Carlos Santiso, director de Transformación Digital y Gobierno Público del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) acaba de lanzar un estudio donde se desgranan las claves para que los gobiernos de América Latina se sumen el futuro digital.

Bajo este marco, con Telefónica, Microsoft y el Centro para la Cuarta Revolución Industrial de Colombia, presentaron recientemente un estudio que pasa a analizar con D+I. El ejecutivo arranca por aclarar que la tecnología, por sí misma no tiene moral: "No es buena o mala en sí misma, depende de cómo y para qué se utilice".

"Para potenciar sus beneficios es clave asegurar un uso ético y responsable, según principios rectores claros y políticas públicas que la enmarquen y regulen. Un desafío importante de política pública que está al centro de los debates actuales sobre inteligencia artificial humanista es lograr un equilibrio entre innovación y regulación", añade Santiso.

El informe tiene tres motivaciones principales. Primero, se enfoca en el uso de la inteligencia artificial en, por y para el sector público. La segunda motivación es la necesidad de guiar el uso responsable de esta tecnología con principios éticos.

La última radica en que América Latina necesita articular y proyectar su voz de manera más fuerte y contundente para asegurar que el uso y la regulación de la inteligencia artificial también reflejen las realidades de una región.

Más allá de las empresas

En general, el debate actual sobre el uso de la inteligencia personal contempla el uso personal y la gran empresa, pero no se ve tanto desde la perspectiva del gobierno.

Sin embargo, se suele dejar de lado cómo los gobiernos lo pueden usar para sacar más provecho de sus datos, automatizar procesos y modernizar gobiernos y administraciones.

Carme Artigas, secretaria de Estado para la Digitalización y la Inteligencia Artificial de España, subrayó la importancia de marcos como la Carta de Derechos Digitales adoptada en julio pasado para transcribir al mundo digital nuestros derechos humanos en el mundo analógico, y ampliarlos con aquellos necesarios para lograr una transformación digital humanista.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina son aliados en la adopción de la inteligencia artificial. 

América Latina, la oportunidad es ahora

"El informe muestra que la región ha recorrido mucho camino, a menudo innovando por ejemplo en desplegar soluciones digitales basadas en inteligencia artificial en la lucha contra la corrupción; pero que queda aún mucho que hacer para potenciar esta tecnología, manejando sus riesgos", explica Santiso.

En su opinión: "Los países de la región se distinguen por el uso innovador de inteligencia artificial para mejorar la educación y la integridad pública. Destaca el uso de inteligencia artificial para mejorar la prestación de servicios educacionales en la región, con especial foco en la reducción de la deserción escolar".

En Argentina se alentó un sistema para predecir probabilidades de embarazo adolescente y deserción escolar.

En Argentina, "el Gobierno de la Provincia de Salta implementó un sistema para predecir probabilidades de embarazo adolescente y deserción escolar y en Chile el Ministerio de Desarrollo Social está desarrollando un sistema de alerta temprana de potenciales deserciones escolares", relata a D+I.

Por su parte, en México, "el Gobierno del Estado de Jalisco en conjunto con el Tecnológico de Monterrey están trabajando en un sistema de perfil de riesgo de deserción; y en Uruguay, la agencia digital AGESIC está desarrollando un sistema predictivo para prevenir la deserción escolar", continúa.

"Este tipo de aproximaciones implican riesgos que deben ser correctamente mitigados para evitar la reproducción de sesgos y el trato discriminatorio, asegurando servicios públicos confiables", sentencia el responsable.

María Isabel Mejía, líder en gobierno digital e innovación pública de CAF y coordinadora de esta iniciativa, va más allá.

Ve el informe como una visión realista pare trazar planes: "No descalifica los riesgos y dificultades a enfrentar; todo lo contrario, los resalta y muestra las exigencias para cada país en cuanto a investigación, confirmación de los hechos y realización de debates sociales abiertos".

"El informe subraya que la inteligencia artificial no podrá sustituir el juicio humano; todo lo contrario, podrá aumentarlo y complementarlo para lograr mejores decisiones y mejores servicios basados en evidencia", sostiene Mejía.

Colombia y Uruguay, las más preparadas

De los 17 países incluidos en el informe, siete contaban con estrategias de inteligencia artificial, cinco de los cuales con una estrategia vigente. Solo Uruguay cuenta con una estrategia de inteligencia artificial dedicada específicamente al sector público.

El reporte destaca los avances realizados por Colombia, con el apoyo de CAF, para articular una estrategia clara desde el centro de gobierno e invertir ahora en su implementación.

Según Víctor Muñoz, director de la Presidencia de la República y arquitecto de la estrategia colombiana de inteligencia artificial, la experiencia de Colombia subraya la importancia del apoyo político a la innovación desde el propio presidente de la República y la adopción de una estrategia de transformación digital e innovación pública comprehensiva y de largo plazo.

También destaca la coordinación de esfuerzos desde el centro del gobierno, la articulación efectiva de todos los actores del ecosistema de innovación digital, así como la inversión importante en fortalecer las capacidades institucionales y humanas de los actores.

La salud como prioridad

Desde la Dirección e Innovación Digital del Estado de CAF ven el uso de IA en salud como la prioridad inicial para terminar de mitigar los efectos de la pandemia. "A través de la telemedicina y de la detección temprana de enfermedades, o en la educación, gracias al uso de datos para reducir la deserción escolar".

También están llamados a agilizar los sistemas de justicia, a manejar más eficientemente los residuos, a detectar irregularidades e ineficiencias en la contratación pública e identificar patrones en la evasión de impuestos, y a mitigar los efectos sanitarios de una pandemia como la del Covid-19.

"Los gobiernos de la región deben priorizar el desarrollo de estrategias de IA que permitan aprovechar las grandes oportunidades que esta tecnología ofrece para mejorar la formulación de políticas públicas, el diseño y entrega de servicios a los ciudadanos y la eficiencia de la administración pública", recomienda Santiso.

Del mismo modo, insta a desarrollar estrategias para mitigar los riesgos y hacer un uso responsable de esta tecnología.El directivo también destaca la sostenibilidad y protección del medioambiente como otro de los sectores que deben adoptar la IA para mejorar resultados.

La inclusión como reto

Desde CAF se interpreta la adopción de la IA como un vector de progreso transversal, que no resulte excluyente. Algo difícil de cumplir dada la disparidad de gobiernos y situaciones.  Al menos 60 países han adoptado estrategias nacionales de IA para establecer visiones y enfoques estratégicos y muchos otros las desarrollan activamente.

Dentro de América Latina, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay se han dotado de una estrategia nacional en la materia o están en proceso de hacerlo.

Santiso cierra la conversación con unas recomendaciones sobre el despliegue y adopción: "En primer lugar, definir e implementar políticas públicas basadas en principios éticos. Después, adoptar marcos de gobernanza de los datos y de los algoritmos basadas en marcos regulatorios adecuados. Y, por último, preparar la fuerza laboral desde el punto de vista técnico y cultural, y atraer nuevo talento".