Una persona pagando con el móvil
El uso de pagos digitales se dispara en España: es uno de los países donde más cae la opción del efectivo
Aunque el 66 % de las operaciones aún se hacen en metálico, este ya no es el medio de pago predominante en términos de volumen
Hacer un bizum, pagar con tarjeta, con el móvil o con el reloj, son hábitos que están instaurados en nuestro día a día y que demuestran que los pagos digitales están cada vez más presentes. Han pasado de ser una opción cómoda a convertirse en una norma para miles de usuarios. La pandemia aceleró este proceso y hoy todos los países de nuestro entorno apuestan por esta tecnología. España, en particular, parece haber encontrado su propia receta para aspirar al liderazgo en este terreno.
A pesar de que el pago digital esté en pleno apogeo, lo cierto es que el dinero en efectivo sigue siendo el rey de las transacciones. Tal y como muestra un estudio del Banco Central Europeo, el metálico es el método de pago predominante en el punto de venta y entre personas. No obstante, se observa una tendencia a la baja. Ha pasado de representar el 79% de los pagos en 2016 al 59% en 2022.
Mientras los pagos con billetes o monedas descienden, la popularidad de la tarjeta no hace más que aumentar. En 2016 suponía el 19% de los pagos, pero para 2022 ya alcanzaba el 34%. Aunque el efectivo siga siendo el medio de pago más usado en número de operaciones, no lo es en cuanto a volumen. El informe señala que en 2022, el importe total pagado con tarjeta superó por primera vez al pagado en efectivo.
España, uno de los estados donde más cae el pago en metálico
Una persona pagando en metálico
En España, seguimos usando bastante el dinero en efectivo, de hecho, el 66% de lo que pagamos es en metálico. Pero si miramos a estados como Finlandia o Países Bajos, parece que casi lo han desterrado -sólo lo emplean en un 19% y 21% de las transacciones-.
Aun así, esta diferencia se está acortando. España es uno de los países europeos donde más ha caído el uso del efectivo entre 2016 y 2022, solo por detrás de Chipre. El Banco de España también respalda esta tendencia de que cada vez llevamos menos cash en el bolsillo. La tarjeta, por su parte, se mantiene bastante estable, mientras que los pagos con otros métodos (apps, móviles, etc.) crecieron un 10,5% en la segunda mitad de 2024 respecto al mismo periodo del año anterior.
La primera gran ciudad europea contactless
Hoy en día, el pago sin contacto con tarjeta, móvil o reloj está más que integrado, pero hace no tanto parecía algo casi de ciencia ficción. En 2010, ya se comenzaba a ver este método como una tendencia prometedora, pero no estaba extendido. Dos años más tarde, en 2012, CaixaBank y Visa dieron un gran paso: convirtieron Barcelona en la primera gran ciudad europea contactless. ¿Cómo? Distribuyendo más de un millón de tarjetas para pagos rápidos sin contacto e instalando cajeros y nuevos datáfonos en comercios. Esto supuso todo un hito y España se convirtió en pionera a nivel europeo en esta forma de pago, una posición que ha extendido a nivel mundial.
A partir de entonces, los pagos móviles despegaron, sobre todo, entre jóvenes. Según refleja el análisis del Banco de España, entre los 18 y 24 años, el pago móvil ha ido creciendo con fuerza y el uso de efectivo bajando. También influye el nivel de estudios: quienes tienen estudios superiores recurren más a apps y tarjetas que quienes tienen formación básica.
España también fue la precursora en el uso de Samsung Pay en 2016, gracias a CaixaBank, que ya había lanzado esta tecnología en 2012. En la actualidad, la entidad cuenta con hasta 4,85 millones de usuarios de pago móvil, una cifra que ha crecido un 15,3% en el último año.
La gran ventaja del contactless es que no es necesario emplear la tarjeta para hacer la transacción, basta con tener el móvil o un reloj inteligente a mano. Pero esto no es algo inédito, ya en 2014 CaixaBank creó la primera aplicación para relojes inteligentes, una herramienta para localizar oficinas y convertir divisas con Google Watch. La entidad también introdujo la primera pulsera Visa sin contacto.
Bizum: la iniciativa española que redefine los pagos digitales
El crecimiento de la popularidad de las tarjetas unido al auge de los smartphones, dibujó el entorno ideal para crear una solución de pago por móvil. Así es como nació Bizum en 2016 en España. Su crecimiento en usuarios ha sido increíble y ha logrado expandir su actividad a Italia, Portugal y Andorra. Casi una década después, este gigante no deja de aumentar sus cifras año tras año. No sólo cada vez más españoles lo utilizan, sino que su uso es más frecuente. Basta con echar un vistazo a las cifras: en 2024 se alcanzaron las tres millones de operaciones diarias, lo que se traduce en una media de 35 bizums al segundo.
Los datos muestran una tendencia clara: el efectivo pierde terreno y los pagos digitales crecen a un ritmo acelerado. España ha demostrado saber adaptarse al cambio y ahora tiene la oportunidad de convertirse en un referente y definir cuál será el futuro de los pagos en Europa.