Galicia ha sido la última en dar ese paso para adquirir uno de estos supercomputadores, máquinas que elevan casi a infinito las posibilidades de procesamiento de datos por segundo, que hacen más fácil cualquier avance científico.

La región gallega, además, no solo acaba de adquirir un nuevo superordenador con prestaciones que multiplican por 12 las del actual y que le afianza en la élite de la supercomputación, sino que ha anunciado la creación de un hub específico en torno a esta tecnología.

Así lo ha admitido recientemente el vicepresidente económico y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, precisamente, durante su visita a este nuevo superordenador, ubicado en el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga).

El Finisterrae III, así se llama, supone una infraestructura básica para la puesta en marcha del Polo de Tecnologías Cuánticas de Galicia.

La importancia que la Xunta de Galicia concede a este nuevo ecosistema es evidente desde el momento en el que se ha constatado que aspira a los fondos europeos Next Generation con un presupuesto de más de 154 millones de euros.

El superordenador será el epicentro de este polo. En una visita al Cesga para conocer esta nueva equipación, Conde destacó que Galicia avanza en la era digital dotándose de infraestructuras de vanguardia como el Finisterrae III, "que hacen del Cesga un socio tecnológico fundamental para el ecosistema gallego de I+D+i y los sectores estratégicos de nuestra economía".

4.000 billones de operaciones por segundo

No en vano, insistió, "será el nodo principal del Polo de Tecnologías Cuánticas, que dispondrá también de una antena en Vigo y otra en el Polo Aeroespacial de Desbroces, y que tiene por objetivo crear en Galicia un espacio para el desarrollo de software cuántico y para dar ánimo al I+D+i en este ámbito".

En cifras, este superordenador, que cuenta con una inversión de 7 millones de euros por parte de la Xunta y el CSIC, permitirá resolver 4.000 billones de operaciones matemáticas por segundo, lo que supone multiplicar por 12 la capacidad del Finisterrae II, el superordenador actual.

Esta máquina dispondrá de una memoria total que casi triplica la disponible actualmente e incorpora un simulador de computación cuántica que es el primero de su clase en España (30qbits).

Por lo tanto, dijo Conde, va a ser una herramienta fundamental para que los grupos de investigación, los centros tecnológicos y el tejido empresarial gallego ahonden en la digitalización con la incorporación de técnicas como la inteligencia artificial, el big data o la analítica de datos.

En concreto, el Finisterrae III va a permitir a los grupos de investigación de las universidades gallegas y del CSIC plantear proyectos de I+D+i más ambiciosos que con la anterior equipación no podrían ser abordados.

Y, de igual manera, tener acceso a tecnologías de computación cuántica a través del simulador que incorpora este ordenador hará posible que el ecosistema gallego de I+D+i se posicione con ventaja en este ámbito, explican fuentes autonómicas.

Demandas científico-técnicas

De este modo, toda esta potencia de cálculo dará respuesta a infinidad de demandas técnico-científicas y beneficiará a sectores tan diversos como la biología, la medicina, el medio ambiente, las finanzas, la aeronáutica, las telecomunicaciones, la automoción o la logística.

En 2020, el Cesga prestó servicio a 692 investigadores de las tres universidades gallegas y del CSIC y hizo posible que se habían llevado a cabo 144 proyectos de I+D+i que movilizaron 143 millones de euros.

Conde dijo que la Xunta está haciendo "un seguimiento puntual" de esta infraestructura porque es "una infraestructura básica" por las prestaciones que ofrece a los ecosistemas de I+D+i y al tejido empresarial porque las nuevas tecnologías digitales precisan cada vez de una mayor velocidad de procesamiento y de un mayor almacenamiento de datos.

En este sentido, se mostró convencido de que el Cesga pueda obtener la financiación necesaria "cuando el Gobierno establezca cuáles son los criterios de reparto de los fondos Next Generation y cuál es la intensidad de la ayuda".

Y, en la misma línea, remarcó el compromiso de la Xunta con este centro que definió como "el corazón de las nuevas tecnologías" en Galicia.

El Cesga, cabe recordar, forma parte de la Red Española de Supercomputación (RES), que cuenta con 13 supercomputadores de primer nivel.

Un momento de la visita de Francisco Conde al Cesga.

La RES fue creada por el Gobierno central en 2006 como una respuesta a las necesidades de mayor capacidad de computación de la comunidad científica del país. 

Las supercomputadoras fueron introducidas en la década de los sesenta del siglo pasado en el ámbito militar. La capacidad de estas máquinas se ha multiplicado desde entonces y en pocas décadas esa transformación se ha acelerado a un ritmo vertiginoso.

En la actualidad, hay al menos 500 superordenadores en el mundo que superan el petaflop (pueden hacer 1.000 billones de operaciones por segundo), según la lista TOP500, un ránking elaborado por las universidades de Mannheim (Alemania) y Tennessee (EEUU) y por el Lawrence Berkeley National Laboratorio.

Japón y EEUU se disputan la mayor capacidad de cómputo del mundo, aunque en esa clasificación también despuntan otras potencias como China, Francia, Reino Unido, Alemania, Irlanda o Canadá.