Clint, el cartón que surge de las secadoras

Clint, el cartón que surge de las secadoras

Investigación

Clint, el cartón que surge de las secadoras

Se trata de un nuevo material versátil y reciclable, fabricado a partir de los residuos textiles que quedan en los filtros de las máquinas secadoras industriales

9 julio, 2020 18:45

Clint es un nuevo material versátil y reciclable, fabricado a partir de los residuos textiles que quedan en los filtros de las máquinas secadoras industriales. Con Clint, de aspecto y características muy similar a las del cartón, se avanza hacia un nuevo modelo de economía circular en lavandería industrial y se da un paso más hacia el deseado residuo cero en la industria.

Lo han creado los alumnos de Materiales Avanzados del grado de Ingeniería de Diseño Industrial y el programa de Estudios Simultáneos de la Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona, y Girbau Lab, la plataforma de innovación abierta de la firma Girbau, uno de los principales grupos en la fabricación de soluciones para la lavandería industrial en el mundo.

La innovación radica en el origen mismo de la materia prima -la pelusa que retienen los filtros de las secadoras- y en las aplicaciones que pueden adivinarse, entre ellas, en el sector de la papelería y la impresión artesana. Clint recupera la esencia de los procesos artesanales, ya que se fabrica con la colaboración del Molí Paperer, empresa de Capellades, desde donde se ha producido el material papelero necesario para los nuevos usos y aplicaciones, y de Letter Cotton, un taller de impresión creativa.

Elisava y Girbau están estudiando las posibles aplicaciones del nuevo material, más allá de la papelería. Apuntan que, entre otras, Clint podría substituir el uso de ciertos materiales plásticos o ser utilizado en packaging. Lo cierto es que la reutilización del residuo de pelusa, hasta ahora despreciado y con un coste asociado, permitirá minimizar el impacto ambiental en el proceso, convirtiéndolo en sostenible, sobre todo considerando que diariamente las másquinas de Girbau lavan en todo el mundo alrededor de 25.000 toneladas de ropa.

El nuevo material supera ya el hecho de ser de nueva creación y solo nacer se ha convertido en una pieza más del modelo de circularidad. Supone, de momento, un avance en la actividad de la lavandería industrial, al reducir y revalorizar los residuos textiles, además de canalizarlo hacia nuevas aplicaciones.