En tiempos convulsos, el sector de defensa crece como ningún otro y cada vez surgen más startups con tecnología adaptada a los tiempos actuales. Epirus, en California, es una de esas compañías que ha conseguido hacerse un hueco en la industria en tiempo récord. Todo ello gracias a su armamento capaz de aniquilar drones.

Los drones se han convertido en una amenaza latente para los gobiernos, ya que no solo son asequibles, sino también de fácil acceso. “Los drones representan una amenaza global en estos momentos. Es el motivo por el que decidimos crear una tecnología para contrarrestar la amenaza de los vehículos aéreos no tripulados (VANT)”, comenta un portavoz de la compañía, a D+I. “Nuestro producto Leonidas puede hacer frente a las amenazas presentes y además está preparado para cualquier avance que se pueda producir en la industria de los drones en el futuro”. 

En su último levantamiento de capital, Epirus ha logrado cerrar 200 millones de dólares en una ronda C liderada por T. Rowe Price Associates y con el apoyo de uno de sus primeros inversores, la firma 8VC. También han intervenido Bedrock, Broom Ventures, EPIQ Capital Group y la firma Piedmont Capital Investments, entre otros. Con esta nueva ronda, Epirus ha conseguido captar un total de 287 millones de dólares hasta la fecha.

Epirus fue fundada hace tan solo cuatro años, en 2018, y en poco tiempo se ha convertido en todo un unicornio militar. En estos momentos, la valoración total de la empresa sobrepasa los 1,3 mil millones de dólares.

“Esta nueva ronda de financiación demuestra que hay un incremento significativo en la demanda de nuestra tecnología SmartPower”, celebran desde la empresa. “Vamos a expandir nuestro equipo de innovadores y visionarios. En el último año hemos conseguido doblar nuestra plantilla y lo mejor está aún por llegar”.

Simon Paterson, inversor analista de la firma que ha liderado la última ronda de inversión, afirma que Epirus es capaz de resolver los mayores retos de seguridad existentes en estos momentos: “Su tecnología revolucionaria, sumada a la precisión científica, hacen que Epirus esté bien posicionada a la hora de ofrecer soluciones a los mayores problemas de nuestros tiempos y hará que el planeta sea un lugar más seguro”.

El objetivo primordial de Epirus es desarrollar una tecnología que esté a la altura de las necesidades actuales. La guerra electrónica es un “fenómeno” relativamente reciente y las ramas militares del gobierno se han quedado atrás, con armamento obsoleto que no es útil a la hora de plantar cara a amenazas modernas.

Ya existen milicias que adhieren explosivos a los drones para atacar barcos y vehículos de combate, pero el armamento para acabar con este tipo de amenazas no está a la orden del día. Según Epirus, cada vez es mayor el riesgo que los drones representan para instalaciones privadas y militares, aunque también pueden suponer un riesgo en eventos masivos, como conciertos o partidos de fútbol.

En la actualidad, la compañía californiana tiene firmados contratos relevantes con ramas militares del gobierno estadounidense, incluyendo DARPA (la Agencia de Proyectos de Investigación de Defensa) y el Laboratorio de Aplicaciones de la Armada. También cuenta con nexos importantes en el sector comercial.

El poder de dirigir la energía hacia un enemigo

Epirus está plantando cara a las grandes empresas del sector de la defensa con su arma más potente: SmartPower. Así es como Epirus ha bautizado a su revolucionaria tecnología con la que puede dirigir una fuente energética hacia cualquier blanco enemigo, como drones no autorizados.

“Los productos tradicionales de gestión de energía surgieron antes de que llegaran la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático. SmartPower ha sido creado con la intención de abordar las aplicaciones más desafiantes en las que se hace uso de alta potencia energética junto con la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático”, explica la portavoz de la compañía. 

Uno de los beneficios de SmartPower es su precisión. El aprendizaje automático brinda la oportunidad de generar energía solo cuando se necesita, lo que permite a la empresa reducir gastos energéticos y conseguir más eficiencia. “Inventamos algo que no existía”, añade el portavoz de la compañía. SmartPower fue Ideado por Bo Marr, CTO y cofundador de la empresa. 

Leonidas Pod, el espartano de Epirus

Epirus prepara a los gobiernos para una guerra contemporánea, diseñando y produciendo armamento electrónico para dar respuestas a los avances de la tecnología moderna. 

En enero de este año, Epirus lanzaba su producto estrella: Leonidas Pod, el primer sistema anti-drone portátil del mercado. Este drone se encarga de emitir microondas de elevada potencia para acabar con cualquier otro que atraviese un perímetro asegurado.

El drone Leonidas Pod también puede trabajar al unísono con Leonidas, un sistema electrónico capaz de neutralizar un solo objetivo dentro de un espacio reducido o de acabar con varios drones enemigos en un espacio abierto. Cuando se combina junto con Leonidas Pod, ambos establecen un radio de protección más amplio. Cualquier drone que intente traspasar el campo de protección establecido, se precipitará hacia el suelo al instante. 

Comparado con otros productos cinéticos que hay en el mercado, Leonidas presenta un tamaño y un peso reducidos, sin sacrificar la potencia. Además, el sistema se puede poner en marcha en cuestión de minutos y ofrece una gran precisión a la hora de acabar con drones enemigos. Otros sistemas parecidos en el mercado llegan a tardar varias horas en ponerse en funcionamiento. Además, desde la startup confirman que sus productos no representan ningún riesgo para los vuelos comerciales.

La guerra electrónica ya está aquí y el ecosistema de statups de defensa está creciendo a una velocidad vertiginosa para dar respuesta a los nuevos tiempos. Desde la startup nos comentan que su tecnología, además, está preparada para resolver los mayores retos medioambientales de la actualidad: “Podremos incrementar el rango de las baterías y modernizar la red eléctrica”.