
Dispositivos que pueden funcionar gracias al IoT.
El despliegue masivo y los casos de uso elevan el potencial del IoT en Galicia y el País Vasco
En territorio vasco se prevé alcanzar el 90% del territorio en 2028, mientras que la Xunta gallega destaca por sus proyectos, centrados en prevención de catástrofes naturales o control de mareas.
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Estrategia y casos de uso. Esas son las dos patas de un sector, el del internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), muy introducido ya en nuestras vidas –casi siempre de forma invisible- pero que aún cuenta con mucho potencial.
Y, si no, que se lo digan a regiones como el País Vasco o Galicia, que recientemente han presentado sendas evidencias de que se trata de una tecnología con mucho margen de crecimiento.
En el caso del territorio vasco, además de contar, como es lógico, con casos de uso, se da mucha importancia a la estrategia. Hace unos días, el gobierno regional presentó un proyecto de despliegue masivo de la red IoT.
Esta red pública de comunicaciones de Itelazpi –sociedad pública de telecomunicaciones-, permite recoger información para la toma de decisiones basada en datos, y está compuesta por los siguientes elementos: los sensores, que generan y transmiten los datos; la red de antenas, que cuenta con la doble función de proporcionar cobertura y transportar los datos; y el software, que recibe los datos y permite su explotación.
Itelazpi proporciona a las administraciones públicas la red que da cobertura al proyecto mediante el despliegue de nuevos puntos de cobertura (antenas) que permiten transportar los datos para que éstos lleguen a su destino final. Las entidades públicas, por su parte, son las encargadas de la instalación de los sensores y del desarrollo del software, según sus necesidades.
Itelazpi comenzó a desplegar la estrategia de implantación de la red IoT, basada en tecnología LoRaWAN en 2018. A lo largo del 2020 se realizaron distintos proyectos piloto con los Consorcios de Aguas Bilbao Bizkaia y Gipuzkoako Urak para la digitalización de la lectura de los contadores de agua mediante el uso de sensores y en 2021 se comenzó un despliegue de red mayor. Actualmente, la cobertura de red es del 68% con 210.654 sensores conectados y con 362 puntos de cobertura. De ellos, 39 en Álava, 176 en Vizcaya y 147 en Guipúzcoa.
El objetivo durante esta legislatura es el despliegue masivo de la red IoT pública, para lograr una red integral, de alta densidad y equilibrada entre los tres territorios. Así las cosas, para el 2028, se prevé alcanzar una cobertura de red del 90% en el País Vasco con 500 puntos de cobertura y más de 300.000 sensores conectados, con el objetivo de impulsar la digitalización de los procesos de gestión pública a todos los niveles de la administración para una mayor eficiencia, mediante el uso de una infraestructura de comunicación pública que dé respuesta a las necesidades de las administraciones y el conjunto de la sociedad.
La consejera de Administración Digital, Maria Ubarretxena, ha calificado el proyecto de "proyecto de país, una apuesta estratégica que va a situar a Euskadi a la vanguardia a nivel europeo en el despliegue de la red IoT".
Será una red totalmente pública que "nos va a permitir promover una gestión más eficiente, en clave de prevención, sostenibilidad y conservación del medio ambiente, y mejorar la calidad de vida de las personas", ha destacado.
El objetivo desde el inicio ha sido implantar una única red IoT pública al servicio de toda la administración; actualmente se está colaborando con 36 municipios vascos y 15 entidades públicas, con diferentes casos de uso ya en desarrollo, entre ellos, el control de temperatura, eficiencia energética y confort en las viviendas de Alokabide en los municipios de Arrasate y Amurrio; el sistema de detección temprana de incendios en contendedores en Getxo y el despliegue de contadores de agua inteligentes de los Consorcios de Agua, que sin duda está siendo la killer aplication; la red IoT busca ser un apoyo para que los municipios puedan desarrollar proyectos de Smart City.
Además de la digitalización de los contadores de aguas que permite no solo la lectura a distancia de los contadores, sino también controlar todo el ciclo del agua y detectar posibles fugas, actualmente están en desarrollo nuevos casos de uso como el control de llenado de contenedores, la detección temprana de incendios, la localización de cabezas de ganado y vallado virtual de las zonas de pasto mediante collares con sensores o la detección de incendios en contenedores. Todos estos proyectos tienen gran relevancia desde el punto de vista preventivo y de la conservación del medio ambiente, más si cabe ante el reto del cambio climático.
Más allá de los casos en uso, esta red cuenta con una gran potencialidad e innumerables aplicaciones, según necesidades concretas: control de la entrada de camiones a polígonos industriales; control de las zonas de bajas emisiones; medidas de eficiencia energética, de ruido, de calidad del aire; gestión inteligente del alumbrado; optimización de rutas de recogida de basuras; control de aparcamiento para el redireccionamiento del tráfico, detección de malos usos o el control de tiempo de estacionamiento; control de zonas y elementos inundables; control de accesos, aforos e influencia de personas (desde el punto de vista de la seguridad, el turismo, el comercio…); control de plagas o el mantenimiento de infraestructuras como escaleras, rampas y ascensores.
Pero si hablamos de casos de uso, tenemos que dirigir también la mirada a Galicia. Allí, Retegal (la sociedad pública de telecomunicaciones en territorio gallego) y la Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia (AMTEGA) han puesto en marcha la segunda fase del proyecto de implantación de la red gallega de internet de las cosas (iCousas), que tiene como objetivo la adopción de soluciones concretas basadas en esta tecnología, de acuerdo con las necesidades de las diferentes consejerías de la Xunta de Galicia.
Proteger el territorio
Entre otros aspectos, la red, que ya está operativa, permite aplicar técnicas de prevención basadas en la gestión inteligente de los datos para proteger el territorio y asegurar el bienestar de la ciudadanía frente a riesgos físicos, químicos o daños en situaciones de amenaza.
Esta plataforma evita la dispersión de información de sensorización en bases de datos diferentes y no accesibles por el resto de organismos públicos autonómicos.
Las consejerías disponen ya de un catálogo de usos que están disponibles, con estimaciones de necesidades y costes. Entre estos usos se encuentran los relacionados con la prevención de catástrofes naturales, como las mediciones de los niveles de agua o las mareas, o la lucha contra los incendios.
También recoge usos relacionados con la planificación y gestión de recursos turísticos, como el Camino de Santiago o los espacios naturales. El control de movilidad combina capturas de imágenes en tiempo real con análisis de datos avanzados, que permite contar las personas que se encuentran o transitan por algún lugar.
La recopilación y análisis de estos datos proporcionan información valiosa para la planificación y gestión de recursos turísticos. Además, la red, mediante el uso combinado con la inteligencia artificial, permite la gestión de multitudes mediante cámaras, con utilidades relacionadas con la planificación de eventos.
La red tiene también utilidades relacionadas con el bienestar y seguridad de las personas mayores o que requieran de una atención especial, como la monitorización de hábitos de salud, la teleasistencia o la geolocalización.
Además de sistemas para monitorizar el ambiente, las explotaciones agrarias y ganaderas o gestionar concentraciones de personas, la red iCousas permite controlar edificios e infraestructuras públicas en lo que se refiere a condiciones de confort, eficiencia energética, iluminación, consumo de agua, vigilancia de niveles de radón, seguridad, control de acceso, etc.
El despliegue actual tiene capacidad para integrar 42.000 sensores en la mayor parte del territorio, pero la red está preparada para acoger hasta 300.000 dispositivos. Los datos proporcionados por los sensores se integran en una plataforma con capacidades de procesamiento y están disponibles para su integración en otros sistemas o para su visualización web de software libre.