Big Ideas: del nuevo fracaso de Meg Whitman al éxito de Bill McDermott

Big Ideas: del nuevo fracaso de Meg Whitman al éxito de Bill McDermott

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Big Ideas: del nuevo fracaso de Meg Whitman al éxito de Bill McDermott

Cómo pulirse 1.750 millones en siete meses: que se lo pregunten a Meg Whitman y su último fracaso, Quibi

30 octubre, 2020 07:00

¿Han oído hablar de Quibi? Seguramente podría apostar (y ganar) a que no. Pues era -en pasado desde esta semana- una plataforma de vídeo que quería reinventar el consumo audiovisual en internet. Idea peregrina y sin demasiado mercado libre en el que entrar a competir, pero que consiguió convencer a inversores de alto nivel para que despilfarraran 1.750 millones de dólares.

Y digo despilfarrar porque esta aventura ha durado apenas siete meses, los que han tardado en gastar todo ese capital y darse cuenta de que nadie sabía ni de su mera existencia.Al frente de esta aventura, ejemplo de lo que no debe hacerse nunca, está Meg Whitman, la mujer que ya enterró al antaño coloso HP. Suma y sigue...

ServiceNow: la empresa de moda, tocada por la varita de un ángel llamado Bill McDermott

Bill McDermott no era alemán y se alejaba mucho del concepto de directivo habitual en una compañía como SAP. Sin embargo, su estilo de liderazgo hizo que la firma pasara de una valoración bursátil de 39.000  a 156.000 millones de dólares. Cuando abandonó la casa germana por ServiceNow, un proveedor de flujos de trabajo relativamente desconocido, pocos entendieron el cambio.

Pero, de nuevo, McDermott ha obrado su magia: las acciones de la multinacional han pasado de los 230 dólares cuando fue nombrado a más de 500 en la actualidad. Enseñas como IBM, Dynatrace, Accenture o Blackberry hacen cola para sellar alianzas con ServiceNow. ¿Estamos ante el próximo gran coloso de las tecnologías empresariales?

Donald Trump, el convidado de piedra en su propia batalla por la 5G

A nadie se le escapa que la guerra comercial iniciada por Donald Trump y el gobierno norteamericano contra la china Huawei tiene poco que ver con la ciberseguridad o protección de sus infraestructuras críticas y mucho con una estrategia geopolítica para evitar que el grueso del despliegue de 5G en EEUU (imprescindible ante la escasa cobertura de fibra) cayera en manos de su gran archienemigo declarado.

Lo que seguramente no pensó el bueno de Trump es que, fruto de sus arrebatos, las ganadoras serían dos firmas europeas: la sueca Ericsson (presente en todos los despliegues en España, por ejemplo) y la finlandesa Nokia, que este mes anunció los 100 contratos y 34 redes 5G activas. ¡Muchas gracias desde este lado del Atlántico!