Una de las aplicaciones podría ser mejorar el almacenamiento de energía.

Una de las aplicaciones podría ser mejorar el almacenamiento de energía.

Investigación

Del grafeno al antimoneno: crean un método para la producción industrial de este nuevo material

Sus propiedades electroquímicas y su “gap electrónico“ puede revolucionar el almacenamiento de energía, explican los investigadores españoles que han desarrollado este método

26 noviembre, 2019 12:32

Un equipo internacional, liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid, ha descrito un método que permite escalar de forma industrial la producción de antimoneno, uno de los nuevos materiales bidimensionales más prometedores en nanotecnología.

El antimoneno es un material bidimensional compuesto exclusivamente por átomos de antimonio. En 2015 ya se predijo "su extraordinario gap electrónico" (característica de los materiales semiconductores), por lo que se convirtió en un candidato para infinidad de aplicaciones tecnológicas.

Un año después, un equipo del Instituto de Investigación Avanzada en Ciencias Químicas (IAdChem) de la Universidad Autónoma de Madrid logró desarrollar un método para su obtención experimental. Ahora, el mismo equipo, junto a investigadores de la Universidad de Valencia y la Universidad de Erlangen-Nuremberg (Alemania), han desarrollado un método, descrito en el Journal of Materials Chemistry A, que permitirá la obtención a escala industrial de antimoneno de alta calidad mediante técnicas de exfoliación en fase líquida.

“Realizamos un estudio sistemático de las variables que afectan el proceso de producción de antimoneno, con el fin de aumentar su rendimiento sin que esto supusiese un empeoramiento de la calidad del material obtenido“, explica Félix Zamora, codirector del presente trabajo.

Además, a modo de prueba de concepto, han podido demostrar la validez del método desarrollado utilizando el antimoneno producido como “catalizador en la reacción de evolución de hidrógeno o HER”.

Por su parte, Gonzalo Abellán, codirector del trabajo junto a Zamora, destaca que este trabajo ha permitido “romper la barrera de la obtención de este nanomaterial a gran escala“, así como el estudio de sus propiedades electroquímicas, lo que le abre las puertas a una potencial aplicación en campos como el almacenamiento de energía o la catálisis.

Materiales para nanociencia

El descubrimiento en 2004 del grafeno (láminas bidimensionales de átomos de carbono organizados en un patrón hexagonal) revolucionó el mundo de la nanociencia, recuerdan desde la Universidad Autónoma de Madrid. “Su extraordinario éxito originó la aparición de una nueva familia de materiales análogos que buscaban potenciar sus aplicaciones“.

Uno de los inconvenientes del grafeno es que no tiene gap electrónico, lo que limita su uso en algunas aplicaciones. Los dicalcogenuros de metales de transición, compuestos formados por un metal de transición y azufre o selenio, sí presentan dicho gap en sus formas bidimensionales, pero en un rango inapropiado para algunas aplicaciones, señalan los investigadores.

El antimonio, elemento que se encuentra situado por debajo del fósforo en el mismo grupo del sistema periódico, presenta una estructura laminar. El antimoneno, alótropo derivado del antimonio, posee además una estructura electrónica con el gap deseable para aplicaciones optoelectrónicas.