Un sensor instalado en el mobiliario urbano de Valencia.

Un sensor instalado en el mobiliario urbano de Valencia.

Comunidad Valenciana

Los sensores se adueñan de la provincia de Valencia con la mirada puesta en movilidad y contaminación

Del control climático a la gestión de tráfico y de patinetes, el IoT gana protagonismo en un territorio que es el sexto de España en el uso de estos dispositivos.

12 abril, 2024 01:40

La tecnología está destinada cada vez más a servir de guía a las administraciones públicas para tomar decisiones relevantes en favor de sectores como la movilidad o el medioambiente.

Y, de todas las soluciones posibles, una tendencia que está ganando peso por la facilidad de implantación y posterior gestión es el internet de las cosas (IoT) o, lo que es lo mismo, la sensórica aplicada a la captación de todo tipo de datos.

Posteriormente, con esos datos en la mano, entra en juego ya el aprendizaje automático y la inteligencia artificial para convertir esas cifras en predicciones que permiten a la administración adelantarse a los acontecimientos que pueden ser más perniciosos para la sociedad.

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Dicho lo cual, se puede encarar este tipo de desarrollos desde dos visiones: la que cada ayuntamiento asuma dentro de los límites de su ciudad o, la que nos ocupa, la que una diputación provincial puede hacer por el conjunto de pueblos de una provincia.

Hablamos del ejemplo de la Diputación de Valencia. La Comunidad Valenciana, por cierto, es un territorio especialmente prolífico en tecnología IoT. En el último 'Mapa del IoT en España' que cada año elabora la empresa UnaBiz, este territorio ocupa el sexto lugar en el ranking de número de dispositivos conectados, sólo superado por Madrid, Cataluña, Andalucía, País Vasco y Baleares.

En el caso de la provincia de Valencia, la estrategia de la Diputación es inclusiva, es decir, la de intentar que ningún pueblo se quede fuera de estas políticas tecnológicas.

A través del proyecto 'Connecta València: territorio turístico, inteligente y sostenible', la Diputación de Valencia ha desplegado una red de sensores meteorológicos en cada municipio de la provincia, que permiten medir la humedad relativa del aire, temperatura, velocidad y dirección del viento, precipitación, presión barométrica, radiación solar y UV.

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Asimismo, se han instalado 50 tótems con pantalla interactiva, que ofrecen a los visitantes contenidos informativos y de interés turístico, funcionando además como emisores de una red wifi turística instalada en los propios dispositivos de la Diputación.

El proyecto cuenta con fondos europeos a través de la entidad pública Red.es y está siendo ejecutado por la empresa Tradia (grupo Cellnex Telecom).

Pero la Diputación no sólo quiere implicar a los pequeños municipios sino que también está comprometido con todo lo que sucede en la capital, Valencia.

Y es que la institución provincial está desplegando por puntos clave de la ciudad una serie de sensores que ofrecerán información medioambiental y de movilidad gracias a un convenio suscrito entre la institución provincial y el Ayuntamiento de Valencia.

Se trata de una acción comprendida en el citado programa 'Connecta València: territorio turístico, inteligente y sostenible', impulsado por la sección de Ciudades Inteligentes de la institución provincial, dentro del área de Innovación.

El diputado provincial de Fondos Europeos, Administración Electrónica e Innovación, Juan Ramón Adsuara, explica que "los dispositivos inteligentes que ya se están instalando por toda la ciudad ofrecerán información muy relevante que permitirá mejorar la toma de decisiones, al tiempo que facilitan analizar el impacto medioambiental del turismo en el territorio".

Adsuara incide en "la importancia de hacer un buen análisis de los datos que ofrecen los sensores, que es lo que aporta valor a la ingente información que son capaces de generar", y califica como "clave" la plataforma Smart que desde el área de Informática se pone al servicio del ayuntamiento.

Esta plataforma, explica la misma fuente, "es capaz de obtener información, identificar patrones y tendencias en los datos con análisis predictivos y aplicación de algoritmos de inteligencia artificial; llegando a ser capaces de predecir posibles eventos o problemas antes de que lleguen a ocurrir, lo que optimiza la toma de decisiones".

170 dispositivos repartidos

Todo ello, además, cuenta con herramientas de seguridad y asumiendo además el coste de almacenamiento de la información.

En total se han instalado alrededor de 170 dispositivos repartidos por varias localizaciones dependientes de las secciones de Alumbrado, Bomberos de Valencia, Ciclo Integral del Agua, Fundación Deportiva Municipal, Parques y Jardines, Mercado de Colón, Museos, Palacio de Congresos, Palau de la Música, Pedanías de Valencia, Postas Sanitarias, Servicio Devesa-Albufera, Servicio de Juventud, Servicio de Jardines y Turismo Visit Valencia.

Los sensores medioambientales permiten la medición de contaminación acústica, gases nocivos y partículas de polvo; mientras que los de movilidad posibilitan analizar patrones de movimiento entre puntos de interés turístico, hoteles, comercios y servicios ciudadanos.

Por si no fuera suficiente con esta plaga de sensores instalados por la ciudad, cabe recordar que el Ayuntamiento de la capital también trabaja desde hace años en la instalación de más dispositivos de este tipo, esta vez para controlar la movilidad de los patinetes.

El equipo de Sistemas de Control de Tráfico del Instituto ITACA, perteneciente a la Universidad Politécnica de Valencia, diseñó en su día, desarrolló y validó el primer sensor vial adaptado a vehículos de movilidad personal. 

El sensor se basa en el uso de espiras magnéticas y es capaz de registrar y caracterizar el uso de VMP.

Su implementación contribuiría, según la UPV, a mejorar el control de las nuevas formas de movilidad y, especialmente la seguridad vial, tanto de peatones como del resto de vehículos que cada día se desplazan por la ciudad.

Patentado por el centro universitario, ha sido diseñado, desarrollado y validado para entornos urbanos y puede instalarse en calles y carreteras con tráfico de VMP, bien con carril reservado o compartido, de uno o dos sentidos.