La política catalana del post-procés forja nuevas alianzas. Si la independencia a corto plazo ya no forma parte de la hoja de ruta de los partidos separatistas, sectores de la CUP y del ala catalana de Podemos buscan una frente de izquierdas con ERC y que atraiga al PSC fuera del consenso constitucional.



El empresario Jaume Roures es el socio capitalista de Institut Sobiranies, un nuevo think tank que tiene como objetivo hacer frente a la crisis económica con el acento en las políticas sociales, crear una corriente de opinión favorable a descentralizar el sistema judicial -y que Cataluña tenga su propio Tribunal Supremo- y, más a largo plazo, poder realizar un referéndum de autodeterminación en la región.



El exdiputado en el Congreso por los Comuns, Xavier Domènech, los exdiputados en el Parlament Anna Gabriel y Quim Arrufat, la exdirigente de Podemos, Gemma Ubasart o la exconcejal del Ayuntamiento de Ada Colau, Gala Pin, son algunos integrantes del consejo de redacción del nuevo espacio, que incluirá también una publicación.

Como colaboradores, contarán con el socio fundador de Mediapro, el diputado de los Comuns y secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello, y los exdiputados de la CUP en el Parlament David Fernàndez y Benet Salellas.



Los sectores federalistas de los Comuns así como la cúpula del PSC mira con recelo este movimiento por su cercanía al independentismo. El excandidato de Catalunya Sí Que es Pot en el Parlament, Lluís Rabell, lo define en su blog como "una azarosa maniobra política" para "contribuir a la formación de un gobierno de ERC, donde se incorporarían los Comunes y, de alguna manera u otra, la CUP o sus entornos sociales".



Fuentes socialistas consultadas por EL ESPAÑOL también admiten que el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, está preocupado por esta operación promovida por Roures. Los socialistas catalanes creen que este espacio puede repercutir negativamente al conjunto de la izquierda catalanista que representan.



Por parte del entorno de la CUP, la figura más visible es la de Quim Arrufat. El exdiputado autonómico se dio de baja recientemente de la formación antisistema y ahora aboga por “conocer mejor el Estado por dentro”. En una entrevista en Vilaweb pedía a los partidos catalanes hacer autocrítica y tener las “orejas y ojos” en “instituciones claves como el ejército, la hacienda o la judicatura”.



Se trata de toda una declaración de intenciones para cambiar el modelo político y territorial español desde dentro. Y se inspiran en figuras como las del exmagistrado del Tribunal Constitucional, Carles Viver Pi Sunyer, que posteriormente formó parte del Consejo Asesor para la Transición Nacional y que es considerado el arquitecto legal del procés.

De la Moncloa a la Generalitat

Los críticos con el proyecto aseguran que este think tank de nuevo cuño es la nueva herramienta de Roures para acercar posturas entre las fuerzas de izquierda y antisistema. Ponen como ejemplo el famoso encuentro secreto promocionado por Roures entre Oriol Junqueras y Pablo Iglesias en agosto de 2017.



El ahora vicepresidente segundo del Gobierno optó por buscar una alianza con el mundo independentista con el fin de optimizar sus resultados electorales. El mayoría de investidura que facilitó el gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos se ve como el principal hito de todos estos movimientos.

El objetivo de cara octubre es repetir la jugada en Cataluña. Los sectores de los Comuns buscan apartar a ERC de sus socios de la “derecha” de Junts per Catalunya y, de hecho, ya han empezado a cuestionar la presencia del president Quim Torra en la mesa de diálogo entre gobiernos. Al tiempo que esperan que los socialistas, si dan los números, no se puedan negar a apoyar un frente de izquierdas.

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