Madrid

Isabel Díaz Ayuso ha sido reelegida como presidenta de la Comunidad de Madrid. Y lo ha hecho con los votos favorables de Vox, que llegan "a cambio de nada". La líder popular tomará posesión del cargo este próximo sábado y arrancará así su primer Gobierno en solitario, tras su anterior legislatura en coalición con Ciudadanos.

Los parlamentarios regionales han votado tras un tenso debate de investidura y el resultado ha sido contundente: 77 votos a favor, 57 en contra y ninguna abstención. Es decir, los 13 diputados de Vox han votado favorablemente en primera ronda, como habían anunciado, aunque no entran en el Ejecutivo.

La segunda sesión del pleno de investidura ha sido bronca, como era de esperar, especialmente soliviantada por la trifulca protagonizada por Rocío Monasterio y Serigne Mbayé. La líder de Vox ha llamado "inmigrante ilegal" al diputado senegalés de Unidas Podemos, y éste ha pedido una rectificación a sus "palabras racistas"... En vano.

Asistentes aplauden al portavoz del sindicato de manteros y diputado de Unidas Podemos, Serigne Mbayé. E.P.

Pero eso no ha sido todo, ni mucho menos. El debate ha estado marcado la dureza con la que la izquierda ha cargado contra la presidenta: "sectaria"; "enemiga de la prensa"; "amiga de las grandes empresas"; "irresponsable"; "propagandista" y así un largo etcétera...

... Que no se ha quedado sin réplica por parte de la presidenta, que ha respondido a los ataques a su partido y a Vox asegurando que "quienes son radicales y sectarios son únicamente los partidos de la izquierda".

Ayuso ha defendido sus 47 medidas para la Comunidad de Madrid, así como su cheque bebé, pero también ha presumido con sorna de su victoria el 4-M: "Hablan de Gobierno indecente porque, claro, lo han elegido los ricos, tabernarios, borrachos, machistas y fachas".

Pero sobre todo, la dirigente del Partido Popular ha dejado claro que la suya será una legislatura encaminada a hacer oposición al Gobierno de España. "Hoy empieza el fin del sanchismo en España", ha celebrado antes de vaticinar que "en 2023 el país se teñirá de azul".

"Una fábrica de mentiras"

Las intervenciones de los grupos parlamentarios se han producido por orden de menor a mayor representación en la Cámara. Así, Unidas Podemos ha comenzado la segunda sesión de investidura con la alocución de sus dos portavoces. La primera, Carolina Alonso, ha criticado la "propaganda" y las "mentiras" que a su juicio han caracterizado al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso durante la pandemia. 

La nueva portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Carolina Alonso, interviene durante la segunda sesión del pleno de investidura. E.P.

Alonso ha expresado la "preocupación" de la formación de extrema izquierda porque se vaya a "ratificar un acuerdo de Gobierno lesivo y regresivo para las libertades y el bienestar de todos y todas"; un Gobierno caracterizado por realizar una "bochornosa oposición al Gobierno del Estado" y por haberse convertido en "una gran fábrica de mentiras".

Si los madrileños han subsistido durante la pandemia, ha asegurado la portavoz morada, es "gracias a los ERTE de Yolanda Díaz y no a las ayudas de Ayuso", que se ha dedicado "a hacer propaganda" en lugar de "gestionar".

En el turno de Alejandra Jacinto, la segunda portavoz del partido, el término "libertad" ha estado omnipresente, pero para ser criticado. "Cuando usted dice libertad, yo me acuerdo de los familiares de fallecidos en residencias, de los murales feministas boicoteados por su partido, de los menús de Telepizza para los niños sin recursos...", ha apuntado. "Señora Ayuso su falsa libertad destruirá el planeta y después se tomará una cerveza", ha añadido.

En su réplica, Ayuso ha acusado a Podemos de buscar "deslegitimar" los resultados del 4-M y ha acusado a la oposición de traer un discurso escrito desde casa, previo al conocimiento de sus propuestas. "Son los mayores enemigos de las PYMES y de los autónomos", ha zanjado la presidenta en referencia a la formación morada.

La polémica

Ha sido llegar el turno de Vox y caldearse el debate. Su líder en Madrid, Rocío Monasterio, ha adelantado que "haremos presidenta a Ayuso a cambio de nada", pero "luego ya negociaremos ley a ley".

