Bruselas

Con su decisión de autorizar su acreditación, el Parlamento Europeo ha dado este viernes el primer paso para reconocer a Carles Puigdemont y a su exconseller Toni Comín como eurodiputados de pleno derecho, sin necesidad de acatar la Constitución en Madrid como exige la legislación española. Los trámites se completarán después de la pausa navideña y lo más probable es que ambos puedan asistir al próximo pleno que empieza el 13 de enero en Estrasburgo. Es la primera consecuencia práctica del terremoto político provocado por la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la inmunidad de Oriol Junqueras.

¿QUÉ DICE EL FALLO DEL TJUE?

La sentencia no habla en ningún momento de Puigdemont, pero sus conclusiones son directamente extrapolables al caso del expresidente catalán. "Una persona elegida al Parlamento Europeo adquiere la condición de miembro de dicha institución desde la proclamación de los resultados electorales y goza desde ese momento de las inmunidades aparejadas a tal condición", reza el fallo.

La Junta Electoral Central proclamó los resultados el 13 de junio con una lista en la que figuraban Junqueras, Puigdemont y Comín. Si se les aplica directamente esta jurisprudencia -como defiende el presidente de la Eurocámara, el socialista italiano David Sassoli- los dos deben ser reconocidos como eurodiputados con inmunidad. Además, el TJUE ha anulado este viernes el fallo en primera instancia que impidió a Puigdemont entrar en la Eurocámara en el pleno inaugural del 2 de julio. La sentencia reclama que el caso vuelva a examinarse para determinar si el requisito que establece la legislación española de acatar la Constitución para ser reconocido como eurodiputado de pleno derecho es imprescindible.

¿EN QUÉ CONSISTE LA INMUNIDAD?

La Eurocámara define la inmunidad no como un privilegio personal de los diputados sino como una garantía de que puedan ejercer libremente su mandato sin ser objeto de persecución política arbitraria. Es decir, la considera una salvaguarda de la independencia y la integridad del Parlamento como institución. Los eurodiputados no pueden ser investigados, detenidos ni procesados por las opiniones expresadas o los votos emitidos en el ejercicio de su cargo.

La inmunidad de los parlamentarios europeos es doble. Por un lado, gozan en su territorio nacional de las inmunidades reconocidas a los miembros de su Parlamento nacional, en este caso el Congreso de los Diputados. Además, no pueden ser detenidos ni procesados en el territorio de cualquier otro Estado miembro. La inmunidad no puede invocarse en caso de flagrante delito.

¿QUÉ IMPACTO TIENE EN LA EUROORDEN?

El escenario que maneja Puigdemont es que, una vez se completen los trámites para ser reconocido eurodiputado, "sería casi automático que la euroorden decaiga y se vuelva a poner el contador a cero".

El Tribunal de Primera Instancia Neerlandófono de Bruselas ya decidió el pasado lunes aplazar la euroorden hasta el 3 de febrero a la espera de que se aclarara la cuestión de la inmunidad del expresidente catalán. Ahora podría suspender la tramitación sin esperar a esa fecha amparándose en la sentencia del TJUE.

También puede ocurrir que el juez Pablo Llarena retire la euroorden: de momento ya ha pedido a las partes que se pronuncien sobre los próximos pasos.

¿CÓMO PUEDE LEVANTARSE LA INMUNIDAD?

En principio es el propio juez Llarena el que debe pedir a la Eurocámara que suspenda la inmunidad de Puigdemont. Para ello tiene que enviar un suplicatorio al presidente Sassoli.

Se trata de un requisito procedimental mediante el cual el poder judicial pide permiso para proceder penalmente contra un miembro del poder legislativo. Sólo cuando obtenga el permiso, Llarena podría activar de nuevo la euroorden y exigir a Bélgica que entregue al expresidente catalán, esta vez con el aval del Parlamento Europeo, lo que en teoría debería facilitar una decisión favorable.

¿CÚALES SON LOS PASOS?

En primer lugar, Sassoli debe comunicar al pleno que ha recibido el suplicatorio y remitirlo a la comisión de Asuntos Jurídicos, que es la competente. Sus miembros pueden pedir toda la información que estimen oportuna. Asimismo, Puigdemont y Comín tienen derecho a ser oídos y presentar todos los documentos o elementos de prueba escrita que consideren oportuno.

A puerta cerrada, la comisión de Justicia aprobará un dictamen recomendando que se apruebe o desestime el suplicatorio, es decir, que la Eurocámara suspenda o mantenga su inmunidad. La decisión final es del pleno del Parlamento Europeo, y se aprueba por mayoría simple.

¿CUÁNTO DURAN ESTOS TRÁMITES?

El plazo medio de tramitación de los suplicatorios es de seis meses. Pero en la Eurocámara creen que el caso de Puigdemont y Comín va a alargarse mucho más por su fuerte carga política. Estiman que la decisión final podría tardar incluso hasta un año.

¿QUÉ HARÁ LA EUROCÁMARA?

El Parlamento Europeo da luz verde a casi todas las peticiones que le llegan para levantar la inmunidad de eurodiputados inmersos en procedimientos penales. En el caso de Puigdemont, está claro que la mayoría de los parlamentarios de los tres principales grupos políticos -populares, socialistas y liberales- apoyarán las tesis del Gobierno español, con lo que no parece difícil alcanzar la mayoría simple.

Lo que está claro es que el procedimiento dará a Puigdemont una plataforma privilegiada para lograr su objetivo de internacionalizar la crisis catalana. La intención del expresidente catalán es hacer en la Eurocámara "un juicio al juicio" del procés.

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