El futuro nos depara alimentos ahora vistos como imposibles. Marius Robles, CEO y cofundador de Reimagine Food, expuso esta semana en Barcelona, en el marco de la feria Alimentaria, las tendencias que ya están llegando a las mesas de los restaurantes, los lineales de los supermercados y que pronto se instalaran en nuestras neveras. No es ciencia ficción por mucho que nos transporte a ella.

Proteínas animales y vegetales que dan forma a nuevas hamburguesas, microalgas marinas que se transforman en salmón, nuestro desayuno habitual acompañado por café en un solo recipiente, bacon crujiente producido a base de algas marinas, pasta elaborada con plantas del mar y un largo etcétera que incorporará también muy pronto los alimentos modificados y los inteligentes, y las dietas ultrapersonalizadas hasta límites insospechados.

Carne en la que no se encuentra ni rastro de vaca, pero que evoca la textura, el sabor y el aroma de la carne de siempre. La Impossible Burger de la norteamericana Impossible Foods aboga por la sostenibilidad del planeta y indica un posible camino para acabar con la hambruna en el mundo. Para elaborar una hamburguesa al uso, no utiliza ni una porción de carne. Al prescindir de la vaca, solo se sirve de una fracción de los recursos naturales, entre ellos un 74% menos de agua, a la vez que genera un 87% menos de emisiones de gases de efecto invernadero. Está hecha de vegetales e insectos, proteínas en estado puro.

La francesa Odontella se sirve de microalgas marinas para construir un salmón ahumado de gusto, aroma, textura y aspecto idéntico al que estamos acostumbrados a consumir. La californiana Soylent, que a través de 33 componentes químicos proporciona recipientes de multitud de sabores que contienen todo lo necesario para la alimentación diaria o el desayuno completo. Los ejemplos de empresas innovadoras que proponen esta nueva alimentación han dejado de ser anécdota.

Una visitante de Alimentaria 2018 ante uno de los expositores.

Cada vez es mayor el número de empresas que innovan en producto sostenible y de laboratorio, y los inversores apuestan por esta nueva alimentación. La norteamericana Wild Type, por nombrar solo un ejemplo, recaudó de los inversores 3,5 millones de dólares el pasado marzo para reinventar la carne en los laboratorios, más adecuada a las necesidades alimenticias de las personas, eliminando las grasas y otros elementos poco saludables y, sobre todo, haciendo más accesible este producto.

Coco, soja, aminoácidos o vitaminas substituyen elementos dañinos para la salud, por injerirlos en exceso, que incluyen los alimentos que hoy consumimos. Las proteínas de laboratorio toman la mesa. Los alimentos modificados y los inteligentes, los que comeremos con un chip incorporado que indicaran que es lo que necesitamos según nuestra constitución y nuestra actividad física diaria.

Estos serán la base para las dietas hiperpersonalizadas, que nos ofrecerán la alimentación perfecta. Ni una caloría de más ni un trozo de chocolate de menos. Y con ellos también llega una nueva manera de elaborarlos, de hacer más sostenible la agricultura, de trabajar en el laboratorio para que la alimentación sea más llevadera para la Tierra y cunda más para el ser humano.