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Por mucho que el tiempo los transforme y lleguen a cambiar de manos, hay ciertos lugares que no pueden evitar esconder la esencia de lo que fueron.

En el 180 del madrileño paseo de la Castellana, una zona adinerada de oficinas y yuppies, el recuerdo permanece intacto. Unas espesas cortinas apenas disimulan lo que evidencian las luces de neón del exterior. En este local, se sigue ejerciendo la prostitución.

Mientras, en el 36 de la calle San Bernardo, en la posterior de lo que un día fue el ambiente más canalla de la Movida, unos bajos tapiados y unas paredes llenas de grafitis reciben a los reporteros de televisión que hoy elaboran desde aquí sus crónicas con tono inquietante.

Estos negocios forman parte de un mapa que recorre el Madrid más subterráneo y en el que no caben distinciones. Ricos y pobres, pijos y macarras, clientes y mercaderes traficaron aquí con sus cuerpos. Todo, al amparo de unos dueños que realmente eran quienes hacían dinero.

Hoy ninguno de estos dos negocios pertenece ya a sus antiguos propietarios, pero ambos formaron parte de San Bernardo 36 S.L., la sociedad desde la que Sabiniano Gómez Serrano, el padre de Begoña Gómez, y dos de sus hermanos regentaron saunas gays y otros locales en los que se comerciaba con sexo.

Local de Castellana 180, esta semana. I.M.

El de Castellana 180, como otros, siempre fue un bar de copas de ambiente heterosexual, donde quienes se ofrecían a sus pagadores eran mujeres.

El entramado familiar es opaco, ya que Sabiniano Gómez Serrano no figuraba en el Registro Mercantil de la empresa, y tiene diferentes ramificaciones. Pero existen tres puntos en el tiempo que revelan que él siempre estuvo al frente del negocio.

El primero es una sentencia de 1989 que condena a “Sabiniano Gómez Serrano, propietario de Saunas Adans [sic]” como responsable civil subsidiario por un incidente en este local que causó la muerte de un operario.

La segunda fecha es el 4 de enero de 2006, cuando el exconcejal de Urbanismo de Palma de Mallorca Javier Rodrigo de Santos, del PP, pagó 350 euros con dinero público en esta misma sauna.

La sentencia, del 23 de septiembre de 2009, establece que el concejal cargó dicha cantidad a una tarjeta de la empresa pública de obras en el “local de sauna de Sabiniano Gómez Serrano, sito en la calle San Bernardo número 38 de Madrid”.

Sentencia del 23 de septiembre de 2009 del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares.

En los bajos del número 36 se ubicaba el negocio y en el 38 la sociedad tenía su sede fiscal, además de un ático dividido en pequeños apartamentos, donde supuestamente subían quienes acordaban un precio para estos encuentros.

La tercera de las referencias temporales es un documento de alquiler del 19 de junio de 2023, que constata que Sabiniano y su hermano Enrique Francisco Gómez Serrano pagaban un arrendamiento de 853,97 euros, un precio muy por debajo del valor de mercado para un inmueble de esas características en la zona, a la mutualista pública Muface, propietaria del edificio.

Por tanto, hay una línea de tiempo que recorre 34 años en la que existen pruebas de que el suegro del presidente del Gobierno se dedicó a esta actividad. El último de estos documentos está fechado un año antes de la muerte de Sabiniano Gómez.

San Bernardo 36, el epicentro del negocio. I.M.

El inicio de la relación

En ese marco temporal Pedro Sánchez conoció a Begoña Gómez, tuvieron un “flechazo inmediato” como ambos han reconocido, se casaron y hasta hoy. Fue en 2003, justo el año en el que el entonces joven político socialista se presentó a las elecciones municipales de la capital, cuando lo invitaron a una fiesta de cumpleaños de unos amigos en un chalet madrileño.

Allí estaba Begoña, una treintañera nacida en Bilbao, que se había mudado a Madrid con su familia. “No sabes qué tabarra le di”, confesó Pedro Sánchez en 2015 en una entrevista personal con Bertín Osborne, cuando éste le preguntó por el momento en que vio por primera vez a su mujer.

Si contamos estos detalles es porque Sánchez los ha explicado. Desde ese momento hasta 2024, cuando el padre de Begoña Gómez falleció, pasaron 21 años. Más de dos décadas en las que no sabemos, porque no nos lo ha dicho, cómo “convivió” él con los negocios de su suegro.

