámaras en las principales playas de la isla que contaban con un sofisticado sistema de control de afluencia y dotadas de un potente software que permitía detectar elementos hasta en 100 metros de línea de costa por cámara, dependiendo de las características de la playa.

Por tanto, estaban pensadas para ser capaces de detectar qué zonas están siendo ocupadas y las que están libres y calculan el porcentaje de ocupación en tiempo real.

Si bien es cierto que algunas voces alertaron de algunas imprecisiones al respecto, no lo es menos que a día de hoy siguen funcionando con normalidad.

Lo novedoso ahora es que esta tecnología de control de aforo no va a ser la única que va a estar en funcionamiento. Pocas playas podrán presumir en España de tener un doble sistema de conteo de aforos y una de ellas va a ser la de Ses Salines.

Esta playa es una de las más visitadas por los turistas que llegan a Ibiza y, por tanto, las aglomeraciones están a la orden del día. De esta forma, tanto para el visitante que quiere saber qué grado de ocupación tiene la playa como para las autoridades para gestionar servicios dependiendo de ese grado de ocupación, tener un doble control no parece una mala idea.

Tras aquel proyecto inicial del Consell de Ibiza, llega ahora el gobierno balear para desplegar un innovador sistema de sensores inteligentes que permitirá medir el empleo en tiempo real, optimizar recursos, mejorar la experiencia de quienes visitan la isla y proteger un entorno natural único.

La iniciativa se enmarca en el Territorio Balear Inteligente, la hoja de ruta del gobierno autonómico para aplicar la tecnología al servicio del bienestar ciudadano y la sostenibilidad.

El proyecto, impulsado por la Agencia Balear de Digitalización, Ciberseguridad y Telecomunicaciones (IB Digital), convierte a Ses Salines en un escenario pionero de pruebas para la gestión inteligente del litoral.

Considerada como una de las playas más emblemáticas y concurridas de Ibiza, su valor medioambiental y atractivo turístico la convierten en un lugar estratégico para testar tecnologías que permitan compatibilizar la alta demanda turística con la conservación del medio natural.

Los nuevos sensores funcionan como una "oreja digital": detectan de forma anónima la señal que emiten los teléfonos móviles al buscar redes Wi-Fi, sin conectarse a los dispositivos ni almacenar datos personales. Esta información, tratada de forma agregada, permite calcular cuántas personas hay en la playa, cómo se mueven y cuáles son las horas de mayor afluencia.

Se trata de una tecnología que cumple estrictamente con todas las normativas de protección de datos y que, gracias a su carácter no intrusivo, puede operar las 24 horas del día. Esto permite gestionar mejor los flujos de visitantes, mejorar la seguridad, planificar recursos y ofrecer una experiencia más cómoda tanto a residentes como a turistas.

"El Territorio Balear Inteligente es nuestra apuesta por aplicar la tecnología a la gestión del territorio con un objetivo claro: mejorar la vida de nuestros ciudadanos y la experiencia de quienes nos visitan, protegiendo a la vez nuestros espacios naturales", ha explicado el gerente de IB Digital, Miquel Cardona.

"No es casualidad"

"Que Ses Salines sea escenario de este piloto no es casualidad: es uno de los espacios más emblemáticos y con mayor afluencia de Ibiza, y un sitio idóneo para demostrar que podemos conjugar turismo y sostenibilidad. Este piloto es un paso más hacia una gestión turística basada en datos, que nos permitirá anticipar problemas y tomar mejores decisiones", añade Cardona.

Pero vayamos al doble control de aforo mediante dos tecnologías diferentes. ¿Qué puede implicar la recolección de tantos datos? Responden desde el gobierno autonómico que estamos ante un ejemplo de "colaboración institucional".

Los sensores del gobierno autonómico, dicen las mismas fuentes, "complementan a los que ya instaló el Consell Insular de Ibiza a raíz de la convocatoria de Red.es para el desarrollo de Destinos Turísticos Inteligentes".

El objetivo, remarcan, es "testar cómo se combinan ambas tecnologías para afinar al máximo las mediciones de aforo en tiempo real".

"Este proyecto demuestra que la colaboración entre administraciones funciona", ha señalado el director insular de Nuevas Tecnologías del Consell Insular de Ibiza, Javier Torres. "Uniendo esfuerzos y tecnologías conseguimos una medición más precisa del empleo de nuestras playas y podemos gestionar mejor tanto la presión turística como los recursos. Es un ejemplo de cómo la innovación repercute directamente en la calidad de vida de la ciudadanía y en la imagen de Ibiza como destino", ha explicado.

Los datos recogidos se cruzarán con estadísticas históricas de telefonía móvil para calibrar ambos sistemas y aumentar la fiabilidad de las estimaciones, proporcionando una radiografía precisa de la ocupación y mejorando la gestión de uno de los espacios naturales más importantes de la isla.

Si los resultados confirman la eficacia del sistema, el gobierno de Baleares y el Consell Insular de Ibiza prevén extender esta tecnología a otras playas y espacios naturales de la isla.