Hay proyectos que reconcilian con el ser humano y confirman que la tecnología alcanza su máxima razón de ser cuando contribuye a que las personas que más lo necesitan tengan una vida mejor. El proyecto emprendedor de Antonio Sánchez Káiser y su mujer Mónica Hernández Jiménez es el claro ejemplo de este paradigma.

Estos emprendedores, ambos ingenieros y docentes, encontraron en el nacimiento de su hija la motivación más poderosa para dejar lo que había sido hasta ese momento su faceta profesional e iniciar una aventura disruptiva que ahora comienza a cosechar éxitos y reconocimientos.

Aunque el mayor premio que podían obtener es el que comprueban día a día con el progreso que su hija y miles de personas como ella, con una baja audición o visión, experimentan en sus procesos de formación y acceso a la información. ¿Qué mayor sentido podría tener la tecnología?

Así nació Bemyvega. Lo que empezó como una pequeña revolución para mejorar el acceso a la formación de su hija Vega se ha convertido en la actualidad en uno de los proyectos más innovadores y demandados en la Región de Murcia. 

Pero lejos de este tipo de distinciones, Antonio Sánchez ya ha logrado que "el proyecto de su vida" sea una realidad cada vez más presente en diferentes instituciones públicas y privadas, de forma que facilita a numerosas personas con discapacidad visual y auditiva en su acceso a la formación.

Transformación digital, oportunidad para todos

"Me hace muy feliz por poder contribuir un poco a mejorar las condiciones en el acceso a la formación", afirma a D+I el cofundador.

La transformación digital ha irrumpido con fuerza en nuestra sociedad, cambiando la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno. "Esta revolución aplica de forma particular a las personas con discapacidad, para quienes los avances tecnológicos suponen poder, en muchos casos, superar las barreras que tradicionalmente han enfrentado en su día a día", explica el impulsor.

La inclusión de personas con discapacidad se refleja en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que compromete a todos los Estados miembros de la ONU a no dejar a nadie atrás.

La Agenda 2030 reconoce a las personas con discapacidad como grupo vulnerable, y varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se refieren explícitamente a ellas, como el Objetivo 4 (Educación de calidad), 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), 10 (Reducción de las desigualdades), 11 (Ciudades y comunidades sostenibles).

Antonio Sánchez Káiser, Mónica Hernández Jiménez y su hija Vega junto a la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño.

En este contexto y con la experiencia de Antonio y Mónica de ser padres arranca y tiene razón de ser Bemyvega. 

"El nacimiento de mi hija me hizo reinventarme en muchas facetas de mi vida. En el aspecto profesional, yo trabajaba como profesor desarrollando investigación en el campo de la mecánica de fluidos. El primer cambio llegó ahí", relata Antonio Sánchez Káiser.

"En el plano personal también supuso una transformación completa de mi vida. Aprendes a tener una empatía diferente con las personas. Bemyvega me ha aportado eso, el ser sensible a otras realidades y otras dificultades y a ser, desde mi punto de vista, una mejor persona".

Pero ¿cómo ayuda su tecnología a las personas con dificultades de visión y audición?  Se trata de una solución que recoge experiencias formativas completas y se las facilita a todas aquellas personas que necesiten recibirlas, tanto presencialmente en una clase como en remoto. Es especialmente interesante para el aprendizaje de niños y adolescentes con este tipo de diversidades funcionales.

Una solución que no estigmatiza al usuario

El proyecto se sustenta en tres factores diferenciadores frente a otras soluciones. La primera tiene que ver con cómo captura la información. Cuando estamos en una clase es necesario mirar en ocasiones a la pizarra y, en otras, optamos por mirar al profesor porque ese lenguaje no verbal también nos aporta una gran información.

Además, recibe el audio de la persona que esté hablando o de lo que se esté proyectando y el subtitulado del discurso del ponente.

Bemyvega recoge toda esta información y la envía a nuestro teléfono móvil, tablet o cualquier dispositivo inteligente para que podamos recibir toda esa experiencia.

El origen está en aquellas personas que tienen dificultades visuales o auditivas y que no pueden recibir presencialmente esta experiencia como el resto de personas que no tienen estas capacidades distintas.

"Por supuesto, nosotros no queríamos desarrollar un sistema específico para personas con discapacidad porque no queríamos estigmatizarlas por su uso. Pensamos que la captura de experiencias podría aportar valor a todo el mundo. Creo que ha sido uno de nuestros grandes aciertos", afirma el emprendedor.

El segundo valor diferencial es el hecho de que es el usuario el que tiene el control de ver en cada momento lo que necesita. Cuando ponemos el sistema en marcha, el alumno puede elegir en todo momento desde su dispositivo si quiere ver al profesor, la pizarra, escuchar la presentación que se esté realizando o lo que prefiera.

Una alumna utiliza la tecnología inclusiva de Bemyvega.

También se añaden herramientas de accesibilidad como el Zoom, subtitulado, cambio de contraste de colores, autoguardado de la transcripción del subtitulado, capturas de pantalla, grabación de sesiones, etc.

"Creo que este control es fundamental en el proceso de aprendizaje ya que cada uno de nosotros aprendemos de una manera diferente. Al final, aunque la herramienta inicialmente iba dirigida a personas con discapacidad, decidimos apostar por aportar valor a todo el mundo para conseguir ese objetivo de inclusión para todos", puntualiza.

"Mi objetivo inicial era que cuando Vega llegase a Primaria y necesitase de una herramienta para acceder a todo lo que pasa en una clase en igualdad de condiciones, y eso, sin duda, ya lo he cumplido".

"Esto está resultando adictivo porque el feedback que recibimos de muchas personas que lo han usado y agradecen el esfuerzo que hemos hecho por desarrollar algo así, nos hace que los objetivos nunca dejen de crecer", añade.

Telefónica y ONCE, socios estratégicos

Detrás de Bemyvega hay un equipo de personas comprometidas con los valores del proyecto compuesto por 14 ingenieros en telecomunicaciones e ingenieros informáticos.

Además, se han unido a la startup partners estratégicos como Telefónica, Fundación Once o  PCcomponentes que han creído en su proyecto de inclusión social a través de la tecnología.

Los impulsores de la startup junto a su hija en uno de los premios que han recogido últimamente.

"También estamos contando con el apoyo de todo el ecosistema emprendedor de la Región de Murcia como el INFO, la Cámara de comercio, UCAM HiTech , CEEIM, CEEIC, Zakut… hay muchas oportunidades abiertas para el crecimiento de empresas disruptivas y que tengan un impacto social, y en este duro camino del emprendimiento no nos sentimos solos", argumenta el CEO.

Y sus objetivos de cara al futuro no paran de crecer. "Creemos que podemos ayudar a mucha gente. Queremos abordar el campo del autismo, el daltonismo o personas con dislexia".

"La casuística de dificultades para acceder a la formación es enorme y nosotros no vamos a poner y vamos a poner todo nuestro esfuerzo y nuestro empeño para mejorar, aunque sea un poco, mejorar la situación de todos estos colectivos", concluye.

Sin lugar a dudas, Bemyvega se convierte en un actor protagonista para la inclusión social de millones de personas en todo el mundo al que no habrá que perderle la pista en los próximos años.