Salvo imprevisto de última hora, este martes el Consejo de Ministros aprobará el techo de gasto para el año 2021. Así lo ha podido confirmar este periódico en varias fuentes del Gobierno, y esto supone el pistoletazo de salida para toda la ceremonia presupuestaria.

Moncloa ya prepara más de un acto propagandístico para envolver de boato la llegada de las cuentas públicas al Congreso. La puesta en escena comenzará con la presentación del borrador, conjuntamente entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, una algarabía mediática que servirá para compensar con titulares de prensa y minutos de telediario al socio morado. Fuentes de la oficina de Presidencia definen para este periódico la filosofía del Presupuesto: "El peso no estará en la política de ingresos, sino en la de gasto". 

Es decir que, según fuentes conocedoras de la negociación, el mensaje lanzado hace dos semanas por el secretario general de Podemos en su Consejo Ciudadano de que su negociador, Nacho Álvarezhabía logrado "que se note la mano" de los morados, era la preparación del terreno para vender bien los "meros ajustes de inspiración política" que sí presentarán las cuentas.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez. Moncloa

Para empezar, Podemos no ha conseguido imponer su reforma fiscal contra los ricos. Y sus peticiones finales se quedarán en retoques de poco calado recaudatorio, ya que Moncloa y Hacienda confían en contar con el fondo europeo de recuperación Next Genration EU.

Así, se pretende lograr la inyección que se necesita en miles de millones de euros pero no retrasar el cambio de tendencia: Nadia Calviño repite en cada reunión que "el objetivo es recueprar la economía y el empleo" y que las promesas tributarias pueden esperar. La vicepresidenta tercera ya ha avisado de que la salida de la crisis será "en uve asimétrica", pero el Moncloa quiere tocar ya el suelo e imulsar de inmediato la mirada hacia arriba.

Subidas... y bajadas

Los "retoques" los detalla una fuente de Hacienda en conversación con este diario: serán en el IVA superreducido, en el IRPF para las rentas más altas y en el Impuesto de Sociedades... pero olvídense de simples subidas. También habrá bajadas.

La conclusión de que todos los preparativos ya estén en marcha es que ese "10% del borrador" que el pasado miércoles dijo María Jesús Montero que le quedaba por negociar con Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales, ya espera únicamente a la espera del okay de los jefes.

Sánchez prometió en su última rueda de prensa antes del veraneo que "la reforma fiscal se pospondrá hasta que España esté recuperada de esta crisis sin precedentes". Pero si algo sabe Moncloa es manejar el mensaje, así que en esa misma comparecencia, el presidente insistió en que "se hará, sin duda", porque "el país necesita, por justicia, abordar una revisión en profundidad de su sistema impositivo".

Y de paso, en una reunión mano a mano el lunes siguiente en Moncloa, a Iglesias le prometió el provecho político de los ajustes y de las nuevas políticas sociales.

Aprovechando su condición de portavoz del Ejecutivo, Montero había despreciado públicamente ya en mayo una de las propuestas bandera de Unidas Podemos, el "impuesto a las grandes fortunas", que Iglesias recuperó durante el estado de alarma enfocándolo como una "tasa temporal de solidaridad".

Sin embargo, este mismo viernes, el líder de Unidas Podemos ya pudo anunciar a las Comunidades Autónomas que los Presupuestos vendrán "con 600 millones más del Ejecutivo para la Dependencia".

El IRPF

Fuentes del Ministerio de Economía confirman la inspiración de Calviño en el lado socialista de la negociación: ajustes sí; locuras impositivas, ni una.

Así, el IRPF sólo incluirá un recargo a las rentas más altas. Se creará un nuevo tramo en el impuesto "para rentas superiores a 130.000 euros al año", una frontera que el PSOE proponía que se ubicara en los 150.000 euros de ingresos anuales. Desde la Vicepresidencia de Iglesias se celebra esto como un triunfo de Álvarez: "Ha hecho un gran trabajo", pero aún falta cuadrar el importe del recargo, que oscila entre el 0,5% y el 2%.

Este ajuste fue defendido por el último informe sobre medidas fiscales publicado por Fedea, que criticaba el sistema fiscal español por tener un "modesto poder redistributivo". Eso sí, para los expertos de este think tank, un recargo como éste debería tener un "carácter exclusivamente temporal".

El IVA

El mismo informe desaconsejaba usar el IVA para impulsar la recuperación de ingresos del Estado que le sirvan para sostener el Estado del bienestar. De este modo, las fuentes de Moncloa aseguran que sí estuvo sobre la mesa, pero que no se llevará a cabo -"al menos, de momento"- la eliminación de la exención de este tributo a los sectores de la sanidad y la educación privadas.

Expertos consultados afirman que la medida habría sido "completamente regresiva, porque beneficiaría a las empresas, ya que podrían pasar a deducirse el IVA, pero subiría el coste del servicio" para los ciudadanos. Y además, "provocaría una congestión en la sanidad y la enseñanza pública... sería un enorme error causado por una obsesión ideológica". Fuentes de Unidas Podemos también coincidían en desechar "en este momento de pandemia" una mayor presión fiscal en el sector sanitario privado. Aunque no se oponían a hacerlo en el educativo.

Lo que sí se confirman son cambios en el IVA superreducido (4%). Unidas Podemos siente que ha conquistado terreno en la inclusión en este apartado de los productos de higiene femenina. Si bien las fuentes consultadas en ambas partes de la negociación confirman que otros bienes y servicios verán subida su fiscalidad en compensación.

Planes de pensiones

Los beneficios fiscales en el IVA, "poco eficientes", basándose en los informes de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), también tocan a los planes de pensiones privados. Y Hacienda quiere "aprovechar sus recomendaciones" para darles una vuelta.

Ésta es una de las iniciativas más llamativas que abandera el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quien no en vano dirigió la AIReF antes de entrar en el Ejecutivo. La eliminación de las deducciones en el IRPF a los titulares de planes de pensiones privados está incluida en el último informe elaborado por esta entidad, de julio de 2020. Según Escrivá, estos beneficios están "mal diseñados" porque sólo son "atractivos para las rentas bajas, que son las que no tienen capacidad de ahorro".

Fuentes de Unidas Podemos señalan que "éste es un punto que llevamos defendiendo años" y celebran que desde el lado socialista del Gobierno se acoja ahora la medida. Desde Moncloa se duda de la oportunidad política de aplicarla, porque podría dinamitar el principio de acuerdo que ya hay en el Pacto de Toledo para la reforma de las pensiones.

Sociedades

Desde Moncloa se apunta también a una rebaja de uno o dos puntos en el tributo de Sociedades para las pymes. Eso sí, a cambio de "armonizar el de las grandes empresas a un suelo mínimo del 15%, y al 18% en el caso de bancos y petroleras", tal como confirman estas fuentes y Hacienda.

En el entorno del presidente se insiste en que "estos Presupuestos tendrán mucho más peso en las políticas de gasto que en las de ingresos". Y se celebra la primera partida de los 140.000 millones prometidos por Bruselas como un doble beneficio: es la inyección económica necesaria para sostener el Estado de bienestar -"no hay recortes"- y viene evita lastrar la recuperación -"no subimos los impuestos"-.

Pero para eso hace falta que se deshaga el atasco en el que se ha metido la elaboración del reglamento del fondo de recuperación europeo Next Generation EU. El Consejo, la Comisión y el Parlamento europeos aún no han logrado un acuerdo final "que tiene que estar antes del 31 de diciembre, y de la mano del Presupuesto Plurianual de la Unión", como recuerda un alto funcionario implicado en la negociación europea.

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