El equipo de Vranded.

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Disruptores e innovadores

Innovación y creatividad: dos principios de la misma moneda que deben equilibrar la forma y la función

Dani Ferrandis, director creativo de VRANDED Haus, explica cómo integran el diseño estratégico para favorecer la innovación corporativa.

1 febrero, 2024 16:49

Innovación y creatividad son dos polos de una misma moneda, la que encamina a las empresas a construir los mimbres de su futuro. En ese sentido, el diseño estratégico de las marcas se convierte en algo más que poner nombres o diseños a un concepto, para convertirse en una filosofía arraigada en cada aspecto del trabajo, desde la fase de ideación hasta la ejecución de proyectos concretos.

Según Dani Ferrandis, director creativo de VRANDED Haus, el diseño estratégico se convierte en el hilo conductor que garantiza una visión coherente y orientada hacia resultados tangibles. Ferrandis destaca que, aunque cada proyecto tiene sus propias peculiaridades y desafíos, todos han de ser abordados con un enfoque consultivo que asegura la integración de la estrategia en cada etapa del proceso.

Esta compañía (que ha colaborado con marcas prominentes como Mallorca, Samsung, Goiko, Marriott, Zel by Meliá, Ubeat u Ontier), la creatividad del diseño está obligado a trascender lo meramente estético, sino como "un vehículo para fortalecer la identidad de la marca y generar una conexión emocional con el público objetivo". Desde la funcionalidad técnica hasta las consideraciones logísticas, cada detalle ha de ser cuidadosamente diseñado para reflejar la propuesta de valor única de la marca.

Ferrandis destaca, en entrevista con D+I - EL ESPAÑOL, que el diseño estratégico es fundamental para "identificar los elementos que impulsan el éxito y aquellos que requieren transformación". En ese sentido, el reposicionamiento y la transformación de marcas demandan un enfoque holístico que combine una comprensión profunda del mercado con una visión audaz para el cambio. 

Así pues, Ferrandis explica que su enfoque se basa en una combinación cuidadosamente equilibrada de procesos de diseño, visión empresarial y una profunda comprensión del usuario. Esta combinación, sostiene, "es la clave para desentrañar los desafíos reales que enfrentan tanto las empresas como sus clientes".

En palabras de Ferrandis, "el diseño estratégico va más allá de la mera resolución de problemas; es una mentalidad que busca identificar oportunidades latentes y agregar un valor auténtico a través de la creatividad". En este sentido, el proceso de diseño se convierte en un viaje de descubrimiento, donde cada interacción con el usuario revela capas más profundas de comprensión y posibilidad.

Dentro del universo del branding, el diseño estratégico desempeña un papel fundamental al actuar como el ADN de una marca. Ferrandis compara esta función con la idea de "un embrión que contiene toda la información necesaria para el desarrollo completo de un ser vivo". De manera similar, el diseño estratégico establece los cimientos esenciales sobre los cuales una marca construye su identidad, su relación con los clientes y su posicionamiento en el mercado.

Forma o función

En el corazón del diseño estratégico yace un principio fundamental: el equilibrio entre forma y función. Para Ferrandis, la función, imbuida de una estrategia meticulosa, se erige como el pilar fundamental sobre el cual se construye la identidad de la marca. Inspirados por los principios de la Bauhaus, comprenden que la función debe prevalecer sobre la forma, siendo esta última más mutable y sujeta a las corrientes cambiantes del tiempo y las tendencias.

El compromiso del diseñador estratégico va más allá de la mera estética visual; se sumerge en la comprensión profunda de los objetivos de negocio de la compañía, sus desafíos inherentes y los recursos disponibles. Es este entendimiento holístico lo que permite trazar un camino estratégico coherente y efectivo para la marca.

La forma, aunque es la manifestación más visible de la marca, es solo la punta del iceberg en el diseño estratégico. Se trata de la parte superficial que se adapta y evoluciona con el tiempo, "reflejando las cambiantes dinámicas del mercado y las preferencias del consumidor". En este sentido, la estrategia se convierte en la brújula que guía estos cambios, asegurando que cada transformación sea coherente con la visión y los valores fundamentales de la marca.

Desde la perspectiva de Dani Ferrandis, estas tendencias reflejan un cambio profundo en la forma en que las organizaciones abordan la innovación y la conexión con sus usuarios.

En primer lugar, la tendencia más destacada es el continuo enfoque en colocar al usuario en el centro del proceso. El diseño estratégico, con su enfoque centrado en el usuario, permite a los equipos desarrollar soluciones que resuenen auténticamente con las necesidades, expectativas y desafíos reales de las personas. Esta empatía hacia el usuario se traduce en productos, servicios y mensajes que no solo satisfacen las demandas del mercado, sino que también establecen conexiones emocionales profundas con los consumidores, aumentando así las posibilidades de éxito para cualquier marca.

Otra tendencia significativa es la creciente influencia de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito del diseño estratégico. La IA emerge como una herramienta poderosa que ofrece a las empresas la capacidad de analizar, comprender y anticipar el comportamiento de las personas de una manera sin precedentes. Esta capacidad de análisis profundo proporciona a las marcas información valiosa que les permite adaptar sus estrategias y experiencias de usuario de manera más precisa y efectiva.

Lo más notable es que estas tendencias no se limitan únicamente a equipos creativos o departamentos de innovación; se están extendiendo a través de todas las áreas y niveles de las organizaciones. Desde la dirección hasta los departamentos transversales, existe una mayor valoración de los perfiles creativos y las metodologías de Design Thinking como impulsores fundamentales de la innovación y el crecimiento empresarial.