Monasterio también ha tachado de "anómalas" las elecciones del 4-M por cuanto transcurrieron bajo "un clima de violencia alentado por la izquierda", en referencia a los ataques que su formación sufrió en Vallecas. Además, ha preguntado a Más Madrid, PSOE y Podemos "¿dónde estan los sobres? ¿Y las balas?".

Pero la polémica ha llegado cuando, al hablar sobre los problemas de convivencia con los extranjeros, se ha dirigido al diputado senegalés de Unidas Podemos Serigne Mbayé, a quien ha acusado de "entrar ilegalmente saltándose en la cola de entrada a inmigrantes legales" y que "durante años se lucró vendiendo de forma ilegal en la puerta de comercios".

Monasterio no rectifica tras llamar "ilegal" a Serigne Mbayé (Podemos), que la acusa de "racista"

Estas palabras han generado una trifulca en la Asamblea, pero Monasterio no ha retirado sus palabras pese a las quejas de Mbayé y a la petición de la presidenta de la Cámara, Eugenia Carballedo. "He afirmado que el señor Mbayé entró de forma ilegal, no que no sea español", se ha defendido Monasterio.

En el turno del PSOE, Hana Jalloul ha recogido la polémica matizando que "las personas no son ilegales", sino que están en "irregularidad administrativa", en alusión a Serigne Mbayé. Su dicurso ha oscilado en torno a la crítica de la Sanidad madrileña y "el protocolo de la vergüenza" en las residencias.

"Un corto mandato"

Entonces ha llegado la intervención de Mónica García. La líder de la oposición, que también ha comenzado su discurso expresando su "apoyo" a Mbayé, ha articulado el que ha sido probablemente el discurso más duro contra la presidenta madrileña, a la que ha vaticinado un "corto mandato".

Sus críticas también se han centrado, como las de Jalloul, en la Sanidad y la gestión de las residencias: "Seguramente sea la mayor de las traiciones generacionales. (...) Después de dejarles morir abandonados con unos protocolos vergonzantes, les niega la investigación que merecen".

La portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, interviene en la segunda sesión del pleno de investidura. E.P.

En lo referente al cheque bebé que anunció ayer Ayuso para menores de 30 que lleven 10 años empadronadas, García ha criticado que esta ayuda a las mujeres "afecta a un 2%, que tienen que pasar las 12 pruebas de Astérix". "Es curioso que a los madrileños que vienen a Madrid a no pagar impuestos de sucesiones y patrimonio no les pide 10 años de empadronamiento; pero a una joven vasca, gallega o andaluza, para tener un hijo, sí", ha zanjado en este sentido.

Al término de su discurso, Mónica García ha afirmado que "su Gobierno está apoyado en la mala gente. Le auguro un corto mandato. Va a tener mi aliento muy cerca"

"Me da igual si va a estar cerca o lejos, lo único que le pido es que no me apunte con una pistola", ha respondido entonces Isabel Díaz Ayuso, en obvia referencia al episodio vivido en la Cámara madrileña el pasado mes de octubre, cuando García señaló con su dedo -simulando un disparo- al portavoz popular Alfonso Serrano.

La XII legislatura

La XII será una legislatura corta y previsiblemente cómoda, pues durará sólo dos años (en 2023 habrá nuevas elecciones) y, hasta entonces, el Partido Popular gozará de una holgada mayoría para sacar adelante todas sus propuestas: sus 65 diputados suman ocho más que las tres izquierdas juntas, 57.

Esto significa que salvo que los 13 diputados de Vox votasen junto a la izquierda, cosa que se antoja improbable, Ayuso no encontrará trabas para aprobar sus medidas.

Una de las novedades radicales de esta XII legislatura consiste en que el partido liderado por Mónica García será el partido de la oposición. El pasado 4 de mayo, Más Madrid logró el sorpasso al PSOE con 3.831 votos más (pero los mismos escaños, 24). De hecho, el partido "ecologista" ocupa ahora en la Asamblea los escaños que el PSOE ha ocupado durante casi 40 años.

Si el pleno de hoy ha servido como aperitivo, la XII legislatura transcurrirá con una política de bloques muy marcada, una presidenta dispuesta al entendimiento con Vox -aunque no necesite sus votos- y una clara oposición a Pedro Sánchez desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid: en políticas y en retórica.

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