‘Low code’ para pagar la ayuda por el Covid-19 a quien no tiene cuenta
‘Low code’ para pagar la ayuda por el Covid-19 a quien no tiene cuenta
"La pandemia va a cambiar el mundo y habrá una necesidad más grande aún de transformación digital", dice el CEO de VeriTran, Marcelo Gonzálezrn
El origen de la denominación low code parece situarse en un Informe Forrester de 2014. Consiste en hacer programación sin desarrollar código, integrando bloques lógicos prefabricados, con funciones o tareas, y plantillas, mediante drag and drop [arrastrar y soltar] sobre una interfaz visual.
Marcelo González, CEO de VeriTran, prefiere el símil de PowerPoint. VeriTran es una plataforma low code creada en 2005 en Argentina, enfocada a la industria financiera: "Hacemos software para la transformación digital, ya sea para una startup o empresas altamente consolidadas, como BancoEstado de Chile, Banorte de México o BBVA Colombia, que han elegido nuestra plataforma para construir y mantener su canal móvil o su canal web".
INNOVADORES conversó con González en tiempos de confinamiento, mediante una conexión de voz entre Buenos Aires y Madrid. "Obviamente, la pandemia va a cambiar el mundo y habrá una necesidad más grande todavía de transformación digital. Hay muchas compañías que lo necesitan para sobrevivir. Y todo el que va a empezar su negocio, tiene que ser digital", asegura.
"Lo primero es pensar cómo atender digitalmente y hacer todos los procesos que se pueda", prosigue González. "Y después, ver los procesos físicos. Esto nos va a dejar, lamentablemente, un cambio de mentalidad. Lamentablemente digo, porque tiene un costo de vidas y un coste económico enormes para todo el mundo".
Volviendo al PowerPoint: "Se evita necesitar programadores escribiendo código. Como con cualquier herramienta, hay que usarla y aprenderla. Para algunas industrias tiene la aplicación prearmada: es como llegar al PowerPoint y decir ‘bueno, acá es la aplicación de banca móvil’. Y ya está. Luego la puedes cambiar, ‘customizar’. Le pones unas transacciones, sacas otras... agregas geolocalización, o notificaciones. Le sacas el pago de servicios porque no te gusta, y pones otro. O lo puedes modificar. Permite hacer un montón de cosas sin programar. Y para la integración con servicios que están atrás [backoffice], también provee herramientas. Además, admite integrar elementos con código propio y personalización corporativa".
En ese ‘hágaselo usted mismo’ hay modelos predefinidos que sortean incluso la planificación. "Todo eso está resuelto en gran medida. Hay opciones, por ejemplo, para el inicio: lo voy a hacer sólo con contraseña o voy a meter también biometría. O añadirle soft token para generar claves dinámicas... Hay una arquitectura súper probada que atiende a bancos con cinco, seis o 10 millones de clientes. La escalabilidad, alta disponibilidad, seguridad y usabilidad vienen como módulos prearmados".
Su software lo utiliza medio centenar de bancos y entidades financieras, pero sirve "para otras industrias cercanas, como seguros y fondos de pensiones. En este momento, en Argentina estamos facilitando el alta de cuentas para personas que no tienen cuenta bancaria y necesitan subsidio. Son ‘cuentapropistas’ [autónomos], vendedores ambulantes, gente que hacía trabajos en casa de familias sin empleo formal. No tienen una forma de recibirlo. Ahora, con la misma aplicación se aprovecha para darles el subsidio e información de sanidad. Lo que tiene que hacer para evitar contagiarse".
Con su plataforma,"la Universidad Tecnológica de Pereira [Colombia] ha hecho el campus universitario que usan 20.000 estudiantes". Pero no lo ve para educación online, "que depende de la calidad de contenidos y de gestionar a 50 personas interactuando con un moderador".
rnVeriTran tiene 250 empleados en Latinoamérica y EEUU e iba a entrar ya en Europa, con una nueva oficina en Barcelona. "Tenemos gente contratada, pero, bueno, se nos congelaron un poco todos los trámites"», lamenta González.
EN LA NUBE O NO
VeriTran ofrece instalar el software en el centro de datos del cliente, con licencia o pago por uso en la nube. Una startup puede probar un prototipo. "Si no funciona, sólo pagó 150 dólares al mes. Y si es exitoso, ya tiene una plataforma sin invertir".
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