La incertidumbre ante lo que sucederá en los próximos meses prevalece en todos los sectores de actividad. Las compañías tratan de adaptarse a un nuevo contexto en el que resiliencia y digitalización parecen ser la clave para una reactivación en la que, de momento, hay que limitar los contactos. Una condición que en sectores como el inmobiliario determina la mayoría de sus procesos.

Para derribar esas barreras que impiden mantener una relación presencial, las empresas de este ámbito han precipitado sus planes de transformación digital. Hasta ahora, esta evolución estaba siendo más gradual en comparación con otros sectores, como el financiero, farmacéutico o aeronáutico. 

Sin embargo, según el informe ‘Real Estate Post-COVID-19’ elaborado por KPMG, y en el que han participado los principales CEOs del sector, para el 33% de los entrevistados es una prioridad estratégica para los próximos 12 meses.

“Esta crisis sanitaria transformará de manera transversal a todas las tipologías del sector inmobiliario con el fin de adaptarse a los nuevos hábitos de demanda”, sostiene Javier López Torres, senior advisor de Real Estate de la firma de consultoría.

“En este sentido, ciertos activos se vieron directamente perjudicados por el confinamiento, como la mayoría del retail y el sector hotelero; pero otros segmentos, como el residencial, oficinas, industrial y logístico, se verán más afectados por la futura evolución de indicadores como el PIB, desempleo y consumo”, advierte López Torres a D+I.

Interacciones en entornos virtuales

De cara al cliente ya se están implementando soluciones que facilitan la interacción y reducir el riesgo de contagio. Entre ellas, herramientas de videoconferencia, inmersión virtual para mostrar el producto, blogs con contenido atractivo, redes sociales o chats instantáneos que faciliten las transacciones sin necesidad de contacto físico.

El experto de KPMG cree que “si bien, todas ellas cobrarán gran relevancia en la operativa del día a día, su coordinación e integración bajo una estrategia global que permita la operatividad con herramientas heredadas será imprescindible para llegar a un caso de éxito”.

Esta crisis sanitaria transformará de manera transversal a todas las tipologías del sector inmobiliario con el fin de adaptarse a los nuevos hábitos de demanda

En la búsqueda de esos entornos de interacción online, una de las nuevas tendencias es el empleo de tours virtuales. Al agente inmobiliario le aporta valor, tanto en la captación de clientes como en la comercialización del activo, y es un contenido que ofrece varias ventajas al posible comprador.

“La realidad virtual se utiliza para acercar viviendas ya construidas a los potenciales interesados que desean conocer la disposición y el estado actual del inmueble. De esta manera se crea una experiencia de búsqueda que no implique la visita y, por tanto, no se invierte tiempo innecesario para ver cómo son decenas de inmuebles”, describe Carlos Carrión, country manager de Realisti.co.

La aplicación desarrollada por esta startup, formada en 2015, permite a los agentes generar su propio contenido inmersivo utilizando cámaras 360. Una vez tengan creada esa visita virtual pueden integrarla en diferentes portales inmobiliarios.

Tasación digital e hipotecas tecnológicas

Cuando un cliente se decide finalmente por un inmueble, a continuación le esperan varios trámites que es imprescindible cumplimentar hasta convertirse en propietario. La necesaria digitalización del sector inmobiliario también pasa por ofrecer herramientas que faciliten estas transacciones minimizando la presencia física. Una de ellas es la tasación.

En el Instituto de Valoraciones (IV) han desarrollado un método propio basado en técnicas de big data e inteligencia artificial que automatiza este servicio .“Estas tecnologías nos permiten, entre otras cosas, realizar tanto valoraciones automáticas de un activo concreto como valoraciones masivas de carteras de activos por medio de algoritmos. El sistema se encarga del procesamiento, análisis y representación de datos, tanto del sector inmobiliario como de los principales sectores que pueden influir en su comportamento”, describe Laura Barroso, responsable de marketing digital de IV.

Las tecnologías de big data e inteligencia artificial pemiten realizar valoraciones automáticas de un activo concreto y de carteras masivas por medio de algoritmos

De las variaciones del mercado también depende la concesión de la hipoteca, probablemente el trámite más laborioso de todo el proceso de compra. Junto con la búsqueda del inmueble, es al que más tiempo hay que dedicarle hasta encontrar la opción más ventajosa. Para ello hay que tener en consideración múltiples variables, como el tipo de hipoteca (fija o variable), el diferencial (incremento que se aplica respecto al índice de referencia Euribor), gastos asociados (en su apertura o cancelación) y la contratación de productos vinculados (seguros de vida y hogar).

Las hipotecas tecnológicas, conocidas ya como hipotech, aplican la tecnología a todo el proceso. “Escanean múltiples prestamistas bancarios, presentan ofertas personalizadas a los usuarios y les acompaña en todo el procedimiento; desde la búsqueda, selección de la contratación y trámites burocráticos, hasta casi la firma de la hipoteca. Todo ello desde su ordenador, tablet o dispositivo móvil”, explica Juan Ferrer, CEO de HIPOO, a D+I.

Los beneficios que proporcionan las hipotech son principalmente un mayor ahorro y comodidad, más certeza y transparencia. Así, gracias a los algoritmos y preguntas que hace un chatbot una herramienta como HIPPO es capaz de concluir si se cumple o no con los criterios de riesgos de las entidades. “Esta aprobación previa permite al comprador saber si le van a conceder el préstamo, así como las condiciones del mismo incluso antes de que decida cerrar la operación”, apunta Ferrer.

Aunque el sector está avanzando a buen ritmo, los próximos meses serán clave para consolidar esta transformación. Solo aquellas compañías que, según López Torres, “sostengan una visión estratégica centrada en el cliente, una explotación de datos a los efectos de optimizar los procesos y un cambio cultural hacia la digitalización obtendrán una ventaja competitiva sobre el resto que les permitirá un crecimiento más sólido y sostenible en el tiempo”.