La palabra, “convivió”, está elegida cuidadosamente. Porque eso es lo que dijo Alberto Núñez Feijóo en el Congreso de los Diputados el pasado miércoles, cuando decidió traspasar lo que hasta ahora había sido una línea roja: “Pero, ¿con quién está viviendo usted? Pero, ¿de qué prostíbulos ha vivido usted? ¡Partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución”.

La última frase de su embestida tampoco está escogida al albur. Porque utiliza terminología penal partícipe a título lucrativo para calificar la realidad del presidente del Gobierno.

Esta figura establece que una persona se beneficia de un delito sin conocimiento de que se ha producido y, por tanto, está obligada a devolver la ganancia pero no a responder penalmente por ello. Aunque en este caso no está demostrado que se cometiera ningún delito.

Las propiedades

Lo que sí quiere subrayar el PP es que el presidente se benefició de estos negocios, porque hay varias propiedades inmobiliarias que Begoña Gómez o bien heredó o bien compró a la sociedad San Bernardo 36 S.L., gestionada por su padre.

Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, desde diciembre de 2009 Begoña Gómez es propietaria de una casa en Pozuelo de Alarcón, una de las zonas más caras de Madrid, como resultado de una “herencia”.

Además, en 2008 la mujer del presidente compró al 50% -junto a Pedro Sánchez- una vivienda de 80 metros cuadrados en una urbanización con piscina ubicada en la calle Dinamarca. 

Más tarde, la pareja se trasladó a otra casa aún más grande en la urbanización Prado de Somosaguas, en la calle Tramontana de la misma localidad. Según publicaron otros medios, Sabiniano Gómez reconoció de palabra haber pagado esta casa antes de cedérsela a su hija. 

Éste sería el inmueble, de 165 metros cuadrados y ubicado en una zona residencial con piscina y pistas de pádel, en la que vivió la pareja antes de trasladarse al complejo de la Moncloa cuando Pedro Sánchez fue elegido presidente.

Al solicitar la información en el registro acerca de ese inmueble, lo que aparece es ese documento de 2009 en el que Begoña Gómez consta como "titular del pleno dominio por título de herencia".

También consta la compra de un apartamento de tres dormitorios, dos baños, comedor, cocina y terraza, repartidos en un espacio de 73 metros cuadrados, en Mojácar (Almería), que habría sido adquirido a la sociedad San Bernardo 36 S.L.

La operación se realizó en julio de 2013, un mes después de que su tío Enrique dejara de aparecer como administrador único de la compañía, que fue transferida a un hombre llamado Ángel Prieto, también propietario de otra sauna en la capital.

Documento de propiedad de la vivienda en Mojácar, a nombre de Begoña Gómez.

En Mojácar pasaron buena parte de sus veranos Pedro Sánchez y Begoña Gómez, también hasta que el líder socialista se instaló en la Moncloa y sus asesores le aconsejaron cambiar el modesto apartamento de playa por las dependencias del Estado en Lanzarote o Doñana.

Además, la pareja Sánchez-Gómez casada en régimen de separación de bienes compró a partes iguales una casa con garaje en 2005 en el madrileño barrio de Aluche y tres años más tarde se mudaron a esa vivienda de la calle Dinamarca de Pozuelo de Alarcón, donde los precios son más elevados.

Begoña Gómez trabajaba en ese momento en una empresa de consultoría, pero al menos una de esas viviendas, presuntamente en la que que residió junto a su marido hasta 2018, fue recibida en herencia cuando su padre aún estaba vivo.

De lo personal a lo público

Los asuntos personales son eso, cuestión de cada uno. Salvo que haya algo que lo inculpe y afecte directamente a lo público.

La respuesta al enigma sobre si Pedro Sánchez estaba al tanto de todo, prefería no husmear demasiado o no sabía nada, como con la corrupción y lo que pasaba en su partido, quedarán para la alcoba.

Pero la única certeza es que Sabiniano Gómez había sido un tabú hasta ahora. El jefe de Gobierno nunca ha pronunciado una palabra en público sobre él ni sobre sus actividades, por más que haya tenido oportunidad de hacerlo.

En numerosas entrevistas ha hablado de su vida privada, de su mujer y sus hijas, de sus orígenes, sus dilemas y sus tribulaciones.

