Una de las recreaciones de tecnología militar exhibidas en una feria especializada.

Una de las recreaciones de tecnología militar exhibidas en una feria especializada.

Autonomías 4.0

El mapa de la tecnología militar española en 2024: una oportunidad histórica a través de la inversión europea

El año comienza con una inyección de 175 millones de la UE para fondos que inviertan en empresas innovadoras en defensa, algo que podría potenciar a los seis grandes polos regionales e incluso crear nuevos.

27 enero, 2024 02:00

Cantabria, Asturias, Galicia, Andalucía, Murcia y Navarra, por diversos motivos, pueden considerarse como las principales referencias geográficas de la innovación aplicada a la industria militar o de defensa.

Algunos de estos hubs están consolidados y otros viven una fase inicial de crecimiento o se benefician de su potencial tecnológico para mejorar su posicionamiento en el sector.

El año 2024 será un año clave tanto para ellos como para todas las regiones que quieran asomar la cabeza en un ámbito sobre el que los poderes públicos mundiales están incrementando sus esfuerzos económicos.

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Y es que, dado el contexto geopolítico actual, además de los mencionados esfuerzos por elevar los presupuestos militares, instituciones como la Comisión Europea y el Fondo Europeo de Inversiones (FEI) han decidido poner una marcha más.

Estas dos entidades han aunado fuerzas para intensificar su apoyo a la defensa y la seguridad de la UE mediante la puesta en marcha del Mecanismo de Capital en materia de Defensa.

La iniciativa, compuesta por 100 millones de euros del Fondo Europeo de Defensa y otros 75 millones de euros del Fondo Europeo de Inversiones, ampliará significativamente la capacidad de inversión del FEI para apoyar, en los próximos cuatro años, fondos de capital inversión y capital riesgo con estrategias que abarquen tecnologías pertinentes para la defensa.

Este fomento de la innovación militar atraería, según las previsiones europeas, otras inversiones privadas adicionales para movilizar -eso se calcula- unos 500 millones de euros en apoyo de las empresas europeas pujantes en el sector.

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La iniciativa, explican desde la Comisión Europea, se centrará en tecnologías con potencial de doble uso que abarquen aplicaciones tanto civiles como de defensa, a fin de seguir apoyando la seguridad de la UE, en consonancia con los objetivos de InvestEU.

"Estamos dando un primer paso en la mejora del acceso a la financiación para el sector de la defensa. Esta iniciativa contribuirá a enviar una señal positiva al mercado y a estimular las inversiones privadas en apoyo de la innovación en materia de defensa", explica Thierry Breton, comisario responsable de Mercado Interior.

Por su parte, Roger Havenith, director general adjunto del FEI, esta inyección "es un hito significativo en nuestros esfuerzos por impulsar la inversión y la innovación en un sector de importancia estratégica para Europa".

Al apoyar los fondos de capital inversión y de capital riesgo destinados a inversiones en tecnologías de defensa con potencial de doble uso, afirma, "nuestro objetivo es catalizar el crecimiento económico y fomentar un ecosistema empresarial próspero en el ámbito de la seguridad y la defensa".

"Estamos dando el primer paso en la mejora del acceso a la financiación para el sector de la defensa"

Thierry Breton (Comisión Europea)

Esta nueva oportunidad de financiación, por cierto, irá acompañada de actividades de desarrollo de capacidades para apoyar a los gestores en el desarrollo y la gestión de sus fondos.

Es momento, pues, de que las regiones españolas mencionadas y aquellas que busquen posicionamiento en el sector de la defensa refrenden su status. Estos mecanismos de inversión que Europa pone a disposición son una buena oportunidad.

El sector de la tecnología militar en España está en fase de crecimiento. Algunos clústers, como el cántabro, datan de 2019 y otros, como el murciano o el andaluz, son mucho más recientes. En algunos casos, es pronto para poner cifras, aunque regiones como Andalucía, con un potencial indudable, ofrecen algunos interesantes a nivel territorial, aunque sólo sean previsiones.

Fuentes de la Junta de Andalucía afirman que el sector sostiene alrededor de 22.000 empleos y mueve en torno a 3.410 millones de euros, "aproximadamente un 30% del total nacional". 

Andalucía es una de las regiones que ha puesto cifras a su potencial en este sector: 22.000 empleos y 3.410 millones de negocio.

Andalucía -mantienen las mismas fuentes- "cuenta con una industria innovadora pionera y puntera en el mundo, lo que la convierte en un segmento clave de la economía que promueve la innovación y genera una tracción empresarial" en este ámbito.

En este sentido, refrendan que la región es "un gran activo" en materia de defensa, ya que el sector se desarrolla plenamente en el nivel experimental.

