Estudiante de informática. FOTO: Unsplash/ Studio Republic

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España

La universidad sigue sin cubrir la demanda de talento digital con la FP como alternativa para las empresas

En las profesiones vinculadas a la informática, la tasa de paro apenas llega al 3%, según la Fundación Vass y la Universidad Autónoma de Madrid.

5 junio, 2022 02:09

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“España debería crear 1,3 millones de especialistas en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación para 2030, pero con los ritmos actuales no llegaremos a los 400.000”, advierte el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Antonio Rueda, y director de la Fundación Vass.

Una afirmación que realizó durante la presentación de las conclusiones de la cuarta edición del estudio ‘Empleabilidad y talento digital’. Un informe para el que se ha encuestado a 165 docentes universitarios y cerca de 1.000 estudiantes de los últimos cursos de ingeniería informática de 25 universidades españolas, así como a 58 expertos de 46 compañías. 

“Además, según nuestras previsiones, la carencia de perfiles técnicos se agravará a razón de 50.000 profesionales adicionales cada año”, añade. Anualmente, el sector de servicios TIC ya contrata entre 35.000 y 40.000 ingenieros y técnicos digitales, pero “con extrema dificultad”. 

7.000 posiciones por cubrir

En 2021, unas 7.000 posiciones en este ámbito se quedaron sin cubrir por falta de competencias. Sin embargo, en aquellas profesiones vinculadas a la informática, la tasa de paro apenas llega al 3%.

En el documento también se pone de manifiesto cómo, a raíz de la pandemia, estas empresas se han convertido en un motor de creación de empleo muy potente, particularmente en el ámbito de los servicios digitales. Para concertar: su facturación ha crecido un 22%.

“En estos tiempos de escasez de materiales para el sector de las TIC, no debemos olvidar que la materia prima esencial de la digitalización es el talento”, ha añadido Rueda, pues a su juicio “a raíz de la pandemia, hemos vivido una aceleración de todo el proceso de transformación digital”.

Sin embargo, y a pesar de que el número de jóvenes que desean estudiar y trabajar en estas especialidades es cada vez mayor, sólo 8.147 de los que finalizan sus estudios de disciplinas informáticas se integran definitivamente al mercado laboral, una cifra muy pobre para las más de 14.000 empresas con procesos de contratación activos para especialistas TIC.

Formación más allá de la universidad

Otro de los problemas que destaca este estudio es la falta de capacidad de las universidades para hacer frente al déficit de talento digital. De hecho, desde el curso 2015-16, aproximadamente 27.031 jóvenes que solicitaron plaza en el grado de informática se quedaron fuera.

Por ello, casi la mitad (48,5%) de estas contrataciones provienen de otras carreras, como telecomunicaciones, física, matemáticas u otras ramas de ingeniería.

“A día de hoy la oferta y la demanda no son proporcionales, especialmente teniendo en cuenta que la digitalización es algo que afecta a todos los sectores y no solo a las empresas TIC.”, apunta Sara Álvarez Morales, Talent Acquisition Manager del Grupo Adecco. 

La demanda de esos perfiles técnicos que la universidad no es capaz de asumir, ha provocado que el 53% de las contrataciones sea a estudiantes que provienen de la Formación Profesional y bootcamps.

“De acuerdo con nuestro estudio, la opinión de los expertos empresariales ante la incorporación de talento extrauniversitario es, generalmente, positiva, ya que estos nuevos trabajadores suelen incorporar un grado de especialización suficiente para tareas que no requieren de la preparación que tienen, al menos en el plano teórico, los jóvenes ingenieros”, afirma Rueda.

En este sentido, el director general de la Fundación de la Universidad Autónoma, José Ramón Seoane, ha advertido que “en España no estamos tan mal tecnológicamente hablando respecto al resto de Europa, pero urge la necesidad de contar con más profesionales de cara al 2030 en este campo. Sobre todo, en el de las pymes, donde estamos muy bien posicionados, pero seguimos por detrás de la media europea”. 

Escasez de mujeres persistente

La escasa presencia de mujeres en este ámbito también ocupa uno de los capítulos de este informe, en el que queda patente la brecha de género: solo hay un 16% de estudiantes mujeres en las carreras de ingeniería informática. Las cifras no son mejores en cuanto a la finalización de los estudios, pues solo uno de cada seis especialistas TIC y uno de cada tres graduados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres. 

“Mientras la mujer mantenga una representación insuficiente en el ámbito TIC, los objetivos de transformación digital de las empresas españolas seguirán comprometidos”, advierte el director de la Fundación Vass. Algo en lo que también ha coincidido Virginia Lozano, jefa de incorporación de Talento de Telefónica, quien ha añadido que hay titulaciones que no son STEM, pero que cuentan con muchas mujeres y sirven para ayudar a la digitalización de las empresas”.

Por su parte, Antonio Fernández Écker, subdirector general de Emprendimiento y Talento Digital del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha señalado que “la de género es una de las brechas más importantes en el proceso de digitalización teniendo en cuenta que hablamos del 50% de la población.”

Pablo Trinidad, subdirector de Promoción y Estudiantes de la ETS de Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla, ha destacado que “desde el ámbito formativo es importante que trabajemos en nuestra imagen pública para que las mujeres y cualquier persona elija nuestras titulaciones en los mismos niveles de condiciones, sin tener en cuenta sesgo de género”.

Diferencias entre formación y demanda

El estudio de la Fundación Vass y la UAM también ha investigado las competencias clave que el mercado de las TIC tanto en relación con las habilidades técnicas y conocimientos (hard skills) como las conductuales (soft skills). Sobre las primeras, las empresas TIC españolas valoran la formación en cloud computing, el desarrollo web front-end, el big data, las arquitecturas de microservicios y el control de las nuevas metodologías de trabajo.

Respecto a las soft skills, las cuatro competencias más importantes para las compañías son la capacidad para la cooperación y el trabajo en equipo, la adaptación flexible al cambio y a las nuevas situaciones, la capacidad de aprendizaje y la responsabilidad y el sentido del deber.

Sin embargo, entre los que la empresa demanda y lo que se enseña en la universidad existen diferencias. En este sentido, el ‘gap de talento digital’ marca una puntuación de 45 puntos sobre 100 (siendo 100 un nivel considerado óptimo por los departamentos técnicos de las compañías contratantes).

Sobre las prioridades de los jóvenes para elegir un empleo, quienes se incorporan al mercado laboral le dan casi la misma importancia al salario que a otros factores como la existencia de formación, un plan de carrera claro, estabilidad profesional, contrato indefinido y horario flexible.

“Esta situación ha afectado a la identificación del trabajador con la empresa y ha impulsado, fuertemente, la rotación”, ha destacado Rueda. Quien añade que “la principal consecuencia es una competición por el ya escaso talento que se traslada a los costes, visibles en los propios salarios de incorporación de jóvenes, que han llegado a aumentar entre un 12% y un 16%”.