Se ha realizado un documental sobre su vida en Moncloa y se han publicado dos libros de carácter biográfico sobre él, Manual de resistencia (Península, 2019) y En tierra firme (Península, 2023), en los que el presidente se confiesa ante la periodista Irene Lozano y ninguno menciona una línea sobre la actividad de su suegro.

Más allá de la anécdota sobre el día en que conoció a Begoña Gómez y del momento en que dejó su cepillo de dientes en casa de ella, ha hablado largo y tendido sobre su matrimonio.

Es más, el año pasado abrió una crisis de Gobierno por los “ataques injustos” que estaba recibiendo su mujer, en el momento en el que se abrió una investigación por presunto tráfico de influencias, que remató con una carta en la que se definió como un “hombre profundamente enamorado".

Sánchez, en un acto reciente con feministas en la sede del PSOE.

Sobre la prostitución también se ha expresado en multitud de ocasiones. Desde 2015, cuando era secretario general del PSOE, y ya apostaba por perseguir tanto a los proxenetas como a los que "consumen prostitución", hasta el presente más inmediato.

En medio del escándalo de lo que en Moncloa llaman “triángulo tóxico”, por el que además de la corrupción de José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán, toda España ha escuchado a los dos primeros hablar de prostitutas como si fueran mercancía, Sánchez anunció su compromiso de “abolir la prostitución”.

“Acabaremos con un negocio que esclaviza a las mujeres en nuestro país”, ha repetido en multitud de ocasiones.

Pero en este terreno, nunca ha habido una mención a las actividades de su familia política, a lo que se cocía en casa. Ningún propósito de enmienda, de redención, un gesto de alarma por una situación incómoda. Ni tan siquiera una nota al pie.

Lo dicho, nadie es responsable de los actos de los demás, por muy cercanos estos que sean. Pero luego está el aforismo de Cicerón y aquello de que la mujer del César no sólo debe ser honesta, sino parecerlo. Aplíquese también al resto del árbol genealógico.

De ahí que el PP, enfrascado en estos momentos en este tema, se empeñe en remarcar este aspecto. La nueva portavoz popular en el Congreso, Ester Muñoz, habla de "cinismo" e "hipocresía".

Y tras su intervención del miércoles, Feijóo ha insistido esta semana en que no son tolerables las "lecciones de moralidad desde la inmoralidad" y le ha recriminado a Sánchez que "no puede ser un adalid y decir que va a abolir la prostitución, cuando participó en el abominable negocio de la prostitución."

Las cloacas de Villarejo

Traspasado ese tabú, que también lo era para la oposición, el PP parece dispuesto a poner toda la carne en el asador con este asunto. Aunque eso signifique entrar de nuevo en el terreno de las cloacas, a las que tanto ha apelado el Gobierno cuando se ha visto en apuros.

Desde los círculos afines al PSOE el primer argumento que se ha deslizado es que estos locales serían el equivalente a clubes de swingers y que se están identificando ambientes homosexuales con prostitución. Sin embargo, testimonios directos recogidos por este medio confirman que en esas saunas se pagaba por tener sexo.

También se ha resaltado que no hay constancia de que en ninguno de esos locales se cometiera ningún delito. Si bien, en caso de prosperar la ley del Gobierno para abolir la prostitución y teniendo en cuenta de que en estos locales existían esas prácticas, sí que habría un delito.

Y, por último, el PSOE ha reaccionado asegurando que todo este asunto de las saunas parte de “un informe de la policía patriótica creada por el PP en el Gobierno de M. Rajoy”, cuyo único objetivo es “atacar a Pedro Sánchez y su familia”.

Porque sí es cierto que todo nace con una conversación del comisario Villarejo. Y basándose en un dossier difundido por el programa Mañaneros 360, de TVE, por el que el expolicía habría estado recabando información sensible contra Pedro Sánchez, los socialistas piden una investigación judicial para determinar si Feijóo accedió a esta información a través del "espionaje ilegal".

Lo que se sabía es que el 22 de agosto de 2014, apenas un mes después de que Pedro Sánchez fuera elegido por primera vez secretario general del PSOE, el comisario de las cloacas se reúne con el entonces número dos del Ministerio del Interior, Francisco Martínez, del PP.

En la conversación, que quedó grabada, Villarejo le dice a Martínez que el suegro de Sánchez regenta varias saunas de ambiente gay en las que se ejerce la prostitución. Su interlocutor se queda sorprendido.

