Christian Yarlequé, investigador del INAIGEM, durante una expedición al Huascarán, la cumbre nevada más alta de los Andes peruanos.

Christian Yarlequé, investigador del INAIGEM, durante una expedición al Huascarán, la cumbre nevada más alta de los Andes peruanos.

Investigación

El deshielo de los glaciares de los Andes peruanos: una lucha contra el cambio climático con el 'big data' como arma secreta

El Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña emplea la nube para procesar los datos y realizar pronósticos.

5 septiembre, 2021 02:52

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La Palcacocha es una laguna de origen glaciar, localizada en la cordillera de los Andes peruanos a poco más de 20 kilómetros de la ciudad de Huaraz. En 1941, una avalancha provocada por el derrumbe de un bloque de hielo, la desbordó y el agua llegó hasta el área urbana llevándose la vida de al menos 1.800 personas. 

Tras 80 años de este suceso, el peligro no sólo persiste sino que se ha incrementado. El deshielo de los glaciares, acelerado por el calentamiento global de la Tierra, ha provocado un aumento del volumen del agua de esta laguna y de otras localizadas en distintos puntos del país.

Para estudiar las probabilidades de un nuevo desprendimiento en esta región, en 2017 un equipo de trabajo del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM), adscrito al Ministerio del Ambiente de Perú, inició un proyecto para pronosticar con suficiente antelación este tipo de fenómenos y salvar vidas.

“Nuestro objetivo es implementar este sistema en esta y en otras lagunas que suponen un peligro para la población y tener una red nacional para emitir alertas cuando se detecte un posible riesgo”, explica Christian Yarlequé, subdirector de Información y Análisis de la Dirección de Información y Gestión del Conocimiento en INAIGEM, en conversación con D+I.

Aunque la investigación se está llevando a cabo en la Palcacocha, la intención es aplicarla en al menos 50 lagunas glaciares más.

Vigilancia desde la nube

Este proyecto del INAIGEM consta de tres fases. Para la primera de ellas, la toma de datos, se han usado imágenes satelitales y sensores para hacer un seguimiento del progreso del deshielo de los glaciares y tratar de entender lo que sucede en esta zona.

Este año ya han empezado a abordar la segunda de las etapas del programa: el análisis de esa información para desarrollar un sistema de alertas fiable. Para el diseño de estos modelo están apoyándose en herramientas de Amazon Web Services (AWS).

“Almacenar y administrar todos los datos requiere del uso de la tecnología, concretamente de la nube. Sólo así es posible gestionar, analizar y trabajar con la información recogida durante estos años de forma eficiente”, recalca Yarlequé.

Las primeras conclusiones no se han hecho esperar y no son muy optimistas. Dentro de 20 años, se prevé que la mitad de los glaciares del país andino habrán desaparecido y para finales de este siglo sólo dos de ellos permanecerán en el tramo de los Andes que atraviesa Perú. 

“El cambio se sentirá en toda la región de la Amazonía a medida que aumente la temperatura del planeta, aunque es en los Andes donde se está produciendo antes el impacto. Lo que sucede aquí nos va a enseñar mucho sobre lo que va a ocurrir en lugares similares”, afirma Yarlequé.

Los mismos sensores y la misma infraestructura de recopilación de datos también ayudarán a las agencias peruanas a identificar y predecir deslizamientos de tierra, terremotos, inundaciones y otros efectos del derretimiento de los glaciares.

Información para salvar el planeta

Tras la toma de datos y el análisis de la información, la tercera etapa es la de difusión de la información, que esperan poder abordar cuando tengan la primera versión del sistema a lo largo del próximo año. 

“Una vez desarrollado el sistema, el siguiente paso es alertar a población cuando se desprenda el trozo de un glaciar para que tengan tiempo para reaccionar. El objetivo final es salvar vidas”, apostilla en investigador.

El empleo de técnicas basadas en inteligencia artificial es lo que les permite al equipo de trabajo desarrollar los algoritmos capaces de alertar sobre posibles avalanchas y reportar esa información a las autoridades que toman las decisiones.

“En situaciones como las que se vivió en Huaraz hace varias décadas, unos minutos pueden ser cruciales para escapar de la catástrofe”, asegura Yarlaqué. Recibir un SMS con el aviso de riesgo es una de las opciones posibles para avisar del peligro.

Aunque el proyecto cuenta con el apoyo del Estado, necesita acelerarse para que la velocidad a la que se está produciendo el deshielo de los glaciares no les coja la delantera. Actualmente, el equipo está formado por 12 personas, cinco de ellas trabajando directamente en la investigación.

Junto al coste medioambiental y el riesgo ante la pérdida de vidas humanas, el investigador recalca que la desaparición de los glaciares también tendrá un impacto económico porque “el paisaje cambiará y es previsible que los turistas cambien su destino”; científico, ya que “los glaciares contienen evidencias de climas pasados desde hace 10.000 años y esa huella se perderá”; y cultural: “Los pueblos andinos perderán su forma de vida y es probable que los cultivos, acostumbramos a elevadas altitudes, no se adapten al nuevo paisaje”.

Antes de despedirse desde las instalaciones de INAIGEM, Yarlaqué lanza un mensaje para concluir: “Invitamos a colaborar a todo aquel que esté interesado en estudiar cómo progresa el deshielo de los glaciares para ir más rápido y paliar así sus efectos”.