Hacer balance de 2023 es hacer balance de un gran año. Durante los doce meses que ya hemos dejado atrás se han sucedido una serie de grandes hitos para el ecosistema de la inversión de impacto que, sin duda, marcarán un antes y un después en esta industria en España. Si tengo que empezar a mencionar alguno de ellos, me gustaría destacar el GSG Global Impact Summit, celebrado el pasado octubre en Málaga, y que tuvimos la gran oportunidad de organizar desde SpainNAB gracias a la confianza del Global Steering Group for Impact Investment (GSG).

No cabe duda de la trascendencia de este evento, el más importante del calendario global de la inversión y economía de impacto. Consiguió reunir por primera vez en nuestro país alrededor de 1.000 profesionales y líderes mundiales de los sectores financiero, empresarial, social y de la sociedad civil de más de 60 países bajo un lema común: avanzar hacia un modelo económico donde el impacto social y medioambiental esté integrado en todas las decisiones económicas y financieras.

Hoy podemos decir que la financiación de impacto en España es claramente un mercado en crecimiento, con un aumento significativo de la oferta de capital de impacto en los últimos años. Según los últimos datos publicados, a finales de 2022, la inversión de impacto había crecido un 58% en términos de activos bajo gestión, alcanzando los 1.208 millones de euros. Por su parte, el segmento de financiación bancaria de impacto –que incluye banca de valor, social y sostenible, y cooperativas financieras de impacto– gestionó activos por valor de 1.743 millones de euros en 2022, lo que supone un crecimiento del 4,4% respecto al año anterior.

A la Cumbre llegamos después de un trabajo continuado con las instituciones y representantes políticos para avanzar en la generación de una economía de impacto sólida en nuestro país. El año 2023 comenzó en el Congreso de los Diputados en un encuentro sin precedentes en el que conseguimos reunir a representantes de los diferentes grupos parlamentarios con un objetivo claro, poner de manifiesto la necesidad de fomentar la colaboración público-privada para consolidar el ecosistema de la economía de impacto.

El evento en el Congreso fue el inicio de un viaje por España. Un roadshow con una serie de eventos que buscaban consolidar y fomentar la economía de impacto a lo largo del territorio nacional, colaborando con los agentes clave del ecosistema en las ciudades donde estuvimos: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Málaga. Con estas jornadas de diálogo y compromiso con el ecosistema local hemos logrado aumentar la colaboración entre los diferentes actores y fomentar la inversión de impacto en los distintos territorios, presentando iniciativas y proyectos que ya están en marcha en cada uno de ellos, y potenciando sinergias entre los distintos agentes.

La inversión de impacto ha estado también en la agenda oficial de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que España ha ostentado durante la segunda mitad de 2023. En este marco, desde SpainNAB hemos colaborado activamente con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en la organización de dos jornadas que pusieron de relieve la importancia de movilizar a escala capital privado para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el sur global y, particularmente, en América Latina, donde España es considerada país europeo líder en el impulso a la inversión de impacto.

Estamos, por lo tanto, convencidos de que la inversión de impacto público-privada puede ser una pieza fundamental en la transición del Sur Global hacia una economía más sostenible y justa para todos.

Precisamente, esa colaboración público-privada será clave en uno de los principales hitos de 2023: el lanzamiento del Fondo de Impacto Social (FIS), dotado con 400 millones de euros y gestionado por Cofides que invertirá tanto en intermediarios financieros de impacto, como directamente en empresas de la Economía Social. Sin duda, es un avance esencial y una oportunidad para que España se posicione como un referente europeo, tomando ejemplo de países como Reino Unido o Portugal, donde ya existen experiencias de éxito en este tipo de fondos.

El FIS actuará como catalizador mediante estructuras de financiación que permiten atraer al inversor privado. Será, sin duda, un motor clave en la atracción de capital privado hacia la inversión de impacto en España y desde SpainNAB trabajaremos firmes con el objetivo de lograrlo.

Nuestro compromiso para el año 2024 es seguir consolidando el cambio de paradigma hacia una economía de impacto y avanzar en la implementación de políticas públicas que promuevan la inversión de impacto como motor de cambio social y medioambiental. La Inversión de Impacto debiera ser entendida como una política de Estado y por ello continuaremos trabajando para fortalecer el ecosistema de la inversión de impacto, con una colaboración estrecha entre el sector privado y público, y compartiendo nuestras experiencias y conocimientos con la comunidad global.

En pocos años, SpainNAB se ha convertido en el principal foro para el impulso de la inversión de impacto en España, y ello es en gran medida gracias a nuestro gran equipo y a la colaboración y apoyo de todos nuestros socios y aliados. Fruto de ello es la incorporación reciente de 17 nuevos socios, un hito con el que podemos celebrar que ya sumamos 45 socios en menos de cuatro años. Juntos, seguiremos construyendo un futuro más sostenible y justo para todos. Un futuro en el que la inversión de impacto sea una política de estado y una práctica empresarial habitual, y en el que demos respuesta a los desafíos globales más urgentes. ¡Sigamos caminando juntos hacia ese futuro!

*** José Luis Ruiz de Munain es director general de SpainNAB.