Esta biomembrana antitumoral fabricada con nanofibras se ha implantado de forma segura en un paciente

Esta biomembrana antitumoral fabricada con nanofibras se ha implantado de forma segura en un paciente

Investigación

Esta biomembrana antitumoral fabricada con nanofibras se ha implantado de forma segura en un paciente

La plataforma tecnológica de la startup española Cebiotex y su biomembrana CEB-01 ya está patentada en Estados Unidos, la Unión Europea y China. Se implanta sobre el lecho quirúrgico después de la extracción de un tumor y libera altas dosis de un fármaco quimioterápico con la intención de mejorar el pronóstico

10 noviembre, 2020 11:00

El sueño de Joan Bertran, ingeniero textil y cofundador de Cebiotex, empieza a hacerse realidad: facilitar herramientas a los cirujanos oncológicos para aplicar una terapia no invasiva para el cáncer infantil y otras enfermedades minoritarias al asegurar que "el lecho quirúrgico queda libre de células cancerosas tras la extirpación de un tumor, evitando tanto su reproducción como los efectos secundarios de la quimioterapia y, sobre todo, de la radioterapia en el caso de los pacientes pediátricos", explican desde esta spin off de la Universitat Politècnica de Catalunya y del Hospital Sant Joan de Déu.

Casi 11 años después del inicio de esta aventura científica, tecnológica y clínica iniciada por Cebiotex en colaboración con el Hospital Sant Joan de Déu y el Institutode Investigación Textil y Cooperación Industrial de Terrassa (Intexter) de la Universitat Politècnica de Catalunya-BarcelonaTech (UPC), la biomembrana CEB01 ha sido implantada dentro del cuerpo de un paciente en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.

CEB-01 está fabricada a partir de nanofibras biocompatibles y bioabsorbibles y libera localmente y de forma segura altas dosis del quimioterápico SN-38, actualmente administrado en la quimioterapia convencional, sobre el lecho quirúrgico después de la extracción de un tumor, con el objetivo de eliminar restos de células tumorales que hayan podido permanecer en él.

Patentes y ronda de inversión

La colaboración de "un equipo multidisciplinario" formado por Cebiotex, el Hospital Sant Joan de Déu, el INTEXTER de la UPC y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau ha sido "una de las claves para que el proyecto avance hasta llegar a la etapa de comercialización", señalan en este comunicado.

La plataforma tecnológica Cebiotex y la biomembrana CEB-01 están patentadas en los Estados Unidos, la Unión Europea y China. Además, Cebiotex dispone de la certificación GMP (Good Manufacturing Practices, por sus siglas en inglés) de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitaros (AEMPS), que le permite fabricar bajo calidad farmacéutica y poder implantar sus biomembranas en humanos.

En 2019 obtuvo la Orphan Drug Designation (ODD) en Sarcomas de Tejidos Blandos por la Agencia del Medicamento Europea (EMA) y la Comisión Europea, certificación que presenta ventajas como la exclusividad de mercado en la UE, y que facilita la aceleración de su desarrollo para la aplicación en cáncer infantil y enfermedades minoritarias.

Para avanzar en el desarrollo de este tratamiento Cebiotex lanza una ronda de inversión para captar 1,6 millones de euros, fondos con los que se quiere financiar la fase clínica 2a, que consistirá en implantar CEB-01 en 21 pacientes adultos con Sarcoma de Tejidos Blandos en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. El siguiente paso será conseguir su gran objetivo: iniciar los estudios clínicos con pacientes oncológicos pediátricos en el Hospital Sant Joan de Déu. En un futuro, se prevé que la plataforma tecnológica Cebiotex se pueda aplicar a otros tipos de cáncer, infecciones y terapias avanzadas.

Joan Bertran, fundador y CEO de Cebiotex, incide en que actualmente “existe una necesidad médica no cubierta en oncología y cirugía: asegurar que el lecho quirúrgico quede libre de células cancerosas después de extirpar un tumor”. Así, destaca que la membrana CEB-01, compatible con el actual ‘Standard of Care’, “soluciona esta necesidad ofreciendo una opción de tratamiento local intenso durante el periodo de tiempo en el que no se puede administrar ninguna otra terapia, hasta cuatro semanas después de la cirugía. Por eso, creo que los inversores cada vez ven más claro el extraordinario impacto y potencial del proyecto desde el punto de vista social económico, de liquidez y rentabilidad”.

Por su parte, el investigador del Intexter de la UPC José Antonio Tornero recuerda que hay que tener en cuenta “el carácter farmacológico de la biomembrana y los estándares de calidad y de esterilización extremadamente rigurosos a los que obliga la industria farmacéutica”. Para obtener las nanofibras con las que está fabricada la CEB-01, añade, “hemos optado por un polímero biocompatible y bioabsorbible para el cuerpo humano como es el PLGA y lo hemos fabricado con la tecnología de electrospinning”.

Tornero subraya que se ha comprobado que el resultado es “altamente efectivo”, porque “libera el fármaco en altas dosis sostenidas terapéuticas de modo localizado, siendo el mismo cuerpo el que se encarga de absorber y expulsar la membrana de una manera natural una vez el fármaco ha quedado totalmente liberado”.

El xoordinador del Programa de Cirugía Oncológica del Hospital Sant Joan de Déu Lucas Krauel está convencido que “con este enfoque tan innovador en el que ya llevamos un tiempo trabajando, disminuiremos los efectos secundarios que produce la quimioterapia pero, sobre todo, la radioterapia en los casos de cáncer infantil”. Según concluye el doctor Krauel, “de hecho, los más pequeños son los grandes olvidados de la industria farmacéutica, y la membrana CEB-01 abre las puertas para una oncología pediátrica mucho más efectiva”.