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Alberto Núñez Feijóo ha exigido, una vez más, la dimisión de Pedro Sánchez. Pero "no porque esté rodeado de corrupción, sino porque es imposible que los presuntos delincuentes que lo rodean", su esposa, su hermano, el fiscal general, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, "hubiesen delinquido sin él".

El presidente del PP basó su dura acusación en las últimas revelaciones sobre los negocios de Begoña Gómez desde Moncloa.

Entre ellas, destacan los 121 correos emitidos por la asistente personal contratada por Presidencia para contactar con empresas que pudieran patrocinar la cátedra en la UCM de la esposa del presidente.

En su intervención, el líder del PP cargó contra la "avalancha de información insoportable" sobre los casos de corrupción vinculados al Gobierno.

"Cada día, hay numerosos motivos para exigir la dimisión del presidente... no lo podemos normalizar". Es más, Feijóo reseñó que todos los implicados están bajo la influencia directa de Sánchez.

"¿Cómo vas a ir en un coche con otros tres, y que uno esté en la cárcel y los otros dos en el Supremo, y tú no te enteres de nada? ¿Cómo convives con quien hace negocios con empresas a las que tú rescatas y no te enteras?".

Para Feijóo está claro que "están todos implicados".

Aun así, el líder del PP insiste en que no presentará una moción de censura mientras le falten "los mismos cuatro votos". Parece la decisión más una táctica para seguir señalando a los socios de la investidura que verosímil su argumento de que "presentarla y perderla avalaría este lodazal".

Como jefe de la oposición, calificó a Junts y al PNV, lo mismo que a ERC -pero no a Bildu, "porque ellos ya sabemos que cuanto peor, mejor"- de que "al mantener a Sánchez ya han entrado en la historia de la corrupción española" con capítulo propio.

"No es normal"

"Es que no es posible obviar un informe de la Intervención General del Estado, que depende de Hacienda, que dice que no se cumplieron las normas de contratación", dijo en referencia al caso Barrabés.

"No es posible que tu hermano viva en la Moncloa, nada menos que cuatro meses, y a la vez conste como contribuyente residenciado en Portugal... ¡y que cambie el móvil para que no le pille la inspección de Hacienda!"

Para Feijóo, los españoles no se deben "acostumbrar a esto".

Como tampoco a que se cumpliera este martes el récord de tres años seguidos sin presentar Presupuestos. "Es que usted me pregunta por la estabilidad del Gobierno, incluyendo eso como una cosa más... y este señor está incumpliendo la Constitución Española".

El líder del PP se reía, pero con cara de desesperación. "No es que esté indignado, no, no. Estoy asombrado", diagnosticó.

"Porque esto no ocurre en el más pequeño Ayuntamiento. Imagine a un alcalde haciendo estas cosas, no le dejarían entrar en el bar... bueno, Sánchez tampoco puede ir a los bares, es verdad", se corrigió con mofa.

Rechazo al frentismo

Feijóo se posicionó "radicalmente en contra del frentismo", y apostó por unir a los españoles sin levantar muros. "Desde el Gobierno no se puede dividir a la sociedad, porque eso desgarra el país, aunque dé réditos políticos a corto plazo"

Según el líder del PP, los españoles llevamos "siete años sufriendo un sinsentido" cuando desde el Gobierno lo que debe hacerse es "defender a los españoles y mejorar su vida".

Él mismo se puso de ejemplo, con sus 29 años de trabajo en el sector público, desde la dirección de Correos a la del Insalud, o sus cuatro legislaturas como presidente de la Xunta de Galicia. "He gestionado miles de millones de euros, y nunca he tenido un solo problema, ni yo ni quienes yo nombré".

Según proclamó, hay una cosa "innegociable" para trabajar con él, "la honestidad". Y lo mismo sirve eso para "decidir ausentarme cuando mi Gobierno autonómico debía votar la financiación de la remodelación de un polígono" donde estaba la empresa en la que trabajaba su mujer, que para "gestionar los impuestos" de los ciudadanos.

Tal como dijo, la "limpieza" debe volver a la política, "eso debe ser lo normal", sentenció. "Todos los españoles estarán a mi lado, porque no habrá ningún muro", declaró.

Y defendió que en ninguna de sus propuestas hay polarización ni división, "lo que hay es ilusión por España, una idea de gobierno y de país".

Presumió de su currículum afirmando que "si digo una cosa, la hago; y si me equivoco, pido disculpas, pero nunca engañaré".

Al tiempo que destacó que el PP ofrece "soluciones concretas" en vivienda, conciliación, impuestos y energía para mejorar el país.

"Yo hablo para unir a los españoles, hablo de sus problemas. No defiendo causas para enfrentar a nadie, sino para mejorar mi país".

Y rechazó la indignación política, sin citar en este punto a Vox, que se queda en mera protesta. "La indignación que tiene miedo a gobernar es un fraude que sólo favorece a la coalición de intereses que malgobierna España. La indignación no puede acabar en la protesta, sino en la propuesta", advirtió.

Compromisos

Por eso, pasó a enumerar algunos de sus primeros objetivos, cuando llegue a la Moncloa: "Aligerar las cargas a los agricultores, frente a la montaña de reglamentaciones que los asfixian". O hacer las inversiones necesarias en infraestructuras "para que coger un tren o un avión no sea una misión de riesgo".

También, impulsar la "gratuidad de las escuelas infantiles". Porque España lleva años perdiendo población y nacen pocos hijos. O además, "aprobar un pacto nacional sobre el agua, porque hay que solventar ese problema, ya sea ante las inundaciones o las sequías".

En ese punto, y preguntado por si Carlos Mazón debe seguir al frente de la Generalitat, cuando falta poco para el primer aniversario de la tragedia de la dana, reflexionó en alto.

Primero avaló "el esfuerzo" de su barón valenciano y recriminó la "dejadez" y la falta de empatía de Moncloa. Y luego, puso un ejemplo: "Cuando volvíamos de Murcia, este domingo, yo me preguntaba al ver las tormentas, ¿qué pasará si llueve igual y en el mismo sitio?".

Según Feijóo, no se han hecho las obras, no se han encauzado los barrancos, no hay medidores de caudal, y el Gobierno Sánchez "se ha tomado a broma a las víctimas y a todos los valencianos". Así que su conclusión es que "hoy pasaría lo mismo".

También propuso "reforzar la seguridad, que es la otra cara de la libertad" y un valor que, afirmó, hoy se ha perdido en la España de Sánchez. "Por ejemplo, en la protección de las mujeres amenazadas por sus agresores".

Según el líder del PP, el Gobierno ha "minimizado" su sufrimiento en el escándalo de las pulseras.

Políticas migratorias

El presidente del PP insistió en el tema de la seguridad, vinculándolo al "debate sobre la inmigración", que prometió "no rehuir" y abordar "con seriedad y propuestas concretas".

Así, prometió que los populares nunca convertirán en tabúes los problemas reales de los ciudadanos. "Que nadie cuente con mi partido para ello, ni para que solo nos limitemos a agitarlos", zanjó.

Las propuestas en inmigración, dijo, "son sólidas y firmes", y están basadas en "algo de sentido común", el orden y la legalidad.

Defendió que "la inmigración bien gestionada es una oportunidad, pero gestionada como hasta ahora genera desigualdades y problemas".

Y ante las etiquetas que lanzan contra el PP, desde la izquierda y la derecha, respondió: "No somos ni duros ni blandos. Somos firmes y sólidos".