Estas tres experiencias son reales y corresponden a tres iniciativas relacionadas con el metaverso que ya están en marcha o que han sido presentadas por otras tantas regiones o ciudades.

Hablar de esta tecnología hace tiempo que es, irremediablemente, sinónimo de debate. ¿Tiene futuro? ¿Es útil? ¿Es una moda o es una tendencia? Y, como en todo, hay defensores y detractores, hay creyentes y agnósticos.

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Sin embargo, por los ejemplos citados en el primer párrafo de este reportaje se deduce que entre esa comunidad de creyentes hay determinadas administraciones públicas que han visto la oportunidad de subirse a ese tren para acercarse a sus ciudadanos a sus futuros turistas.

Navarra, Zaragoza o Cuenca creen. Y no sólo creen, sino que ejecutan proyectos innovadores relacionados con el metaverso a pesar de que fuera sigue haciendo frío y sigue arreciando el viento de la incertidumbre.

Las dudas, además del hecho de no poner de acuerdo a expertos en tecnología, vienen de la compañía que suscitó el boom, Meta.

Los titulares no han dejado de golpear con fuerza a quienes confiaron en que, como dijo el creador, Mark Zuckerberg, eso del metaverso era el futuro. Esas noticias hablan de caídas en bolsa, de pérdidas de volumen de negocio y utilizan palabras como "colapso", "desplome" o "debacle".

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Pero, aun así, ahí aparecen esos seguidores del metaverso que, pese a todo, creen y desarrollan proyectos para intentar que estos universos paralelos en el mundo digital calen en la sociedad.

El último en sumarse a esta comunidad de creyentes ha sido el Ayuntamiento de Cuenca. Fuentes de este consistorio afirman que la ciudad "se sitúa a la vanguardia de la nueva era de internet al apostar por la innovación tecnológica para su promoción turística, convirtiéndose en una de las primeras ciudades españolas, y la primera de las Ciudades Patrimonio, en tener presencia en el metaverso".

Como Cuenca, Navarra en su día también tuvo prometedoras palabras en favor de esta nueva tecnología. Fue en abril de este año cuando se presentó el metaverso de la consejería de Universidad, Innovación y Transformación Digital.

Su máximo responsable, Juan Cruz Cigudosa, anunciaba que este proyecto permitía a su región "a la vanguardia tecnológica e innovadora, cambiando la manera de conectarse”.

Es más, definió este nuevo entorno como algo que "está revolucionando la forma de entender la economía, las transacciones, la comunicación, las relaciones y, en general, todo lo que hacemos en el denominado internet tradicional".

D+I ha intentado, sin éxito, conocer los datos de audiencia de este metaverso, el número de reuniones mantenidas por el consejero en este espacio virtual, etc.

El metaverso navarro

El metaverso navarro, desarrollado a través de la plataforma Spatial e incluido dentro de Meta, contiene tres estancias diferenciadas en las que se puede descubrir el departamento.

La primera de ellas es una sala principal, en la que recorrer la consejería virtual, así como las tres direcciones generales que lo componen. En este espacio, la persona usuaria podrá conocer, de primera mano, algunas de las principales acciones, estrategias y objetivos del departamento.

Este metaplace cuenta también con un auditorio, desde el que el departamento tenía previsto realizar presentaciones, conferencias, workshops y ruedas de prensa.

Por último, este espacio dispone también de despachos individuales para el consejero y los directores generales, en los que podrán reunirse con diferentes personas a través del metaverso del gobierno de Navarra.

Cuenca, por su parte, ha optado por algo más experiencial. Ha creado un espacio virtual, Cuenca Land, desarrollado en 3D que permite a los usuarios visitar, pasear o reunirse en lugares emblemáticos de la ciudad como la Plaza Mayor, las Casas Colgadas y el Puente de San Pablo, la Casa del Corregidor -con exposiciones virtuales de todo tipo- o las Hoces del Huécar y el Júcar.

"Es un escaparate virtual para animar a los potenciales turistas a visitar la ciudad", explica el alcalde, Darío Dolz, quien apunta que "hablamos de la digitalización elevada a la enésima potencia".

Dolz presentó recientemente este mundo virtual de Cuenca en el metaverso junto al concejal de Turismo, Cultura y Patrimonio Histórico, Miguel Ángel Valero, y al CEO de SIX3D, empresa responsable de la ejecución de esta plataforma, Alberto Lozano Porral.

El objetivo es, según destaca su impulsor, "crear experiencias más únicas y completas para unos consumidores cada vez más digitales", de manera que permite una promoción turística del destino dirigida a un público digitalizado en el ámbito gamer.

"Pioneros" en Cuenca

El concejal Miguel Ángel Valero incide precisamente en el "cambio de rumbo que estamos llevando a cabo en materia de turismo" con el objetivo de mantener al tipo de visitantes que hasta ahora se acercan a Cuenca pero a la vez ampliar el abanico, buscando otras edades, intereses y parámetros".

Así, ha apuntado que "estamos sembrando la semilla del turismo del futuro", para lo cual "teníamos que ser pioneros en estar en el metaverso".

Alberto Lozano, responsable de la ejecución de Cuenca Land, ha argumentado que el metaverso "no sustituye al mundo real, sino que lo complementa", de manera que aquellas personas que hagan uso de él pueden sentirse atraídas para visitar la ciudad de forma real.

Hay que tener en cuenta, además, que "hablamos de un mercado potencial de más de 3.000 millones de jugadores en todo el mundo", siendo un público principalmente menor de 35 años y, por tanto, un nuevo público potencial.

Ese potencial infinito también ha atraído a Zaragoza que hace unos meses, en junio, presentó el proyecto que le llevará a comprar una serie de parcelas en el metaverso Descentraland para ubicar allí su oficina de turismo virtual.

Otra experiencia turística que busca multiplicar exponencialmente las visitas que habitualmente recibiría una oficina de turismo física en la ciudad o en las ferias internacionales en las que se promociona.

Mientras llegan medidores de impacto, lo cierto es que las únicas cifras que se conocen son las del citado "desplome" de la iniciativa con la que todo empezó, la de Zuckerberg. Los creyentes apelan a la fe y, al menos, mantienen viva la esperanza en esta tecnología.