El Partido Popular avisa: no podrá apoyar la barra libre de gasto si no le enseñan las cifras. Y no es que los de Pablo Casado quieran ahora ponerse a negociar los Presupuestos. Lo que quieren es ver los números del plan para volver a la disciplina fiscal una vez que ya están echadas las cuentas para 2021.

Lo que ocurre, concretamente, es que según Mario Garcés, portavoz económico popular en el Congreso, el Gobierno se ha olvidado de cumplir la ley al no presentar "un plan de reequilibrio que permita la corrección del déficit estructural" después de aprobar la eliminación de las reglas fiscales.

La formación conservadora comparte la necesidad de eliminar ese tope, "como bien ha hecho la Comisión Europea invocando la cláusula de salvaguarda", recuerda Garcés. Pero exigen a Pedro Sánchez que presente en el Congreso un plan para reequilibrar las cuentas del Estado después de este 2021 excepcional. "Cuando María Jesús Montero defienda este techo de gasto, la ley marca que lo traiga".

¿Y si no? ¿Y si la Cámara Baja se acoge a la legalidad y le rechaza al Ejecutivo la eliminación de las reglas fiscales? "En ese caso extremo, habría que volver a empezar la tramitación presupuestaria", contesta el diputado del PP.

El 135, no tan malo

La ministra de Hacienda descubrió este martes que la denostada reforma del artículo 135 de la Constitución durante la anterior crisis no es tan mala. Que en su punto 4 abre la mano a saltarse "los límites de déficit" y de "deuda pública" en caso de "catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia extraordinaria". Y a ese maldito artículo se agarró para darle soporte jurídico a la barra libre de gasto público para los años 2020 y 2021.

Nadia Calviño, vicepresidenta económica, y María Jesús Montero, ministra de Hacienda, en Moncloa. Moncloa

Es decir, que nunca fue verdad que Merkel nos "interviniera" en 2011 a través de "un cambio constitucional con agostidad y alevosía", como han defendido Podemos desde su fundación y hasta algunos dirigentes del propio PSOE. Tampoco es cierto que aquella reforma impusiera "que los bancos van antes que las personas", como ha repetido Pablo Iglesias recientemente.

Cuando este martes María Jesús Montero y Nadia Calviño presentaron el techo de gasto aprobado en el Consejo de Ministros, a la misma vez, el vicepresidente Iglesias y su brazo económico, Nacho Álvarez, tuiteaban acelerados las bondades de "una subida sin precedentes del techo de gasto; un paso clave hacia unos Presupuestos expansivos", en contraste con "la última crisis [que] se gestionó con recortes". 

Hacienda incluso se llegó a plantear no pasar por el Congreso para aprobar la eliminación de las reglas fiscales. Según fuentes del Ministerio, en los servicios jurídicos se elaboraron informes que defendían que la "emergencia extraordinaria" ya había sido reconocida por la Cámara Baja con las sucesivas prórrogas del estado de alarma. "Pero se prefirió hacer las cosas bien", apunta un portavoz del departamento.

El 'olvido' del Gobierno

Esa decisión de "eliminar las reglas fiscales" que ya había anunciado la titular de Hacienda el miércoles pasado en una rueda de prensa improvisada en el Congreso está anclada en el 135.4) de la Constitución y en el artículo 11.3) de la Ley de Estabilidad Presupuestaria que lo desarrolla. Y es aquí donde al Gobierno le falta algo para estar seguro no sólo de que contará con el apoyo del Congreso a su techo de gasto sin techo, sino para hacer creíble su proyecto de recuperación. 

La necesidad de financiar ayudas, prestaciones, subsidios e ingresos mínimos vitales; las moratorias aprobadas en impuestos, cotizaciones y pagos de alquiler con aval público; unida al estrepitoso desplome de los ingresos, que han caído en 2020 (-13.9% hasta agosto) y que sólo se recuperarán parcialmente en 2021... todo eso ha compuesto una previsión de gasto público que crecerá en un 53% el año que viene. Hasta los 196.097 millones de euros.

Pero, atendiendo a las cifras presentadas por el Gobierno, que prevé un déficit del 7,7% para 2021, éste se hinchará como un globo hasta superar los 90.000 millones. Para entendernos -y con una simple resta-, que de los casi 200.000 millones de gasto sólo unos 105.000 se cubren con ingresos reales... el resto es un agujero enorme que cubrir con deuda pública.

Por eso no sólo el Partido Popular reclamará ese Plan de Reequilibrio que exige la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y

Sostenibilidad Financiera. La AIReF ya dijo este martes que ve demasiados riesgos e incertidumbres, antes de dar su visto bueno a las cifras del Gobierno.

También lo hizo ya este mismo martes el gobernador del Banco de España, en una comparecencia en el Congreso. Pablo Hernández de Cos advirtió de que no es el momento de subir los impuestos pero sí de "diseñar un programa de consolidación fiscal" que en el futuro "reduzca el déficit y que incluya la revisión de gastos ineficientes y la recaudación de impuestos".

Noticias relacionadas