Las claves
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Las sinergias entre Latinoamérica y España en materia de innovación, tecnología y emprendimiento han seguido en los últimos años una curva ascendente, pero ¿cómo está impactando estas alianzas en el sector agrifoodtech? ¿Afrontamos un punto de inflexión para estos ecosistemas de generación de iniciativas muy disruptivas a ambos lados del Atlántico?
KM ZERO Food Innovation Hub y Eatable Adventures, dos nombres propios del sector dentro y fuera de nuestras fronteras, nos ayudan a dar respuesta a estas preguntas y radiografiar en qué punto se encuentra la industria agrifoodtech en España y Latinoamérica, justo en una etapa en que encontrar modelos de producción más sostenibles se vuelve crucial para garantizar el alimento de una población en constante crecimiento con la emergencia climática como telón de fondo.
La proliferación de iniciativas, programas y eventos desarrollados bajo el paraguas de la innovación en este campo son la clara prueba del momento expansivo que atraviesa la industria foodtech en ambas geografías y el potencial de crecimiento en los próximos años.
Sólo por poner un par de ejemplos, reflejados recientemente en las páginas de DISRUPTORES - EL ESPAÑOL, destacamos la puesta en marcha del hub FoodRise, impulsado por Eatable Adventures con el apoyo de BID Lab, el brazo de innovación y 'venture capital' del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo; y ftalks Food Summit LATAM, organizado por el hub español KM ZERO en Ciudad de México, que este año ha congregado a más de 22.000 asistentes en un éxito de convocatoria sin precedentes.
Los expertos lo tienen claro: el foodtech genera negocio, ha captado la atención del capital y despierta el interés -como mínimo la curiosidad- de la industria agroalimentaria a lo largo de toda la cadena de valor, pero su verdadero potencial va mucho más allá.
La concienciación del consumidor, sabedor del poder de su decisión de compra, está impulsando un cambio en los hábitos de consumo donde las nuevas generaciones tienen un papel determinante.
Cuestiones como la trazabilidad, la seguridad alimentaria, la huella de carbono comienzan a ser determinantes a la hora de que estos consumidores, muy habituados al mismo tiempo a las soluciones digitales, apuesten por un tipo de alimentación sostenible, sana y comprometida con el futuro del planeta.
Un 63% más de inversión en Latam
Las cifras avalan el momento de punto de inflexión que atraviesa este ecosistema. "A nivel global, la inversión en agrifoodtech sumó 16 mil millones de dólares, reflejando una contracción moderada frente a años recientes, aunque los mercados emergentes, como Latinoamérica, destacaron con un crecimiento del 63% interanual, alcanzando 3,7 mil millones de dólares en inversiones, con México y Chile como focos de atención" , explica a esta redacción Juan Requena, director de innovación y venture de KM ZERO.
En 2024, última anualidad de la que se disponen datos de cierre de ejercicio, el ecosistema agrifoodtech español experimentó una disminución en la inversión del 20,8% respecto a 2023, con 179 millones de euros, con un claro predominio en las rondas de inversión de las startups en fases pre-seed y seed, según datos del informe anual El Estado del Agrifoodtech en España 2024 que elabora Eatable Adventures.
"Esta tendencia está en consonancia con la evolución de la inversión en Europa, donde se ha registrado una disminución del 19% en comparación con el año anterior. Este descenso sigue al auge de inversión observado en 2021 y 2022, y que se concentró principalmente en los subsectores de Delivery y Horeca", explican desde el hub español.
Latinoamérica pisa el acelerador y España, en sintonía con la tendencia europea, sigue registrando una caída de la inversión, pero con nuevos síntomas de dinamismo y adaptación a una realidad muy volátil.
Navegar entre la complejidad y la generación de nuevas oportunidades es el faro que guía a esta prometedora industria. Así lo defiende Beatriz Jacoste, CEO KM ZERO Food Innovation Hub.
"España y Latinoamérica compartimos retos estructurales como el relevo generacional en el campo, el acceso a alimentos saludables, el aumento de enfermedades vinculadas a la dieta, el desperdicio alimentario o la gestión eficiente de recursos como el suelo y el agua".
Beatriz Jacoste, CEO KM ZERO Food Innovation Hub, en ftalks Food Summit LATAM 2025.
Y añade Jacoste: "En un contexto donde la volatilidad es la nueva norma y las disrupciones del sistema alimentario son constantes, estamos viendo una transición hacia una innovación que va más allá del producto: soluciones centradas en la optimización, la eficiencia y la soberanía alimentaria".
Por su parte, Mila Valcárcel, Managing Partner de Eatable Adventures. recordaba recientemente a DISRUPTORES - EL ESPAÑOL otras de las claves que hay que tener en cuenta para entender esta etapa en el foodtech a ambos lados del Atlántico.
"Latinoamérica es una de las regiones con mayor capacidad productiva del planeta. Sin embargo, enfrenta una doble brecha: por un lado, la seguridad alimentaria, con más de 110 millones de personas en la región en situación de inseguridad moderada o grave según la FAO", comenta a esta redacción.
El otro hándicap es un ecosistema de innovación "todavía fragmentado, con poca inversión (apenas el 2% del capital de riesgo global llega a la región) y marcos regulatorios que ralentizan la adopción de nuevas tecnologías", añadía Valcárcel.
Mila Valcárcel, Managing Partner de Eatable Adventures.
Para la experta, "el ecosistema foodtech en la región necesita algo más que capital: requiere estructura, acompañamiento y una conexión real con la industria. Por eso diseñamos modelos que combinan aceleración, inversión, programas corporativos y creación de puentes entre startups, corporaciones y gobiernos", indicaba.
Los próximos años serán determinantes para pulsar la capacidad del agrifoodtech por coser ecosistemas de valor en Latinoamérica y en España y para comprobar cómo van integrando tecnologías muy transformadoras como la inteligencia artificial, al tiempo que logran un mayor apoyo del sector del capital y el compromiso de las Administraciones públicas por diseñar estrategias a medio y largo plazo. El primer paso está dado. En DISRUPTORES - EL ESPAÑOL seguiremos muy de cerca su evolución.
