Dos de los miembros de iPronics en su laboratorio.

Dos de los miembros de iPronics en su laboratorio.

Comunidad Valenciana

Esta startup desarrolla fotónica programable para saciar el apetito voraz de ancho de banda

La española iPronics cuenta con cinco patentes para crear una solución de bajo coste: usa el mismo hardware para un número ilimitado de aplicaciones

10 agosto, 2020 07:00

Combinar “lo mejor de la electrónica y la fotónica” con el objetivo de “cambiar radicalmente los sistemas de tratamiento y procesado de la información”. Este es el reto que asume la startup iPronics, empresa deep tech creada hace apenas seis meses para salir al mercado con el reto de “hacer accesible comercialmente y democratizar el acceso al inmenso poder computacional de la fotónica”, la ciencia que explota las ventajas de las señales que viajan a través de la luz.

El equipo de iPronics está desarrollando una solución de bajo coste, que permite que el mismo hardware se aplique a un número ilimitado de aplicaciones, gracias a sus procesadores fotónicos programables, que comparten una plataforma de hardware común reconfigurable a través del software, explica a INNOVADORES José Capmany, Chief Operation Officer (CCO) iPronics, que destaca que ya cuentan con cinco patentes (tres nacionales y dos en extensión internacional).

Entre otras aplicaciones, Capmany destaca que hay “buenas oportunidades de negocio en cuotas de mercado importantes” en áreas como las comunicaciones 5G y la interconexión de centros de datos que cuenta con infraestructuras que mueven cantidades ingentes de datos en grandes anchos de banda, pero también tiene campos potenciales, como la inteligencia artificial, los biosensores, la industria 4.0, la conducción autónoma, la computación cuántica y el internet de las cosas.

Cooperación entre tecnologías

Diseñar y desarrollar circuitos electrónicos programables “funciona muy bien”: cualquier ordenador o móvil usa un microprocesador, un circuito electrónico que no está diseñado para hacer algo concreto, sino que su hardware se puede programar para cada función, señala Capmany. “Tienen un pull de recursos a los que das funcionalidades a partir del software, que es lo que aporta valor añadido”. Así, estos se diseñan “sin tener una función en mente, pero teniéndolas todas a la vez” y, de este modo, son más versátiles.

El reto de esta spin off de los Photonics Research Labs del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) de la Universitat Politècnica de València es llevar este valor añadido de la electrónica al mundo de la fotónica. “Los circuitos específicos de luz son muy costosos y no siempre se necesita tener tanta calidad”, incide Capmany.

“Al hacerlo programable y dotarlo de recursos, aunque para una funcionalidad no tenga unas prestaciones sublimes, sí que será lo suficientemente bueno para dar un servicio y, además, poder ampliar las características del circuito sin volver a fabricarlo, solo con reprogramarlo”, resalta el director de Opereaciones.

A diferencia de los circuitos electrónicos, los fotónicos disponen de más potencia y pueden funcionar de forma “cooperativa” con los electrónicos. “En el futuro, la solución no será que una tecnología se cargue a la otra, sino que estas cooperen y crear sistemas híbridos con mayor capacidad de ancho de banda y velocidad, aportado por la fotónica programable, y para las operaciones de procesamiento digital se podría utilizar la tecnología electrónica”, apostilla Capmany.

En una primera fase, esta startup valenciana quiere especializarse en aplicaciones para los sectores de telecomunicaciones, sensores e inteligencia artificial, donde los transitores electrónicos “se están acercando a los límites de sus capacidades fundamentales y la fotónica programable es clave para hacer frente al apetito voraz de ancho de banda, flexibilidad y velocidad de proceso que requieren muchas aplicaciones emergentes”, concluye Capmany.

Reconocimiento internacional  

iPronics Programmable Photonics, spin off de la Universitat Politècnica de València, ha sido seleccionada como una de las empresas tecnológicas a seguir en el mundo, en el marco de la primera edición del Spinoff Prize, impulsado por Nature y la multinacional alemana Merck. “Para iPronics estar en este listado supone un espaldarazo tremendo, más aún cuando la empresa apenas cuenta con seis meses de vida, si bien la experiencia y trayectoria profesional del equipo fundador viene de muchos años atrás”, destaca Iñaki Berenguer, cofundador de iPronics y presidente no ejecutivo.