En las últimas décadas, los retos relacionados con el control de fronteras y la identificación de personas se han basado en la misma tecnología. Pero a medida que la comodidad y la seguridad se convierten en prioridades para la sociedad, el cambio es inevitable. La tecnología facilita la tarea a todas las partes implicadas; un ejemplo claro es que a lo largo de los años los ciudadanos han preferido cada vez más las tarjetas de crédito en lugar del efectivo.

La Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés) ha creado el concepto de Credencial Digital de Viaje (DTC). Esta credencial es una nueva identidad digital para viajes, basada en las normas actuales contenidas en el documento 9303 de la ICAO. La DTC es una alternativa para sustituir a los pasaportes físicos, manteniendo y mejorando el mismo nivel de seguridad para los pasaportes digitales, también conocidos como documentos de viaje de lectura mecánica, o eMRTD.

Además, la DTC es compatible con los sistemas de inspección existentes, lo que simplifica los desplazamientos y favorece el control fronterizo. El concepto principal de DTC se divide en dos partes, por un lado, un componente virtual (CV), que consiste en los datos almacenados en el interior del chip; y un componente físico (PC), un pasaporte electrónico, teléfono inteligente o incluso un reloj inteligente dotados de un enlace criptográfico entre el CV y el PC.

En la actualidad existen tres tipos de DTC:

• DTC vinculado con eMRTD: el chip se lee en el documento de viaje y se crea el componente virtual (VC); y el documento de viaje (pasaporte) se convierte en el componente físico (PC).

• DTC vinculado a un PC eMRTD: el chip se lee desde el documento de viaje y se crea el componente virtual (VC); existe la posibilidad de utilizar otro componente físico (PC) con el eMRTD de forma segura; y no existe un límite de tiempo para la emisión del DTC después de la emisión del eMRTD.

• DTC vinculado a un PC: para este caso no se utiliza el eMRTD, sólo el componente físico (PC). La DTC es emitida y firmada electrónicamente por una autoridad competente y vinculada a un componente físico (PC), como un smartphone o un reloj inteligente.

Ciertamente, las soluciones de seguridad ya existentes, como la Autoridad de Certificación de Firma de País (CSCA), servirán para establecer y validar el travel pass, así como para autentificar el componente físico (PC), que no será un eMRTD, sino un smartphone o un reloj inteligente, ante un punto de garantía nacional.

La validación de la DTC se apoyará en la validación existente de la infraestructura de clave pública (PKI) del eMRTD. De este modo, se podrá crear y verificar posteriormente las firmas digitales de los objetos eMRTD, garantizando que los datos firmados son auténticos y no han sido modificados.

Para combatir los puntos más débiles de seguridad en los registros físicos de viaje y las credenciales, como los visados y los sellos fronterizos, la ICAO está añadiendo tres categorías adicionales de seguridad –visados electrónicos, registros de viaje y despacho fronterizo automatizado– a sus grupos existentes.

Esto dará tranquilidad a los viajeros, ya que no tendrán que preocuparse por sus documentos de viaje físicos ni por el engorroso proceso de renovarlos. Todo ello supone una mayor seguridad y simplicidad para el viajero, que tendrá tiempo y libertad para concentrarse en aspectos más importantes de su viaje.

El concepto de DTC podría ser una respuesta al problema del tiempo invertido en los puestos de control, ya que los propios viajeros podrían completar los procesos relacionados, desde la facturación hasta la entrega del equipaje, pasando por el control de seguridad y la inmigración, antes de embarcar. Sin embargo, es importante destacar que se trataría de un proceso opcional, reservado únicamente para aquellos que deseen viajar de forma más ágil y fluida.

Por otro lado, los viajeros podrían expresar su preocupación respecto a sus datos personales y el tratamiento de los mismos en el DTC. Pero, como se ha demostrado con la implantación de los accesos fronterizos automatizados (ABC), todas las normas nacionales e internacionales se respetan y cumplen. Por lo tanto, es poco probable que el sistema DTC sea diferente.

Las soluciones facilitadas por la tecnología permiten mejorar significativamente los controles fronterizos y crear un recorrido sin fricciones a través de los aeropuertos. Seguramente es sólo cuestión de tiempo para que se implanten este tipo de soluciones a medida que el mundo se convierte en un lugar más digitalizado y automatizado.

Los nuevos sistemas requerirán sin duda que los agentes de seguridad adapten sus conocimientos y comprensión a las diferentes circunstancias. De hecho, deberán adaptar los conocimientos que poseen en función de las nuevas tendencias en materia de fraude, las cuales inevitablemente vienen acompañadas de los nuevos métodos de autenticación.

*** Anna Ludwiszewska es experta en Fraude y Lovro Persen es director de Gestión de Documentos y Fraude del grupo IDnow.