A principios de año, la firma de análisis Forrester lanzaba uno de esos titulares sensacionalistas y alarmistas respecto al futuro de la tecnología: hasta doce millones de empleos podrían perderse a causa de la automatización, sólo en Europa y sólo hasta 2040. A su vez, el Foro Económico Mundial eleva la cifra hasta los 85 millones de empleos que podrían desaparecer en todo el mundo a lo largo de los próximos cinco años

Resulta evidente que la inteligencia artificial traerá importantes cambios al ámbito laboral y provocará una transformación equiparable a la vivida en las dos revoluciones industriales que nos han traído hasta la sociedad moderna actual. La pregunta que surge a renglón seguido es obvia: ¿Te va a sustituir un algoritmo? A esa cuestión trata de responder Lucía Velasco en su libro homónimo (Turner, 2021). 

"Quiero que cada lector saque sus propias conclusiones. Pero no creo que los algoritmos nos vayan a sustituir, sino que nos harán cambiar, sustituirán algunas tareas y trabajos concretos", explica Velasco a D+I. "A medida que se perfecciona la inteligencia artificial y va dominando más campos, serán más las funciones que podrán ser sustituidas. Y eso afectará a todos los ámbitos, empezando por funciones repetitivas como la Administración o la contabilidad".

Lucía Velasco, directora del ONTSI y autora del libro '¿Te va a sustituir un algoritmo?'.

Esta economista, a la sazón directora del ONTSI (Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad), reflexiona en su obra sobre estos roles del futuro, sin sensacionalismos ni visiones distópicas. Porque en un momento de cambios tan trascendentales, existen prismas negativos, pero también positivos, a través de los que visualizar nuestro propio porvenir.

"Estos procesos no son necesariamente malos, sino que traen cosas positivas, tanto para la gente que depende de estas gestiones que serán más eficientes, pero también para los propios trabajadores que ven cambiadas sus funciones repetitivas y mecánicas por otras más ligadas a la creatividad y con un enfoque más activo. La llegada de los algoritmos permitirá que los empleados conecten con lo que de verdad quieren hacer, que recuperen su espíritu emprendedor", añade Lucía Velasco.

Gestionar el cambio en las empresas

A lo largo del libro, es constante el análisis sobre cómo debe orquestarse esta transformación, de manera que maximicemos los aspectos positivos sobre los impactos negativos. Contemplando para ello diferentes perspectivas, desde el cambio en las propias empresas hasta los inevitables efectos en la estructura social.

"A los trabajadores debemos darles espacio y las empresas deben darles espacio para poder emprender este cambio cultural, por medio de nuevas herramientas y formación", indica la autora. "La tecnología siempre es una ventaja competitiva, pero las empresas que triunfen en el futuro serán aquellas que den un papel protagonista a las personas y pongan la inteligencia artificial a su servicio".

¿Cuáles serán los efectos de la IA en la sociedad?

Pero, como adelantábamos, el mayor impacto que la inteligencia artificial va a traer a nuestro mundo es el que atañe a la sociedad en su más amplia concepción. "En tanto que parte de los trabajos los harán las máquinas, debemos gestionar el momento de cambio y evitar los miedos que se producen cuando no se dan respuestas específicas o no se explica que haya un plan", recoge Velasco.

'¿Te va a sustituir un algoritmo?', libro de Lucía Velasco.

Alerta además de que esos miedos pueden "hacernos caer en populismos" ante la amenaza que muchas de estas tecnologías acaben con el actual modelo social que disfrutamos en Europa. "El sistema del bienestar no se sostiene tal y como está, porque los trabajadores ya no podemos sostenerlo con más subidas del IRPF". En estas lides entran en juego desde nuevas modalidades de tributación para las compañías tecnológicas (como la 'tasa Google', que traerá "justicia sobre la fiscalidad internacional") hasta el incesante debate sobre la tributación de los propios robots.

Lucía Velasco también propone en su libro una 'caja de herramientas para gobernantes' que servirá para "innovar en la manera de gestionar y que permita dotarnos de la flexibilidad para modificar las decisiones sobre las cosas que vayan surgiendo y los efectos que se vayan viendo".

Algoritmos buenos, algoritmos malos

Todo lo anterior pasa por la irrupción en escena de los algoritmos, pero ¿hasta qué punto podemos confiar en la inteligencia artificial? En los últimos tiempos hemos asistido a numerosos ejemplos de sesgos algorítmicos que han dañado desde las oportunidades laborales de las minorías, fomentado decisiones judiciales contrarias a la lógica e, incluso, maximizar las desigualdades de género a través de sistemas de reconocimiento facial.

Lucía Velasco tampoco elude este tema en esta necesaria revisión sobre la irrupción de los algoritmos en la sociedad. "Necesitamos más transparencia y un control de calidad en torno a la inteligencia artificial", reconoce en un punto en el que cambia su perfil de autora por el de directora del ONTSI.

"En el eje regulatorio, tenemos una ley europea en inteligencia artificial y una Estrategia Nacional de IA que incluye la creación de un Observatorio del Impacto Social de los Algoritmos, además del reciente anuncio de una agencia estatal de supervisión de los algoritmos", recuerda Velasco. "Con todo este paquete, España se puede poner a la cabeza de la ética en los algoritmos".

Aprovechando su doble rol, no podemos dejar de preguntarle a Lucía Velasco si entre las profesiones que podrán ser sustituidas por la IA encontraremos a los propios políticos. "Creo que son más necesarios que nunca y debemos prestigiar de nuevo la política. Debemos entender que la representación de las personas ha de tener el poder, no algo determinado por la tecnología. Y aspiro a que veamos una presidenta de carne y hueso", concluye.