Leslie Borrell ve el crecimiento de su startup de una manera un tanto diferente: quiere proteger su visión original a toda costa y fomentar el apoyo de la comunidad a través del crowdfunding. Esto es lo primero que llama la atención de esta emprendedora latina de Nueva York.

Tras dos décadas dedicadas al desarrollo de software en empresas como Etsy y Travelocity, el sistema pudo con ella. Esto es lo que le llevó a aventurarse con su propio proyecto, Carefully.

“Me pasé mi carrera profesional creando productos y equipos, haciéndolos crecer y es algo que me apasionaba”, comenta Borrell en una entrevista con D+I. “Llegué a ser vicepresidenta de ingeniería en una empresa, pero como mujer en la industria tecnológica me enfrenté a muchos retos”.

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Desde su puesto de trabajo como vicepresidenta, y con el poder que ello conlleva, Borrell intentó cambiar el status quo. Una de las iniciativas que llevó a cabo fue incluir a más mujeres y contratar equipos con mayor diversidad, pero la situación no cambiaba, lo que le llevó a un estado de frustración constante.

La única manera de salir de ese círculo vicioso era crear su propia compañía, lo cual le obligaría a “fortalecer nuevos músculos”, tal y como comenta durante la conversación. En ese momento, comenzó a pensar en Carefully.

“Quise comenzar una startup desde cero. Quedé con varios grupos de amigos para hacer sesiones de brainstorming y me di cuenta de que tenía una oportunidad de negocio en mis manos”, relata la fundadora. 

Borrell es madre soltera y en su vida profesional ha tenido que enfrentarse a diferentes situaciones en las que dejar a su hijo bajo el cuidado de otros padres no era una tarea sencilla. Esto es algo que se acentúa especialmente en grandes urbes donde a veces hay una falta de comunidad.

Su experiencia profesional es lo que le llevó a solucionar este problema con la ayuda de la tecnología. Así es como decidió enforcarse plenamente en el desarrollo de Carefully.

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La aplicación, disponible para dispositivos iOS y Android, ayuda a padres encontrar a personas cercanas en su comunidad con las que puedan dejar a sus hijos cuando estén trabajando o haciendo recados. Una herramienta de suma utilidad para aquellas familias o padres y madres solteros que no pueden permitirse dejar a sus hijos en un centro de pago. En cierto modo, es la “digitalización” de dejar a los padres con los hijos de amigos, pero la plataforma ayuda a encontrar a esos amigos cercanos.

Carefully está disponible en más de 90 países, pero la mayoría de sus usuarios activos se encuentran en estos momentos en Nueva York, California y Sudamérica. Además, la aplicación está disponible en inglés, español y ucraniano. 

El gran reto de Carefully y su equipo en estos momentos es expandir la plataforma para llegar a nuevas comunidades. Para ello han creado un sistema de incentivos. Cuando un usuario convenza a personas de su círculo para unirse a la plataforma, será bonificado; aunque desde Carefully todavía se encuentran puliendo los detalles de este sistema.

Lo ideal es, no unirse a la plataforma de manera individual, sino hacerlo junto a un grupo de amigos, según detalla la fundadora.

“La recepción de la aplicación entre nuestros usuarios ha sido muy favorable, porque está muy bien diseñada y es fácil de usar para realizar conexiones”, asegura Borrell. “En estos momentos nos encontramos en conversaciones con universidades e iglesias porque son grupos estratégicos que pueden hacernos llegar a personas que no cuentan con los recursos para dejar a sus hijos bajo el cuidado de centros”.

Borrell también está empezando a cerrar acuerdos con empresas que podrían ofrecer Carefully como un beneficio para empleados con hijos. 

Crowdfunding vs Firmas de inversión

De momento, la startup está siendo financiada con los propios recursos de su fundadora, pero en unos meses espera tener la plataforma lista para iniciar su primera ronda de inversión con amigos, familiares e inversores ángeles.

Sin embargo, Borrell muestra cierta reticencia a la hora de trabajar directamente con firmas de inversión interesadas en su proyecto y eso es lo que le ha llevado a acudir al crowdfunding.

“No descarto del todo que en un futuro aceptemos dinero por parte de firmas de inversión, pero quiero proteger mi visión a toda costa. Cuando alguien te aporta dinero, siempre hay obligaciones. Una gran inversión puede hacerte daño o también resultaría perjudicial para tu proyecto captar dinero de personas no adecuadas”, asegura Borrell.

La fundadora añade que la posible recesión va a obligar a las startups a tener esta conversación acerca del crowdfunding. Puede que en un futuro cercano conseguir capital ya no resulte tan sencillo como lo ha sido ahora y tengan que recurrir a la comunidad para levantar sus negocios.