Fernando Dal Re Olleros es Partner, First Ticket EMEA TheVentureCity.

Fernando Dal Re Olleros es Partner, First Ticket EMEA TheVentureCity.

Inversores

F. Dal Re (TheVentureCity): "Inflación y guerra suman incertidumbre y podrían frenar el 'venture capital"

El First Ticket EMEA del fondo es optimista en la capacidad del ecosistema emprendedor español, "más maduro y especializado", para superar la crisis.

3 abril, 2022 02:05

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La guerra en Ucrania y la escalada de la inflación ciernen sombras sobre la evolución de la economía en general y, en el caso concreto del venture capital podrían frenar su crecimiento este año. Así lo advierte Fernando Del Ra Olleros, partner y First Ticket EMEA TheVentureCity, quien, no obstante, confía plenamente en la resiliencia del ecosistema emprendedor español.

D+I repasa junto al empresario el nuevo escenario para los proyectos emergentes y los retos que están dibujando una nueva economía como la captación de talento y el posicionamiento de las startups españolas en todo el mundo.

El ecosistema emprendedor español atraviesa un escenario de mayor madurez, tras un 2021 histórico en cuanto a inversión. ¿Cuáles son los principales retos que afronta?

Lo primero es reconocer que el buen momento por el que atraviesa el ecosistema startup español tiene sus raíces en el buen trabajo que han hecho durante años nuestros emprendedores, entre los que destacaría tres generaciones.

En primer lugar, los primeros valientes que lanzaron sus startups, antes incluso de que se las conocieran como startups. Me acuerdo aquí de Jesús y Fernando Encinar y de César Oteiza, y de cómo no sólo fueron capaces de crear una gran compañía como Idealista sino de contribuir, desde muy pronto, al ecosistema convirtiéndose en inversores de nuevas startups.

Esos pioneros abrieron camino a una nueva generación de emprendedores, me acuerdo aquí de Juan de Antonio con Cabify, que repitió el éxito de construir una gran compañía internacional desde España y que no sólo se convirtieron en business angels, sino que, desde sus plantillas, nació una aún más reciente generación de emprendedores que, siguiendo la estela y escuela de los anteriores, se han lanzado a montar nuevas compañías prometedoras, como Juan García Braschi con Boopos.

Hoy tenemos un sector más maduro, con más casos de éxito, con muchos más profesionales especializados, con muchos más fundadores y mucha más inversión que hace diez años, y nada parece indicar que no vaya a seguir desarrollándose así en los próximos años.

El trabajo en remoto ha provocado que el talento nacional sea reclutado por compañías con muchos más medios para remunerarlo. Competir con estas ofertas foráneas es un reto.

Por supuesto existen retos, siendo el más relevante y persistente últimamente el acceso a talento.

Llevamos dos años acostumbrándonos a trabajar en remoto y esto ha abierto muchas oportunidades de acceso a talento internacional para nuestras startups, pero a la vez ha provocado que el propio talento nacional que tenemos esté siendo reclutado para trabajar en remoto en compañías con muchos más medios para remunerar a ese talento.

El reto para las startups españolas será el de ofrecer condiciones que puedan competir con las ofertas foráneas.

Cada ecosistema tiene sus particularidades, pero ¿las statups españolas están avanzando hasta acortar distancias con otros países europeos, como Reino Unido o Alemania, incluso con EEUU? 

Yo creo que en talento ya competimos en la misma liga, y prueba de ello es que esas grandes startups internacionales están reclutando en España, cuando no abriendo aquí directamente sus oficinas europeas.

Tenemos ejemplos de startups españolas que compiten de tú a tú con grandes startups internacionales, incluso en sus mercados de origen. Pero en inversión, estamos por detrás.

También tenemos ejemplos de startups que compiten de tú a tú con grandes startups internacionales, incluso en sus mercados de origen. En cuanto a volúmenes de inversión, sí estamos por detrás, y eso que el camino recorrido en los últimos años ha permitido que nuestras startups recaudaran cuatro veces más capital en 2021 que en cada uno de los cuatro años anteriores.

En este sentido, y ante la ‘euforia’ de lograr cada vez más unicornios en nuestro país, ¿cuáles son los riesgos de que las startups españolas cuenten antes de lo necesario con financiación externa? 

El riesgo es conocido y también la solución. Muchas startups mueren por escalar prematuramente, lo que significa que captan demasiada financiación y la invierten en intentar crecer desmesuradamente cuando todavía no están preparadas para ello.

Esto se suele ver principalmente en fases iniciales y la solución consiste en asegurarse primero tener un encaje del producto con el mercado y segundo en probar canales de crecimiento de forma modesta antes de hacer una apuesta mayor para utilizar esos mismos canales en llevar el producto a nuevos mercados.

El 'venture capital' está pesando más en carteras internacionales por su capacidad para lograr rendimientos superiores a otras claves de activos con un riesgo más conocido.

Pese al optimismo con que se cerró 2021, este año ha comenzado con múltiples incertidumbres en el horizonte. La invasión rusa en Ucrania es un factor desestabilizador pero también la inflación. ¿Podría ser 2022 un punto de inflexión ante la ‘alegría’ inversora del año pasado?

Yo no creo en una alegría inversora, sino en un movimiento de fondo como que cada vez más el venture capital, como una clase de activo, está pesando más en carteras internacionales por su demostrada capacidad de conseguir rendimientos muy interesantes y superiores a otras clases de activos con un riesgo que, si bien no es menor, cada vez es más conocido y gestionable.

Por otro lado, es seguro que tanto la inflación como la guerra añadirán incertidumbre al inversor este año, lo cual podría suponer una ralentización del crecimiento en la puesta por el venture capital.

Pero, en el largo plazo soy muy optimista, no hay más que ver de dónde venimos, cuánto hemos crecido en este tiempo como industria y con cuánto talento emprendedor contamos en España, que es el principal activo y la principal razón para seguir siendo optimistas a pesar de la incertidumbre con la que nos toque lidiar.