En el 472 A.C. nació en Atenas el famoso filósofo Sócrates. No nos dejó ninguna obra escrita, pero gracias a discípulos como Platón, sus pensamientos, su sabiduría y sus célebres frases han transcendido a nuestros días.

De todas sus frases, mi favorita es “solo sé que no sé nada”. Frase plenamente vigente en esta era digital que estamos viviendo, y es que cada día sabemos menos, y no porque no sepamos, que sabemos mucho, sino porque todo está cambiando tan rápidamente que el conocimiento que ayer nos valía, hoy ya no nos vale.

Antes de la pandemia, el mundo ya cambiaba a un ritmo de locos, y lo anglosajones, que son unos genios creando acrónimos y popularizándolos, lo denominaron VUCA: Volátil, Incierto (Uncertainty), Complejo y Ambiguo, y tengo que decir que era totalmente cierto.

En estos dos últimos años, al efecto de la pandemia ahora hay que sumarle el impacto de la crisis humanitaria, bélica y energética creados con el ataque de Rusia a Ucrania.

Con todo esto hemos pasado del entorno VUCA, que ya era complicado, a un entorno aún más complejo que se ha denominado BANI: Frágil (Brittle) y quebradizo, generador de Ansiedad por la dificultad en la planificación a medio/largo e incluso a corto plazo; No lineal, cualquier decisión puede tener un impacto no esperado y como resultado, Incomprensible.

Volviendo a “solo sé que no sé nada”, para afrontar este entorno BANI necesitamos líderes, del ámbito público y privado, bien preparados y formados capaces de gestionar empresas y administraciones públicas en momentos como éstos, de extrema dificultad.

El entorno no lo podemos cambiar, pero si podemos utilizar herramientas que nos ayuden a conocerlo mejor para poder enfrentarnos a él con posibilidades de éxito. Y es aquí donde entra en juego la digitalización. Gracias a la cantidad de datos de los que hoy disponemos podemos conocer de forma detallada y en tiempo real todo lo que afecta en nuestro negocio, y con la ayuda de tecnologías como la inteligencia artificial, incluso podemos “predecir” lo que puede afectarle, reduciendo de este modo la Ansiedad y la Incomprensión de un entorno Frágil y No lineal.

Si queremos ser un país líder en gestionar este entorno BANI, necesitamos los mejores líderes con la mejor formación posible. De ellos depende el futuro de nuestras empresas, de nuestras administraciones y de nuestro país, ellos son los que deciden cómo y dónde invertir, qué tipo de organización quieren y como llevar a cabo la transformación digital que necesitan para seguir creciendo y mejorando sus productos, servicios y nivel de competitividad.

Si queremos que los Fondos Europeos para la Transformación Digital tengan impacto real en la economía, es importante que las personas que lo van a implementar y gestionar, tanto en el ámbito público y privado, tengan las competencias digitales apropiadas para tomar las decisiones adecuadas y eficaces. Es por ello, por lo que la formación de los directivos debería ser una de las prioridades de cualquier plan de recuperación.

Además, en España tenemos la suerte de contar con las mejores escuelas de negocios y de formación digital de directivos del mundo, según los rankings internacionales. Ahora es el momento de aunar esfuerzos con la ayuda de los Fondos Europeos y del Plan Nacional de Desarrollo de Competencias Digitales y conseguir que España tenga los directivos mejor preparados del mundo, capaces de gestionar entornos VUCA, BANI o lo que venga más adelante.

Hace apenas unas semanas terminé un curso de digitalización para directivos en una prestigiosa escuela de formación digital, y tengo que decir que ha supuesto un gran esfuerzo, poque he tenido que compaginar los estudios con el trabajo y con la familia, pero sinceramente ha merecido la pena, y mucho. Sigo pensando que no sé nada, pero bueno…algo más sí que sé. Es lo que los anglosajones llaman “Long Life Learning” o en castellano denominamos formación continua, a elegir.

*** Francisco Hortigüela es director general de AMETIC