Decenas de tabletas de medicamentos. FOTO: Pixabay.

Decenas de tabletas de medicamentos. FOTO: Pixabay.

Extremadura

Extremadura tendrá lista en 2023 su 'farmacia inteligente': big data y farmacogenética

Comienza el piloto que facilita que el sistema sanitario sepa en un 'click' qué medicamentos puede prescribir según la genética de cada paciente

15 septiembre, 2021 02:14

Noticias relacionadas

Cuando en el año 2014 la Junta de Extremadura anunció el inicio de una colaboración de "alto nivel" con la Universidad de Extremadura (UEx) para desarrollar el programa MedeA, quizá pocos imaginaban los resultados que podría llegar a ofrecer.

Con la vocación inicial de ser un programa de desarrollo de medicina personalizada aplicada, el proyecto ha ido quemando etapas hasta que en estos momentos se atisba un horizonte muy prometedor en el campo de la farmacogenética.

El catedrático de la Facultad de Medicina e investigador principal del proyecto, Adrián Llerena, ha anunciado recientemente en una entrevista para la propia universidad que en el año 2023 esta iniciativa estará ya a disposición de todos los extremeños.

Pero ¿en qué consiste el proyecto MedeA? La farmacogenética es una pieza clave de la medicina personalizada. Así lo destaca el catedrático, que añade que la finalidad del programa es implantar en Extremadura un procedimiento que permita a todos los ciudadanos disponer de un informe farmacogenético personalizado, accesible para el personal sanitario y el paciente en el sistema de historia clínica electrónica del SES, denominado JARA.

En la fase piloto, ya en marcha, "entre 3.000 y 5.000 pacientes van a poder disponer de un Informe Farmacogenético Personalizado. Esto va a permitir individualizar la prescripción farmacológica, con recomendaciones para unos 70 fármacos", explica el investigador.

En la fase siguiente, que comprende el periodo entre 2022 y 2023, los pacientes y profesionales sanitarios dispondrán de un análisis genético amplio y un programa de apoyo a la toma de decisiones para poder ajustar la prescripción

Evidentemente, la tecnología juega un papel fundamental en este proyecto. "El volumen de información es y será cada día mayor, estamos abocados a una nueva medicina: personalizada, preventiva, predictiva y participativa donde el uso de biomarcadores y de las tecnologías de salud digital serán imprescindibles", concede Llerena.

Más tecnología, más herramientas

La participación del paciente en la toma de decisiones en todo aquello relacionado con su tratamiento es "imprescindible", según afirma.

"La interdisciplinaridad es clave en el desarrollo de la medicina, la incorporación de los avances científicos y tecnológicos a la medicina clínica son en muchos momentos imprescindibles para la evaluación del diagnóstico y el tratamiento", remarca. 

La integración plena será progresiva e irá aumentando el número de biomarcadores disponibles, a la vez que la salud digital, basada en big data, inteligencia artificial y otros avances en tecnología proporcionan cada vez un mayor número de herramientas para el uso de la información.

El catedrático está convencido que, además de aplicar tecnología, es necesario implicar al paciente en la toma de decisiones referentes a su salud. Así, explica que el programa de prevención de reacciones adversas a medicamentos será evaluado en un protocolo clínico que recogerá el historial clínico, el tratamiento farmacológico y el estudio del perfil genético del paciente.

La fase piloto del programa ha comenzado con los pacientes más vulnerables en cardiología, oncología, trasplantes y psiquiatría, entre otros, tratados con medicamentos que pueden causar reacciones adversas importantes.

 Asimismo, se incorporan pacientes con antecedentes de reacciones adversas. Pero el objetivo, según destaca Adrián Llerena, es que el programa esté disponible para todos los pacientes a partir de 2023.

"Inteligencia para una medicina preventiva"

Adrián Llerena también subraya la aportación de conocimiento por parte de la Universidad de Extremadura, esencial en el programa MedeA.

Hoy constituye una línea de investigación del Instituto de Investigación Biosanitaria de Extremadura, INUBE, que se proyecta en beneficio de los pacientes y de la sociedad en general.  El programa cuenta con la participación de 56 investigadores en 26 servicios hospitalarios y centros de Atención Primaria de toda Extremadura. 

Inicialmente, se están incorporando los pacientes atendidos en el Hospital Universitario de Badajoz: CICAB Unidad de Farmacogenética, Oncología Médica, Medicina Interna (Enfermedades Raras), Neurología, Urgencias, Trasplantes (Digestivo, Nefrología, Cirugía Hepatobiliar y Pancreática) Cardiología, Unidad de Patología Infecciosa, así como Nefrología en el Hospital de Plasencia, Oncología en Don Benito-Villanueva, Psiquiatría en el Hospital de Llerena y Reumatología en el Hospital de Mérida. 

Además, en Atención Primaria comenzarán en el área de Badajoz los centros de Atención Primaria de Ciudad Jardín y La Paz-Badajoz, en Cáceres será el Centro de Atención Primaria de Trujillo, en Navalmoral de la Mata participa el centro de Losar de la Vera y en el área de Llerena-Zafra colaboran el Equipo de Salud Mental (ESM) y el Centro de Atención Primaria de Azuaga.

El Plan de Salud Mental incluye los Centros de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) de Badajoz, Cáceres, Don Benito, Mérida y Zafra.

Llerena explica que "el uso inteligente de la gran cantidad de datos almacenada en las historias clínicas en soporte electrónico, la interconectividad de pacientes y personal sanitario, o la participación del paciente informado en el proceso de toma de decisiones sobre su salud, son parte de los elementos que cambiaran la salud en el siglo XXI".

En su opinión, "la medicina debe ser preventiva, la reciente pandemia nos lo está demostrando". En ese sentido, "MedeA se enmarca en las estrategias de Prevención Cuaternaria, intentando disminuir los efectos de la iatrogenia, definida como la alteración de la salud de los pacientes por la intervención médica".