Después de varios intentos fallidos por el Covid, por fin el martes se pudo inaugurar. O si somos estrictos con el protocolo, visitar. La pandemia ha impedido a muchas empresas mostrar sus avances. Y en este caso merecía la pena. El edificio Innsomnia se blindó para un día de grandes medidas de seguridad. Las físicas y las cibernéticas que se presentaban.

El martes, a eso de las 11.30 de la mañana, el presidente de Telefónica España, Emilio Gayo, esperaba a las puertas del hub de Innsomnia, en la Marina de Valencia, a Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana. Después se sumaría al séquito el alcalde Joan Ribó. Inauguraron/visitaron el Centro de Ciberseguridad de Telefónica, fruto de la integración de su filial Eleven Paths y de la startup valenciana Govertis.

El Centro que dirige David Prieto, con un centenar de ingenieros, tiene una visión transversal de la ciberseguridad, abarca también el internet de las cosas y el gobierno, riesgo y compliance de las empresas. Un claro ejemplo de por dónde está entrando la ciberseguridad en el esqueleto vertebral de la gestión, hasta llegar a la cúpula de las empresas.

"El binomio ciberseguridad y digitalización no se puede separar". Las palabras de Emilio Gayo se aireaban con la brisa de la Marina de Valencia en una jornada, físicamente, de puertas abiertas. Ximo Puig lo explicaba desde la óptica de la administración: "Internet no puede ser una ciudad sin ley de fojaridos 2.0, sin rostro y con licencia para delinquir".

Especialización por regiones

Al hacer cada semana este repaso a lo mejor de D+I, una de las cosas que más me gusta es seguir los textos de Javier Arnau. Se puede observar en tiempo real cómo se está dibujando ese mapa de especializaciones regionales de la nueva economía digital de España. De momento la estrategia de la Comunidad Valenciana tiene tres patas: Inteligencia Artificial en Alicante y ciberseguridad y aceleradoras en Valencia.

El modelo de Galicia también privota sobre tres ejes: aviación no tripulada, salvamento marítimo inteligente y astilleros digitales. Y sobre todo ello, el viernes les contaba D+I cómo Galicia apuesta por un paraguas imprescindible para desarrollarlo: el 5G. Acuérdense que, en el antaño fin de la tierra, veremos los primeros taxis voladores de España. En ello están.

En Ibiza, aunque de momento con una apuesta muy modesta en lo económico, están buscando alternativas al monocultivo del turismo. Un fablab al más puro estilo del MIT, es una de sus estrategias para desarrollar la impresión 3D en industria, medicina y prototipado como sector económico. Con su clima no le faltarán los buenos desarrolladores, ellos sí podrán pagar los altos alquileres que condiciona el turismo.

En el País Vasco, la política y los empresarios se han tomado muy en serio esto de la digitalización desde siempre. Y compiten por ser los más destacados. Bien es cierto que el modelo público-privado de la aceleradora Bind 4.0 deja poco espacio para la competencia privada. Pero no por eso hay que ahorrarles los elogios a una gran apuesta.

Esta semana Bind 4.0 hizo pública su selección de 31 startups para la edición de este año. Su sistema consiste en lanzar retos cada ejercicio para 57 empresas tractoras a las que están digitalizando. Multinacionales de la talla de Mercedes, Ferrovial, Siemens, Gamesa, Iberdrola, Eroski o Unilever. Y con ello crean una buena base de scaleups, de pymes digitales.

Sello y 'kit' para pymes

Elena Arrieta contaba el jueves que el Gobierno prepara un "digital toolkit para pymes". Un paquete de herramientas digitalizadoras con el objetivo de pasar del 10% de ventas on line actual de las pequeñas empresas, a facturar por la red una cuarta parte de su negocio en cuatro años. Aspiración realista y bien dibujada. Para ello pondrá 3.000 millones sobre la mesa.

También se va a crear un sello pyme digital. Dejando claro que en principio toda iniciativa que contribuya al salto digital es buena,... esperemos que se otorgue y use con rigor. Tenemos muchos ejemplos de sellos gestionados desde la política que sirven para el circo y poco más. Flaco favor nos haríamos si ese sello acaba siendo una moda que todos ponen como banderita para difundir propaganda del Gobierno, al estilo del Plan E de Zapatero. Si se lanza, que sea un selecto reconocimiento para que el resto sigan determinadas estelas.

La realidad de la digitalización de las pymes es que tienen que cambiar de modelo con mucho más riesgo que las grandes. Es un momento muy difícil para los gestores, ven entrar menos facturación por el Covid y por la nueva competencia de la era digital. Y en ese contexto, deben tomar decisiones de gestión que cambien su modelo de negocio e invertir y arriesgar por ello, sin tener mucho conocimiento de la digitalización.

Está muy bien que el Gobierno cree un kit y un sello, pero lo que más van a agradecer las pymes y las startups es que la administración pague por adelantado esa inversión necesaria. Y no estamos hablando de que habiliten sistemas para que la banca entre en ese hueco a dar liquidez a costa de los pequeños. Sino que sea la propia administración quien o bien vaya con las ayudas por delante o asuma el coste financiero de usar a la banca y su burocracia. Liquidez, liquidez y rapidez. Son las mejores herramientas para un kit digital a las pymes. Y el mejor sello para que el Gobierno se haga publicidad.  

Nube, Amazon y queso

En lo internacional, las dos referencias de la semana son Salesforce y Amazon. La primera ha lanzado una plataforma en la nube para unir tecnología y salud. Un sistema donde los gobiernos nacionales y regionales puedan tener un registro, control y planificación de las vacunas y todos los avances que hay en medicina. Para ello piden un estándar común en las tecnologías. En el fondo no deja de ser un gran marketplace, movido como un sistema de innovación en abierto indirecto.

En Amazon, su fundador Jeff Bezos, sigue la estela de otros grandes triunfadores y deja paso. Cesará como CEO de la compañía que es líder en distribución física como todos sabemos, pero también de almacenamiento en la nube (Amazon Web Services). Entre su legado, deja un kit de buenos consejos a las pymes y al resto de empresas de la era digital. Como explicaba el miércoles en D+I Rosa Jiménez desde Miami, su lema es: "Still day one". Todavía es el primer día. Y los cuatro pilares de su gestión: Obsesión por el cliente; tomar decisiones de alta calidad rápidamente; centrarse en los resultados por encima de las operaciones y adoptar tendencias del exterior con celeridad.

 Amazon es admirado y odiado. Es el mercado. Le ha robado el queso a una buena parte del comercio. Pero el queso que no nos pueden robar es el Idiazábal. Miren qué historias tan bonitas nos encontramos a veces. Desde hace años la Universidad del País Vasco estudia cómo preservar este queso, fruto de la mezcla de varios, donde es fundamental la leche de oveja que procede del pastoreo. El sabor no es el mismo si viene de ovejas en cautividad.

En estos años la Universidad ha estudiado muy bien cómo debe cuidarse cada paso y esos estándares los ha comunicado a los productores tradicionales, pequeñas queserías diseminadas. La Universidad aprende de los queseros y éstos de la Universidad. El problema viene ahora con los estudios de sostenibilidad del negocio a medio plazo. No saben si será viable, si se mantendrá el pastoreo en la era de la digitalización. Qué reto tan bonito para Bind 4.0. De la misma forma que lanzan desafíos para grandes empresas con apoyo del Gobierno Vasco, ¿podrían lanzar uno para pastorear las ovejas con tecnología?... ¿Y por qué no?

** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux Digital Group.