Las investigadoras Maria de las Nieves Pina, Fernanda Pilaquinga y Jeroni Morey. FOTO: A.COSTA/UIB

Las investigadoras Maria de las Nieves Pina, Fernanda Pilaquinga y Jeroni Morey. FOTO: A.COSTA/UIB

Baleares

Inhalar nanopartículas de plata para tratar la Covid: la alternativa a la vacuna viene de Baleares

Una investigación señala la viabilidad del tratamiento para ayudar a atenuar el avance la pandemia. En Aragón ya se aplicó para 'fortalecer' mascarillas.

20 septiembre, 2021 02:56

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El poder antimicrobiano de la plata -y también el del oro- ya había sido mencionado en alguna ocasión por grupos de investigadores del campo de la biomedicina. Que este tipo de estudios continuaran evolucionando hasta ofrecer resultados cada vez más prometedores, sólo era cuestión de tiempo.

Hasta el punto de que, procedente de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), ha llegado una sorprendente conclusión a otra investigación: la inhalación de nanopartículas de este metal puede ser viable para el tratamiento de nuestro último gran enemigo natural, el coronavirus.

Explican desde la universidad balear que "es muy sabido que varios coronavirus humanos se distinguen por la capacidad de generar epidemias o pandemias con sus correspondientes enfermedades, caracterizadas mayoritariamente por dificultades respiratorias graves, como por ejemplo el síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV), el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y, hoy, el SARS-CoV-2".

No conviene olvidar que este coronavirus se ha cobrado la vida de más de 4,5 millones de personas en todo el mundo.

En este sentido, afirman las mismas fuentes, el desarrollo de las vacunas ha supuesto un "gran avance, pero la comunidad científica plantea que hay que investigar si algunas alternativas ya existentes que se han desarrollado con éxito en los últimos años podrían atenuar el avance de la pandemia".

En esta línea, un equipo de investigadores de la UIB estudia el efecto protector de las nanopartículas de plata frente a algunos virus.

Este estudio forma parte de la tesis doctoral de María Fernanda Pilaquinga, alumna del programa de doctorado en Ciencia y Tecnología Química de la UIB, y fruto de la colaboración del Departamento de Química de la UIB con la Pontificia Universidad Católica de Ecuador y el Laboratorio de Inmunología y Virología de la Universidad de las Fuerzas Armadas de Ecuador. 

Así ha sido la investigación

Como resultado de esta investigación, los investigadores de la UIB han publicado recientemente un artículo en la revista científica WIREs Nanomedicine and Nanobiotechnology en el cual se analizan y discuten varios estudios in vivo e in vitro del efecto de las nanopartículas de plata sobre los virus que causan enfermedades respiratorias para fomentar, especialmente, el entendimiento de la posible interacción de las nanopartículas de plata con el SARS-CoV-2.

El estudio se centra en varios estudios toxicológicos in vivo de las nanopartículas de plata, y en una extrapolación de dosis a humanos para determinar la principal vía de administración.

Se puede concluir, explican los investigadores, que el uso de las nanopartículas de plata como posible tratamiento para el SARS-CoV-2 podría ser viable, basándose en la comparación del comportamiento del virus con otros virus similares en estudios in vivo.

Finalmente, se sugiere que la vía de tratamiento más idóneo en términos de menor grado de efectos adversos es por inhalación.

Marta Baselga, investigadora del IIS Aragón responsable de otro proyecto relacionado con las nanopartículas de plata para combatir la Covid explica por qué la plata puede ser un aliado en esta batalla.

"La plata en general y la plata nanoestructurada (AgNPs) en concreto han sido sujeto de especial atención en el campo de la biomedicina por presentar un excelente comportamiento antimicrobiano de amplio espectro y han sido precursoras en el desarrollo de apósitos para heridas, en recubrimientos sobre instrumentación quirúrgica y prótesis, entre otros", explica.

Otro atributo destacable que presenta este método, continúa Baselga, es que "no sólo se puede aplicar a mascarillas, sino también a cualquier superficie en la que esté presente el polipropileno, como filtros de aire o fundas de móvil, entre otras, y se contempla emplearlo sobre otras superficies y materiales".

Y es que, efectivamente, hasta ahora la aplicación de nanopartículas de plata tenía que ver más con su adhesión a elementos de protección como mascarillas que a su uso directo en el cuerpo humano.

Otro proyecto aragonés

De hecho, el proyecto liderado por la investigadora aragonesa, presentada hace unos meses, tenía que ver precisamente con el material del que estaban compuestos unas mascarillas especiales.

Ella y dos investigadores aragoneses más desarrollaron un método para recubrir con nanopartículas de plata y otro agente viricida la superficie de fibras de polipropileno con las que están fabricadas las mascarillas convencionales, logrando un material que presenta una efectividad probada contra el SARS-CoV-2 (virus causante de la COVID-19) superior al 99,99%.

Los responsables de este proyecto pertenecen al Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) y al Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA), centro mixto de la Universidad de Zaragoza y el CSIC.

Su objetivo es lograr una colaboración con empresas interesadas en llevarla al mercado, ya que se trata de un método industrializable y de bajo coste, que no requiere equipamiento altamente especializado y fácilmente escalable.

El nuevo método obtenido, que incorpora dos viricidas en vez de uno, ofrece numerosas ventajas.

Según explica este grupo de investigación, además de ser rápido y de bajo coste, el recubrimiento homogéneo y estable permite cubrir la fibra, sin afectar a otros parámetros como la pérdida de carga al flujo de aire o a la eficiencia de filtrado.

Innovador y económicamente viable

"Los materiales viricidas que aporta esta invención, basados en nanopartículas metálicas combinadas con ligandos específicos, se presentan como una opción innovadora y económicamente viable para reducir el riesgo de contagio por SARS-CoV-2, ya que han sido validados contra el SARS-CoV-2 en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón (CIBA) y se han obtenido resultados de inactivación viral excelentes", asegura Baselga.

En este estudio también participaron Manuel Arruebo y Víctor Sebastián, profesores del Departamento de Ingeniería Química y Tecnologías del Medio Ambiente de la Universidad de Zaragoza, e investigadores del INMA así como del Ciber-BBN.

"La investigación desarrollada buscar dar una solución eficaz a la creciente demanda en equipos de protección individual para nuestra sociedad mediante el desarrollo de una mascarilla capaz de inactivar el virus por sí misma", señala Arruebo, quien también añade que la tecnología desarrollada "permitiría alargar la vida útil de las mascarillas, reduciendo así su impacto ambiental".

Baselga, por su parte, añade que "nuestra investigación se ha desarrollado para polipropileno, pero podríamos modificar el método y optimizarlo para aplicarlo en cualquier producto que tenga base polimérica, como el polietileno".

Este desarrollo ha sido validado "con el virus vivo", aislado de un paciente con SARS-CoV-2 por el grupo de Julián Pardo, investigador ARAID en la Universidad de Zaragoza y miembro del IIS Aragón.

Esta validación aporta un elemento diferenciador, ya que no se ha utilizado un sustituto del virus (lo que se conoce como surrogates) o fragmentos o proteínas del virus, sino el virus completo y con su capacidad infectiva plena.

"Sin su colaboración no habríamos validado que las mascarillas con nanoplata funcionan y reducen la carga viral", subraya Arruebo.