
Firma del convenio entre el gobierno balear con la universidad pública de la región para el proyecto de IoT.
El IoT impone su ley en ámbitos como la naturaleza y la construcción: los ejemplos de Baleares y Valencia
El gobierno del archipiélago balear firma un convenio con la UIB para desarrollar seis iniciativas diferentes de sensorización en varios parajes y el Ayuntamiento valenciano controlará la salud de los edificios mediante esta tecnología.
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El internet de las cosas es una tecnología que ya está totalmente implantada y normalizada en entornos industriales o agrícolas. A nadie le extraña ya ver cómo determinados parámetros pueden ser controlados y monitorizados a distancia.
Pero a medida que se expanden los casos de uso, la cosa se va complicando, lo cual quiere decir que cada vez las prestaciones y aplicaciones de esta tecnología son más y más interesantes.
Dos ejemplos recientes de lo comentado son el gobierno de Baleares y el Ayuntamiento de Valencia, dos administraciones que quieren explorar usos disruptivos para el IoT con la intención de escalarlos dentro de ámbitos como la naturaleza o el sector de la construcción.
En el caso balear, la Agencia Balear de Digitalización, Ciberseguridad y Telecomunicaciones (IB Digital) ha firmado con la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y la Fundación Universidad Empresa (FUEIB) un convenio de colaboración científico-técnica para reforzar el laboratorio tecnológico avanzado IoTIB, con el objetivo de desplegar en las Islas Baleares las tecnologías innovadoras basadas en internet.
Este acuerdo responde a la apuesta del gobierno por avanzar hacia un territorio balear "inteligente, donde la toma de decisiones estratégicas se base en datos fiables y en tiempo real, en lugar de percepciones subjetivas", explican fuentes autonómicas.
El nuevo laboratorio ofrecerá a investigadores y grupos de la UIB la oportunidad de presentar sus propuestas y testar soluciones tecnológicas innovadoras en proyectos de sensorización del medio natural.
Esta iniciativa permitirá desarrollar y ejecutar diferentes proyectos clave para intentar convertir a las Islas Baleares en un referente en la digitalización de espacios naturales, mejorando la gestión de los recursos y promoviendo un territorio más sostenible e inteligente.
Concretamente, las primeras seis iniciativas son el despliegue de estaciones para sensorizar el Paraje Natural de la Isla de Mallorca, la detección de uso de boyas de amarre, la medición del nivel de agua en los depósitos de almacenamiento para la extinción de incendios, el despliegue de sistemas para medir la conductividad de la red, caudal en pozos de abastecimiento.
Estas iniciativas se unen a las que ya estaban trabajando sobre el control de aforo en playas y el control de ocupación de parkings de espacios naturales.
Las propuestas se presentaron el pasado viernes y esta semana se realizará la selección para cada uno de los retos, que se iniciarán el lunes 10 de marzo. Todos ellos deben estar terminados en diciembre de 2025, para presentar los resultados en enero de 2026.
Estas medidas, que supondrán una inversión total de 1,1 millones de euros, permitirán testar medidas y obtener datos en tiempo real para aumentar la gestión y la sostenibilidad del territorio.
Además, se enmarcan dentro de la estrategia del gobierno de las Islas Baleares de llegar a un territorio balear inteligente, sumándose a otros proyectos como la extensión de la red TetraIB, que ayuda a maximizar la cobertura para mejorar la eficiencia en situaciones de emergencia, o también con el gemelo digital de Baleares, que con una inversión de más de 4 millones de millones de euros.
El convenio firmado contempla que IB Digital permita una conexión con el servidor de la red IoTIB para impulsar la colaboración con los clusters de datos y favorecer el uso académico y experimental de la red IoTIB.
Por su parte, la UIB se consolida como el socio perfecto para ampliar el conocimiento en IoT orientado a espacios naturales, impulsando la realización de proyectos piloto con impacto real y todos ellos participados por estudiantes en formación y colaboración con otros grupos de investigación y laboratorios avanzados, así como con centros de formación profesional.
Y de Baleares a Valencia. En este caso, el sector de la construcción es el principal beneficiario de un proyecto piloto que ya está en marcha.
IoT en el sector de la construcción
La salud de una construcción ya puede ser monitorizada con unos sensores que se han instalado, de forma pionera, en el edificio municipal de Las Naves "para testar el sistema y valorar su futura aplicación en otros inmuebles con el fin de prevenir y evitar posibles daños estructurales".
Lo ha anunciado recientemente la concejala de la concejala de Innovación y Captación de Inversiones, Paula Llobet, quien ha explicado que "este avance tecnológico, desarrollado por la compañía valenciana EMAC Grupo, representa un hito en el mundo de la ingeniería y su implantación en Las Naves subraya el compromiso de la ciudad con la innovación como un medio para conseguir unas ciudades más inteligentes".
El mencionado sistema, denominado Building Eye system (BES), detecta y envía datos en tiempo real sobre el estado y comportamiento de las juntas estructurales del inmueble, como movimientos estructurales, temperaturas, humedad relativa, inclinaciones y vibraciones. En el caso de Las Naves se han instalado en las cuatro pasarelas del edificio.
Paula Llobet ha recordado que la compañía valenciana EMAC Grupo ha desenrollado el sistema, que también optimiza recursos, reduciendo la necesidad de reparaciones costosas e imprevistas, después de cuatro años de investigación junto a la Universidad Politécnica de Valencia y con el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad a través de València Innovation Capital, una iniciativa que busca impulsar un modelo de gobernanza basado en la innovación que mejora la vida de las personas.
BuildingEye system (BES) es el primer sistema de medición de juntas estructurales que utiliza tecnología del Internet de las Cosas (IoT) para crear un gemelo digital del edificio, proporcionando un histórico de datos sobre su comportamiento.
Esta información se registra en un nodo central que envía la información a la plataforma digital BuildingEye System que crea un gemelo digital del edificio. Esta representación virtual está compuesta por gráficas de los parámetros medidos, un modelo 3D del edificio y alertas cuando se supera cualquier umbral establecido en cada punto de medida.