Hans Roth, vicepresidente y director general de Red Hat para EMEA.

Hans Roth, vicepresidente y director general de Red Hat para EMEA.

Tecnológicas ENTREVISTA

Hans Roth (Red Hat): "La nube pública nunca va a encajarle a todas las empresas"

El nuevo líder de la compañía de código abierto para Europa analiza con D+I su relación con IBM, el paso a la nube híbrida y la presión de sus rivales.

27 febrero, 2022 04:36
Madrid

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A principios de este año, Hans Roth se hacía con el control de Red Hat en Europa, Oriente Medio y África. Este directivo, con veinte años de experiencia a sus espaldas, volvía así a la región -y a Múnich- después de varios años en Estados Unidos como líder de servicios globales y habilitación técnica en esta misma compañía, corazón rojo del Gigante Azul, IBM.

Un nombramiento que ya es relevante de por sí, pero aún cobra más importancia si tenemos en cuenta a quien sucede Roth: nada menos que al histórico Werner Knoblich, el hombre que levantó esta multinacional en EMEA desde la nada, cuando en 2003 apenas contaba con 300 empleados en la región. Bajo su mando, Red Hat se expandió a 16 países y se consolidó como la gran empresa de software empresarial de código abierto y de nube híbrida que es hoy en día.

"Knoblich era un líder muy fuerte, solía bromear con él con que la empresa era como su hijo y que la había visto crecer durante 18 años, desde el colegio hasta la universidad. Ahora ya es el momento en que ese niño deja su casa y a sus padres y se va a estudiar fuera", detalla Roth en entrevista con D+I. "Nos deja un legado impresionante de presencia en el mercado, con presencia en 33 ciudades de toda la región de EMEA, independientes de la huella que tienen nuestros padres de IBM".

Sin embargo, Roth está convencido de que ese exitoso crecimiento "estaba algo limitado por sí mismo". "En cuanto estás en todos los mercados, en los principales clientes y en todas partes, lo que toca es profundizar en la creación de valor. Y para eso necesitamos una visión más centralizada y armonizada", reconoce el ejecutivo.

¿Cómo se traducen esas palabras en los planes inmediatos de Hans Roth? Más allá de seguir profundizando en su huella geográfica -con la apertura de sedes en Egipto y Eslovaquia a lo largo de los próximos meses-, el nuevo líder de Red Hat plantea ampliar sus conexiones con los grandes hiperescalares (AWS y Microsoft) y con las grandes consultoras (Accenture, Deloitte...) al mismo tiempo que con sus socios locales (los partners e integradores en cada país).

La cebolla de Hans Roth

Hans Roth se incorporó hace cinco años a Red Hat, después de una larga década al servicio de Hewlett Packard Enterprise. En ese tiempo, como decimos, ha pasado de Múnich a EEUU con cargo global y, ahora, de vuelta a Alemania para comandar la estrategia de la compañía en la segunda región más importante para la enseña, por detrás de las Américas como suele ser habitual.

Tiempo más que suficiente para que nuestro protagonista haya desarrollado su propia concepción de Red Hat, empleando para ello la clásica analogía de la cebolla. 

"En primer lugar, tenemos una gran oportunidad con los entornos de 'cloud' híbrida, como parte fundacional sobre la que desarrollar microservicios y contenedores, yendo hacia el 'edge computing'. La forma en que lo hacemos es con varias capas de la cebolla: acabamos de segmentar el mercado de una manera que nos permita escalar y aprovechar nuestra posición de fortaleza para impulsar la adopción de nuestra tecnología", explica el ejecutivo.

"La mayoría de empresas ya están de acuerdo en que el código abierto es el motor de la innovación, la base sobre la que se construyen las plataformas más innovadoras y seguras del mundo. Y el reto está en llevar más y más cargas críticas a estos entornos abiertos de nube híbrida", añade.

La segunda capa de la cebolla de Hans Roth es el ya mentado acercamiento comercial a tres bandas -hiperescalares, grandes firmas IT y socios locales- . Pero la tercera capa es la que más orgullo transmite en la voz de este directivo: "El legado de código abierto y de trabajo con las comunidades, en todos los rincones del mundo, que nos permiten no sólo impulsar nuestros desarrollos sino nutrirnos de esa idea de comunidad, de abrirnos y mirar a la innovación con otras miras".