Francisco Martínez.- “Y Sánchez lo sabe seguro, sabe perfectamente a qué se dedica el suegro”...

Villarejo.- “Sí, coño, ya me contarás”.

Francisco Martínez.- “Esto lo mata”.

Villarejo.- “Esto mataría a cualquiera políticamente, un tío que va con la bandera del rollo este feminista y no sé qué. ¿Feminista y lo tienes lleno de polacas chupando pollas en la sauna?”

Este extracto de la conversación es el que publicaron el mismo día, el 26 de abril del año pasado, varios medios afines al Gobierno.

La fontanera del PSOE Leire Díez había tenido acceso a esta grabación y, tal y como publicó este periódico, organizó una reunión junto al entonces secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, el director de Comunicación del partido, Ion Antolín, y Juanfran Serrano, mano derecha de Cerdán. También estuvieron presentes el empresario Javier Pérez Dolset, investigado por fraude en la Audiencia Nacional, y la periodista Patricia López.

La cita tuvo el efecto esperado y varios medios publicaron ese audio en mitad de los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez.

Lo que no aparecía entonces en esas informaciones y sí hizo público días después EL ESPAÑOL es una parte de la conversación que se había omitido, en la que Villarejo desvela que varios miembros de esa policía patriótica se habían reunido con Pedro Sánchez por mediación de su suegro.

Los otros partícipes de ese encuentro son Enrique García Castaño (alias El Gordo) y Carlos Salamanca, excomisario de Barajas, condenado el año pasado por colar en España a altos cargos del régimen de Guinea Ecuatorial a cambio de sobornos.

“El Gordo estuvo un ratito y se piró. El Gordo no sabe esto. Se caga, vamos. Sabe que yo sé esto y se caga. (...) Se vieron un momento con Pedro Sánchez. Fui allí a tomar café. No comió con ellos. Comieron con el suegro. Y a mí me dicen que El Gordo se lo ha contado a [Eugenio] Pino [exdirector adjunto operativo de la Policía Nacional] y que habían estado en una finca”.

El audio de Villarejo sobre la reunión de Pedro Sánchez con la ‘Policía patriótica’.

Algunos medios publicaron que las saunas de Sabiniano Gómez servían como punto de encuentro entre miembros de la Policía y representantes de partidos políticos, empresarios o jueces, aunque eso es algo que no ha podido acreditarse. Tampoco que la propia Begoña Gómez realizara tareas de contabilidad o administración en el negocio, como han recogido otros mediante testimonios anónimos.

Pero la información que hay en esas cintas sobre Pedro Sánchez es que él también se habría reunido en el pasado con los señores de las cloacas y que su suegro actuaba como mediador y en connivencia con ellos, siempre según Villarejo.

El asunto quedó en manos de la Audiencia Nacional en 2022, aunque los jueces no encontraron ninguna actividad ilícita en las saunas a raíz de esos audios.

Ahora el PP ha anunciado más de una veintena de preguntas en el Congreso y el Senado para que los miembros el Ejecutivo den explicaciones sobre el supuesto uso de inmuebles públicos como lugares en los que se ejercería la prostitución y así indagar sobre supuestas irregularidades.

Una de las cuestiones en las que incide el Partido Popular y sobre las que se referirá al ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, es por qué Muface alquilaba el número 38 de la calle San Bernardo a la sociedad de Sabiniano Gómez y si era consciente de las actividades que allí se realizaban.

El hombre llegado de León

El suegro del presidente sería una sombra en el ecosistema político español, pero su biografía apresurada ya se ha escrito. Fue un hombre nacido en un pequeño pueblo de León llamado Gordoncillo, de raíces humildes, que en la década de los ochenta se trasladó a Madrid junto a su mujer y dos hijos: Begoña y Miguel Ángel.

En esos años compró un pequeño cine que luego transformó en salones de fiestas, pero con el despertar del ocio nocturno madrileño encontró un negocio mucho más lucrativo: las saunas de ambiente.

De aquella época es la sentencia de 1989 que le obligaba a pagar un millón y medio de pesetas a los herederos del operario fallecido en su sauna Adán, uno de los locales de este tipo más emblemáticos de ese Madrid efervescente y sobre el que se asentó el negocio.

