El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla coordina este proyecto.

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Cantabria

El proyecto que busca voluntarios que cedan de por vida datos sobre su salud choca con la brecha territorial

Cohorte Cantabria ha reclutado ya a 21.000 ciudadanos, pero su incidencia es muy baja en los municipios más alejados de la costa. Santa Cruz de Bezana, el pueblo más comprometido.

15 enero, 2023 02:32

Este próximo mes de mayo se cumplirán dos años desde que se pusiera en marcha uno de los proyectos más disruptivos en el ámbito sanitario en nuestro país: Cohorte Cantabria.

Tal y como ha ido informando D+I, se tata de un plan que prevé reclutar a todo un ejército de ciudadanos que estén dispuestos a ceder de por vida los datos sobre su salud, de manera que sirvan para generar patrones y, en consecuencia, para la investigación o la aplicación de tecnologías sanitarias más eficaces.

Las intenciones son buenas, pero su desarrollo, como era de esperar, no es sencillo. Aun así, del objetivo inicial que se marcó el gobierno de Cantabria, fijado en 50.000 voluntarios, ya hay alistados 21.000. Casi la mitad del objetivo está cumplido.

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Y, según un gráfico interactivo alojado en la web del proyecto, podemos observar cómo hay pueblos que se están acercando ya a este objetivo y otros, en cambio, que ni tan siquiera han estrenado el casillero.

Así, Santa Cruz de Bezana pasa por ser el pueblo más comprometido con Cohorte Cantabria. El 14,32% del conjunto de población susceptible de alistarse en el proyecto ya lo ha hecho. Teniendo en cuenta que se trata de una localidad con apenas 12.000 habitantes, la cifra es importante.

En el lado opuesto cabe mencionar que hay un total de 7 pueblos -la región tiene en total 120- en los que ningún vecino ha accedido aún ceder sus datos médicos. Estos pueblos son Tresviso, Tudanca, Comunidad de Campoó y Cubuérniga, Pesquera, San Miguel de Aguayo, San Roque de Riomiera y Valle de Villaverde.

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No conviene olvidar que la finalidad de los gestores de la sanidad pública cántabra es tener datos de todos los perfiles y de todas las localizaciones geográficas de la región.

El mencionado mapa interactivo evidencia otra tendencia que debería ser tenida en cuenta por los impulsores del proyecto. La brecha territorial se hace evidente al observar el gráfico.

El mayor impacto de voluntarios sobre el total de población diana se da en las zonas costeras, donde se supera en casi todos los casos el 10%. El porcentaje se reduce de manera drástica a medida que nos alejamos del litoral -salvo contadas excepciones-.

La conclusión es evidente: en las zonas rurales todavía existe cierta reticencia a la hora de asimilar la importancia que pueden tener los datos y su monitorización para que en un futuro las generaciones venideras.

Cohorte Cantabria, cabe recordar, nació con la finalidad de conocer y comprender las causas y avanzar en diagnóstico y pronóstico de distintas enfermedades agudas y crónicas que afectan a la población de la comunidad. A toda la población, sin excepciones.

Divulgar la importancia del proyecto

Para ello es importante posicionarse en todo el territorio y divulgar la importancia de la investigación y la tecnología sanitaria allí donde más recelos despierta.

No es ningún secreto que el gobierno de Cantabria está apostando por acercar sus políticas de innovación a las zonas rurales, pero en casos como Cohorte, se demuestra que aún queda trabajo como hacer.

La finalidad de este proyecto es obtener información de la máxima calidad sobre los determinantes de salud, marcados por los estilos de vida, aspectos socioeconómicos, académicos, demográficos, analíticos y de enfermedad de la población, creando una base de datos que permita analizar la evolución de estas cifras y marcadores en el tiempo y determinar su influencia en el desarrollo de enfermedades.

Otro de los objetivos de Cohorte Cantabria se centra en avanzar en la aplicabilidad de la medicina de precisión, dirigida a la identificación y abordaje preventivo, diagnóstico y terapéutico más efectivo para cada paciente.

Con ello se tratará de mejorar la efectividad de las terapias, aplicando a cada paciente el tratamiento más adecuado.

Según explican desde el gobierno cántabro, "es una cohorte multipropósito, abierta a la comunidad científica y diseñada para el estudio de enfermedades asociadas al envejecimiento, al estilo y calidad de vida, a la nutrición y al ejercicio, con el objetivo de encontrar nuevos determinantes de salud".