El Gigante Azul se tiñe de rojo

Desde que IBM se hiciera con el control de Red Hat, allá por 2019, a cambio de 34.000 millones de dólares, el Gigante Azul se ha ido tiñendo de rojo a pasos agigantados. Así lo hacíamos notar ya en 2020 en D+I tras una de las primeras intervenciones de Arvind Krishna y, también, quedó patente en la entrevista en exclusiva que mantuvimos con Paul Cormier, CEO mundial de Red Hat (y a la sazón, jefe de nuestro interlocutor de hoy).

Pero, ¿hasta qué punto la influencia es bidireccional? ¿Ha conseguido IBM, en plena reinvención tras la escisión con Kyndryl y con notorios cambios en su liderazgo, entrar en el corazón de la icónica firma del sombrero rojo?

"Haría mal comentando sobre temas de IBM y Kyndryl, pero sí que podemos afirmar que realmente están incorporando nuestra tecnología en sus productos y servicios, al igual que nosotros aprovechamos su vasto conocimiento en áreas como la inteligencia artificial. Pero cuando compras una empresa por tanto dinero, que no tiene más que grandes personas y grandes clientes, obviamente lo que buscas es refrescar tu cartera", indica Roth.

"Pero nosotros seguimos operando, cada día, como una empresa independiente. Lo único que ha cambiado es que hemos pasado de tener tres o cuatro inversores institucionales a un único inversor, que es IBM. Nosotros somos responsables de nuestros números ante este inversor, pero ellos no tienen acceso a ninguna información nuestra. Claro que buscamos sinergias con ellos, pero no somos dependientes en absoluto, únicamente nos aliamos cuando tiene sentido para los clientes", aclara.

De la nube híbrida hacia la hiperconvergencia

Entrando ya en materia tecnológica, el concepto de 'cloud' híbrida es fundamental para comprender la estrategia de Red Hat en estos momentos. Un modelo que aúna lo mejor de las nubes públicas (flexibilidad y escalabilidad) con los entornos tradicionales donde todavía radican muchas cargas críticas y sistemas 'legacy'. Una convivencia frágil pero esencial para la mayoría de compañías y gobiernos del planeta, a pesar de que los discursos de los grandes hiperescalares intenten llevarnos por otros derroteros.

"Muchas compañías querían subirse a la nube pública pero pronto se dieron cuenta de que no es tan fácil moverlo todo para allá. Nunca va a encajarle al 100% a todas las empresas", reconoce Hans Roth. "Todavía recuerdo hace 20 años, cuando estaba en HP, y creíamos que la gran oportunidad estaba en construir centros de datos propios en todas partes. Pero no sucedió de esa manera y en este caso ocurrirá lo mismo: no habrá un entorno único para todos".

Sea como sea, la migración hacia la nube trae consigo la reinvención de muchas aplicaciones y procesos, también de modernización de aplicaciones heredadas y su conexión con muchas otras más modernas por medio de APIs. La estandarización (no sólo para simplificar cargas sino también para evitar quedarse encerrados en un único fabricante) y la 'contenerización' son aspectos que Hans Roth considera esenciales y en el que ese nexo híbrido puede convertirse "en las ventanas de los centros de datos".

Los contenedores -terreno en el que Red Hat fue pionero y, hoy en día, sigue ostentando el liderazgo con OpenShift frente a las propuestas de fabricantes como VMware- son precisamente la gran propuesta de base para poder mover aplicaciones y construir los modernos despliegues TIC. "No voy a entrar en comparativas", aclara el directivo ante la pregunta sobre los comentarios agresivos de sus rivales que buscan robar cuota de mercado. "Pero sí puedo decir que nuestro modelo es único, modular y la base sobre la que se construyen multitud de proyectos".

Hablando de estandarización y de unirlo todo, la hiperconvergencia es el destino final: la capacidad de orquestar todos los sistemas y servicios tecnológicos, creando microservicios y balanceando cargas de manera sencilla y, sobre todo, segura. Para alcanzar esa meta, Red Hat selló el pasado curso una importante alianza con Nutanix, con quien trabajan "para identificar oportunidades comunes, con un modelo que nos permita llevar nuestras herramientas allá donde sean necesarias".