Así, el territorio andaluz dispone de un gran potencial a nivel experimental con cinco centros para proyectos piloto; a nivel militar, ya que Andalucía es la comunidad autónoma con más unidades militares de todo el país, a las que habrá que añadir en poco tiempo la Brigada 2035 en Almería (el Ejército del Futuro) y la Base Logística del Ejército de Tierra en Córdoba; y a nivel empresarial, ya que existe un importante tejido empresarial implantado en Andalucía con empresas como Navantia o Airbus.

Pero si el potencial de Andalucía es grande, no menos lo es el de Cantabria. El Clúster de la Industria de Defensa (CID) "es una iniciativa pionera en España", explican desde la entidad. Desde su gestación, ha recibido el respaldo institucional de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa.

Acoge a empresas que ya vienen desarrollando toda o parte de su actividad en el ámbito de la defensa, pero también a aquellas otras que disponen de capacidades productivas y tecnológicas o productos de interés para la defensa y desean introducirse en el sector.

En los últimos tiempos, el CID ha pilotado algunas iniciativas como la importancia de la innovación para combatir la guerra biológica o la guerra electrónica.

La cornisa cantábrica es especialmente prolífica en este sector. Asturias y Galicia también tienen mucho que decir al respecto.

En tierras asturianas, la Asociación Empresarial de Tecnología de Asturias para el Desarrollo de la Industria de la Defensa Ingeniero González-Hontoria, nacida en 2022, tiene líneas de trabajo en campos como la fabricación avanzada, nuevos materiales, textiles inteligentes, gemelos digitales, sensores y sistemas electrónicos, vehículos no tripulados, protección personal, inteligencia artificial, plataformas de robótica, nutrición personalizada y simulación.

Más regiones con potencial

Además, el apoyo público es total. El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, ha destacado el papel que puede tener esta asociación de empresas en el impulso a la I+D+i regional como elemento tractor en áreas relacionadas con la Estrategia de Especialización Inteligente.

La organización de una semana Defense Tech en Oviedo o la participación en proyectos europeos como el AILEEN (creación de espacios de formación en tecnologías asociadas a la defensa) demuestran que este clúster va en serio.

En Galicia, aunque no hay constituido ningún clúster ni polo específico, es innegable que su potencial aeroespacial o en alta tecnología juega en favor de la proliferación de sinergias con el sector de la defensa.

Buena prueba de ello, según explica el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG), las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Defensa, Telefónica, Puertos del Estado, empresas de logística y de inspección o mantenimiento de infraestructuras son algunos de los sectores que ya han probado las aplicaciones de la solución de IA para la seguridad de las operaciones con drones desarrollada por el propio ITG a través de la UMI FlastFly 2035, impulsada con el apoyo de la Xunta de Galicia.

Por no hablar del papel que han jugado los drones en los últimos conflictos bélicos, que sitúan a Galicia en el foco, como uno de los principales polos de aviación no tripulada en Europa.

Por último, podemos acabar este viaje en Navarra y Murcia, otros dos ecosistemas muy prometedores.

La empresa pública navarra Tracasa ejemplifica el interés del gobierno foral en la eclosión de un ecosistema tecnológico aplicado a la defensa. Esta empresa lidera el proyecto IntSen2, impulsado por la Comisión Europea, y que consiste en la creación de un servicio europeo estratégico de seguridad y monitorización a partir de imágenes satelitales e inteligencia artificial.

Este proyecto con sello navarro, por qué no, podría ser el germen de la eclosión de un polo tecnológico de carácter militar. 

se ha creado un polo propiamente dicho en Murcia. Ha sido durante el pasado 2023 y en él están puestas las esperanzas del sector de cara al futuro, aunque aún es pronto para medir su impacto.

El programa, capitaneado por el gobierno regional, consta de ocho ejes de actuación y se despliega en 44 medidas que ofrecerán capacitación, asesoramiento, prospección tecnológica, promoción internacional y participación en ferias, colaboración y desarrollo de proyectos de I+D+i.

En el marco del programa, por cierto, se llevará a cabo también un plan de captación de inversión de multinacionales denominado 'La Región de Murcia te espera', con el objetivo de atraer hasta la Región a unidades de I+D+i especializadas en este tipo de tecnologías militares.

La inversión, como se ve en el caso murciano, es un hecho importante e irrenunciable para el impulso de este tipo de hubs.

Por eso, en este contexto regional, no viene mal saber que el Fondo Europeo de Defensa (FED), ejecutado por la Comisión Europea, apoya proyectos cooperativos de investigación y desarrollo en materia de defensa.

El objetivo del Fondo es reforzar la competitividad de la base industrial europea de defensa. Se destinan 8 000 millones de euros del presupuesto de la UE al Fondo Europeo de Defensa para el período 2021-2027.

Como parte del FED, el Plan de Innovación de la UE en materia de Defensa (EUDIS) proporciona financiación y medidas de apoyo destinadas a reducir las barreras de entrada en el ámbito de la defensa para los agentes del mercado más pequeños o no tradicionales y acompañar a los innovadores a lo largo de todo el ciclo de desarrollo. 2024 tiene que ser un año clave en este sentido.