A los testimonios que confirman la existencia del sexo de pago en este lugar se suma incluso el personaje mediático Bob Pop poco sospechoso de ser enemigo de Pedro Sánchez, que en 2010 escribió en su libro Mansos: "Sauna Adán: donde los chaperos te follan por cuarenta euros".

El negocio de Sabiniano se amplió a la sauna Azul y la sauna Princesa, conformando un triángulo que se extendía desde la cara B de la Gran Vía en sus calles aledañas ha reinado durante años la prostitución a las inmediaciones de Argüelles, otra de las tradicionales zonas de copas de la capital.

Pero Sabiniano no quería que su nombre apareciera en los papeles y en 1996, cuando se constituyó San Bernardo 36 S.L., la sociedad que debía agrupar los negocios, el elegido como administrador único fue su hermano Enrique Gómez Serrano.

Éste compartió inversiones junto a su otro hermano Conrado, que también regentaba el prostíbulo de Castellana con el que comienza este reportaje.

Según la información recopilada por este periódico, en 2002 la compañía pidió una licencia al Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz (Madrid) para abrir un sex-shop.

Y en 2012 la empresa tuvo que afrontar una extraña incidencia, ya que recibió un "expediente incoado en materia de animales de compañía", emitido por el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de Ávila. No hay más información al respecto, pero en la documentación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL aparece como denunciado San Bernardo 36 S.L. y el NIF de este mismo negocio.

Un paso a un lado

Enrique y Conrado controlaban una tupida red de negocios dedicados al ocio o a la hostelería en Madrid, un hostal de carretera en Lugo o una cafetería en la que también aparece el nombre de otro hermano, Isaías Gómez Serrano. Todos ellos tíos de Begoña Gómez.

Sin embargo, al menos al mismo nivel que los dos primeros estaría Sabiniano, su padre.

Así fue hasta que en 2013, con Pedro Sánchez ya como diputado y abriéndose camino en la Ejecutiva del PSOE, su familia política decidió dar un paso a un lado. Quién sabe si para evitarle problemas al yerno.

En julio de ese año Enrique Gómez Serrano se da de baja en San Bernardo 36 S.L. y deja su cargo en manos de un empresario llamado Ángel Prieto, que entonces tenía otra sauna de ambiente gay en el número 10 de la calle Orense, uno más de los clásicos lugares de copas de la capital.

Según distintas informaciones, este otro hombre trabajó durante un tiempo con la familia y pudo ejercer como testaferro.

La antigua sauna Mayka, a día de hoy. I.M.

Pero hoy todo eso forma parte del pasado. De esta sauna de la calle Orense, la antigua Mayka, a la que se llega por un pasadizo superior a unos bajos en los que los veinteañeros todavía salen de fiesta, quedan los rótulos, pintadas y una puerta metálica cerrada a cal y canto. Hoy es la entrada de mercancías para un moderno restaurante en el que se organizan grandes eventos.

En la más cercana a Gran Vía, la extinta sauna Azul, hay una de esas puertas de madera con mirilla que no terminan de encajar con el resto de la fachada y que no pueden más que esconder secretos.

Aunque el destino más llamativo es el de la antigua sauna Princesa, ubicada en el número 4 de la calle Mártires de Alcalá, donde hoy existe un local dedicado a las fiestas de cumpleaños infantiles llamado "Dinopeppino".

Lugar donde se ubicaba la sauna Azul. I.M.

El último documento legal al que aferrarse es el contrato de alquiler de 2023 que demuestra que Sabiniano, su hermano Enrique y la sociedad continuaban entonces activos. El resto forma parte de una realidad vaporosa, como el ambiente que se concentra en estas saunas.

Hubo tiempo para saber lo que había allí. Realmente, ¿es posible que el presidente no estuviera al tanto de nada? De momento, tampoco hay ningún desmentido.

El fantasma de Sabiniano vuelve, por mucho que hasta ahora haya permanecido en uno de esos cuartos oscuros de los negocios, el poder, la política, el Estado profundo y los medios. Un lugar camuflado, pero demasiado a la vista, en el que las cosas siempre terminan saliendo a flote.

Lo ha devuelto a la vida Feijóo, quien parece dispuesto a llegar hasta el final tras los reiterados ataques sobre su supuesto vínculo con el narco Marcial Dorado o el piso del novio de Isabel Díaz Ayuso.

Sánchez se pone una vez más ante el espejo, quizás el más borroso al que se ha enfrentado durante esos 21 años.