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Cuaderno de ideas para invertir los fondos europeos en ciencia e innovación útiles para España. Foto: Med Badr Chemmaoui / Unsplash

Cuaderno de ideas para invertir los fondos europeos en ciencia e innovación útiles para España. Foto: Med Badr Chemmaoui / Unsplash

ALGORITMIA Y VIOLÍN

Ciencia frente a rotondas digitales

8 enero, 2022 02:10

Nunca había sucedido en España. Un grupo de científicos, entre ellos seis Premios Nacionales de Investigación y varios Premios Jaume I, han puesto en común su conocimiento y su experiencia para sugerir al país 10 tendencias tecnológicas en las que podemos (y debemos) estar presentes. Ya sea porque contamos con los medios y el talento suficiente para ello, ya porque la barrera de entrada financiera no resulta todavía insalvable.

Es una guía fabulosa para diseñar una estrategia sólida de país, cogidas de la mano la ciencia, la empresa y la Administración, de modo que el aluvión de fondos europeos sirva para transformar nuestro modelo económico y no para sembrar España de rotondas digitales.

Cuenta con el respaldo y la contribución de investigadores de la talla de Lina Gálvez, Andrés Pedreño, Javier García, Susana Marcos, Ángel Nieto, María José Alonso, Laura Lechuga, Manuel de León, Nuria Oliver, Héctor Perea, María A. Blanco, Javier Ventura-Traveset Bosch y Pablo Artal.

La visión de este grupo excelente de científicos está reunida en el libro 'España a ciencia cierta' y se puede consultar en la Cátedra de Ciencia y Sociedad de la Fundación Rafael del Pino, que dirige el catedrático Javier García, recientemente elegido presidente de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC).

La dinámica es, en ese sentido, muy similar a la que usa el World Economic Forum para elaborar su decálogo anual de tecnologías emergentes, del que se cumplen ahora diez ediciones: un sanedrín de la ciencia señala al resto de la sociedad, pero especialmente a los dirigentes públicos y a los CEO de las empresas, las tendencias clave de las que no podemos descolgarnos, porque hacerlo supone un riesgo claro de pérdida de competitividad.

El trabajo comienza con un análisis profundo de la realidad economía española, definida por el elevado peso de las pymes, un paro estructural del 14% y una productividad baja comparada con nuestros socios europeos. El Atlas de Complejidad Económica de Harvard, que elabora la Kennedy School of Government, refleja que desde 1996 seguimos produciendo y exportando prácticamente lo mismo, mientras la mayoría de países líderes han transformado sus sistemas productivos. El hecho de que España mantenga un índice bajo de complejidad económica implica que su actividad puede ser copiada o relocalizada fácilmente.

A continuación, el documento detalla las diez tecnologías para impulsar España identificadas por los científicos. En primer lugar, la telemedicina, a la que el sistema de salud tuvo que recurrir a la desesperada en los peores momentos de la pandemia. Ciertamente, ha demostrado no estar a la altura de las posibilidades que la tecnología nos ofrece. Hay que posicionarse para una segunda generación de telemedicina que permita no sólo una interacción más eficiente del paciente con el sistema sanitario, sino también reducir costes y mejorar tanto el diagnóstico como el tratamiento.

El cambio del electrón al fotón está abriendo enormes ventanas de oportunidad. La segunda propuesta de los científicos es, por eso, la fotónica integrada, con la vista puesta especialmente en el desafío de la microelectrónica. Al menor impacto ambiental de esta rama de desarrollo tecnológico, se añaden enormes ventajas en velocidad y eficiencia. El Lidar y el LiFi, ganan enteros, por ejemplo, como tecnologías alternativas al radar y al WiFi. Podemos estar ahí.

En el caso del hidrógeno verde, nuestro papel en la actualidad se limita a ser la fábrica de electrones verdes de Europa, como suele decir Javier García. Pero eso significa únicamente que somos muy buenos vendiendo materia prima. La clave es utilizarlos para generar moléculas verdes, como el amoniaco y el hidrógeno de alto valor añadido, y de esa manera avanzar en la cadena valor.

España ha sido desde hace más de 100 años líder en neurociencias, fuimos pioneros con un avanzado a su tiempo como Santiago Ramón y Cajal. Se trata de sacar partido a esa trayectoria y apostar por tecnologías relacionadas con la conexión cerebro-máquina, que permitan una interacción con robots y ordenadores mucho más natural.

En Reino Unido, la contribución de las matemáticas al PIB del país se estima en el 43%. Grandes sectores como el asegurador, la logística o el financiero, pero también el energético o el industrial son, hoy en día, básicamente, datos. El Premio Princesa de Asturias de 2021 ha reconocido el papel de las matemáticas y la importancia de impulsarlas la educación, para que España lidere esta nueva economía.

Las videoconferencias, la socialización distanciada y mediatizada por dispositivos, han dado un nuevo sentido a las innovaciones de la realidad mixta, esa en la que resulta imposible distinguir el mundo virtual del físico. Estamos todavía muy detrás de lo que la tecnología permite en cuanto a comunicación, tenemos la oportunidad de dar un salto en realidad virtual y aumentada.

Una de las grandes contribuciones a la lucha contra la covid han sido los nanosensores, los ‘labs on a chip’, que nos han permitido identificar la presencia de anticuerpos de manera rápida y sensible. El informe detecta un enorme potencial en la utilización de este tipo de sensores en el Tercer Mundo, para identificar enfermedades que hoy en día tienen un diagnóstico difícil a bajo coste.

España es una potencia mundial en supercomputación, tenemos unas infraestructuras envidiables conectadas en red, es una herramienta que no podemos dejar pasar. Sin duda, debemos aprovecharlo, nos puede ayudar a despegar las matemáticas, liderar el uso de los dato o avanzar en el diseño de nuevos microprocesadores.

La agricultura de precisión es una necesidad para un país que sobreutiliza los fertilizantes, una práctica que puede acabar ocasionando problemas medioambientales muy graves, como se ha podido vivir en el Sureste español. Usamos además mal los recursos, como el agua, de modo que los nanosensores, el internet de las cosas, los satélites y los drones nos pueden permitir no sólo optimizar el uso del campo, sino también contribuir a repoblar España, dando mayor beneficio a las personas que trabajan en el campo.

La nanomedicina, por último, está desempeñando un papel muy importante en la resolución de la pandemia. Cada vacuna que hemos recibido incorpora unas pequeñas cápsulas, los liposomas, que contienen el ARN mensajero. No podría entrar en las células si no se hubiera investigado durante décadas en drug delivery, en suministro inteligente de medicamentos. En este caso, del material genético que se inocula por endocitosis.

Nunca se había realizado un ejercicio similar por parte de la ciencia. Ahora deberíamos corresponder el resto de la sociedad haciendo algo a lo que tampoco estamos muy acostumbrados: escucharles.

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