Los participantes en el sistema Xestal, frente a uno de los equipamientos e este proyecto concebido en el Polo Aeroespacial.

Los participantes en el sistema Xestal, frente a uno de los equipamientos e este proyecto concebido en el Polo Aeroespacial.

Galicia

Galicia aprieta los dientes e intensifica su posicionamiento de cara al reparto del PERTE del sector aeroespacial

Lo que en marzo era sólo una sugerencia de lo importante que serían los fondos para el crecimiento del Polo, es ahora, con Feijóo como rival de Pedro Sánchez, una petición de ayuda y transparencia.

5 agosto, 2022 01:42

Sugerir, ofrecer y pedir. La conjugación de estos tres verbos ha sido la que ha guiado el curso de la relación entre la Xunta de Galicia y el Gobierno central en los últimos meses en torno al Polo Aeroespacial.

Conviene recordar, en primer lugar, que este ecosistema tecnológico, dedicado a crear nuevas soluciones y a dinamizar el futuro del sector de la aviación no tripulada, es, junto a otros polos sectoriales como el de Andalucía, uno de los más importantes del país.

Es evidente que el crecimiento imparable de este polo partió en su día del especial mimo con el que ha tratado la administración pública gallega en cada una de sus estrategias de especialización. La implicación y nacimiento de empresas locales, pero también el compromiso de grandes compañías como Boeing cerraron el círculo.

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Pero para que este círculo amplíe su diámetro es necesaria también la implicación de entidades suprarregionales, como el Gobierno central o la Unión Europea. De momento, diferentes convocatorias de ayudas para proyectos concretos avalan este apoyo.

Ahora bien, lo que está en juego ahora es algo mucho mayor. La convocatoria del PERTE del sector aeroespacial por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, que prevé movilizar cerca de 4.533 millones de euros entre 2021 y 2025 con una contribución del sector público de alrededor de 2.193 millones, no es un único proyecto, sino toda una estrategia, una declaración de intenciones para el sector por parte del ejecutivo de Pedro Sánchez.

Y ahí es donde Galicia y todas las regiones con potencial aeroespacial quieren estar bien posicionadas. El reparto -teóricamente- se acerca.

El caso del posicionamiento gallego es especial y viene marcado por esa triple conjugación de verbos de la que hablábamos al principio: sugerir, ofrecer y pedir. Curiosamente (o no tanto) el presidente de la Xunta de Galicia en marzo, cuando se conjugaba el verbo 'sugerir', es ahora el líder de la oposición a Pedro Sánchez en Madrid, cuando ya no se sugiere sino que, directamente, se pide.

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En resumen, igual de rápido ha cambiado el panorama político provocado por el ascenso en el PP de Alberto Núñez Feijóo que la elección del verbo que debe marcar las relaciones de la Xunta y del Gobierno en torno al Polo Aeroespacial y el PERTE al que aspira.

El año comenzó relativamente tranquilo, con el PERTE sin anunciar y con Galicia y su Polo Aeroespacial transitando a velocidad de crucero. El por aquel entonces vicepresidente primero, Francisco Conde, ponía sobre la mesa (sugería) "las oportunidades que se pueden abrir para el sector con el PERTE".

La situación fue cambiando poco a poco. El primer hito fue la presentación del PERTE -sin detalle sobre el reparto- y el segundo el ya mencionado nombramiento de Feijóo como presidente nacional del PP.

Será casualidad o no, será porque el PERTE ya estaba sobre la mesa o tal vez porque el hecho de tener a Feijóo en Madrid daba a la Xunta cierta confianza a la hora de apretar los dientes de cara a su posicionamiento, pero lo cierto es que el tono de la administración gallega ya nunca fue el mismo.

Dejando atrás las sugerencias, llegó el momento de los ofrecimientos. Así, ya con todas las fichas recolocadas en el tablero, el propio Conde -ya vicepresidente primero- y la directora general de la Agencia Gallega de la Innovación, Patricia Argerey, se reunieron con la secretaria general de Innovación del Estado, Teresa Riesgo, para ofrecer colaboración.

Trataban de convencer al Gobierno central de la idoneidad de cofinanciar proyectos del Polo Aeroespacial gracias a los Next Generation. Ya en esa reunión se empezó a emplear el tercero de los verbos: había llegado el momento de pedir.

La intensificación más evidente del tono llegó tan sólo hace unos días y con la ministra Diana Morant como oyente de excepción.

En un encuentro sobre el PERTE en el que también participaron otras regiones, empresas y centros de investigación, la directora de la GAIN decidió alzar la voz -de manera figurada, obviamente-.

La intensificación del discurso

Defendió el papel protagonista que debe tener el Polo Aeroespacial de Galicia en el PERTE, solicitó abiertamente el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación "para que los proyectos de I+D+i de la iniciativa estratégica de la Xunta de Galicia, especializada en el segmento de los vehículos no tripulados, cuenten con la financiación de estos fondos europeos".

Argerey fue un escalón más allá y habló de "la necesidad de que el reparto previsto se realice con transparencia, garantizando la igualdad de oportunidades y contando con el compromiso del sector en el reparto de las ayudas".

La pregunta, de momento imposible de contestar porque no hay pronunciamientos al respecto, sería: ¿teme la Xunta que el nuevo status de Feijóo como rival de Sánchez pueda perjudicar a su Polo y por eso alude a que el reparto debe ser equitativo?

De puertas hacia fuera, no obstante, siempre se ha mantenido desde suelo gallego que la política no debe influir nunca en el progreso tecnológico.

La Xunta se limita, pues, a los hechos consumados para posicionarse. Y recuerda que se han invertido 164 millones de euros en proyectos de I+D+i en el segmento de vehículos y sistemas no tripulados en los últimos cinco años; y que ya se están ejecutando otros 84 millones de euros de los 540 millones previstos en la nueva planificación estratégica que se desarrollará hasta 2025, una inversión público-privada condicionada al acceso a financiación europea, como es el caso del PERTE.

La administración autonómica también insiste en la necesidad de coordinar y sumar capacidades y esfuerzos en I+D+i aeroespacial, en la que Galicia tiene una posición de referencia en España.

El Consorcio Aeronáutico Galego agrupa a más de 40 empresas, centros tecnológicos y de conocimiento de un sector de alta tecnología que se ha ido consolidando en los últimos años y que en 2021 mantuvo el empleo y cerró el ejercicio con un incremento de la facturación del 6%. 

La industria aeronáutica y aeroespacial gallega creció con solidez y sigue siendo un sector en pleno crecimiento para el que los fondos de recuperación europeos, el PERTE Aeroespacial y el Polo incidirán positivamente en la consecución de sus objetivos y en la colocación de Galicia en el panorama internacional.

El Polo Aeroespacial de Galicia es una iniciativa estratégica con gran capacidad transformadora y con importantes resultados obtenidos, con más de 900 profesionales, 60 soluciones tecnológicas y productos en el mercado de un total de 655 resultados obtenidos y la creación de 24 nuevas empresas.