Moncloa ya no descarta un investidura en 2020. Los planes de Pedro Sánchez pasaban por tener un nuevo Gobierno antes de Navidad, pero hasta el Gobierno advierte ya que el presidente en funciones no se arriesgará a apurar los plazos sin tener atados todos los apoyos.

"No iremos a una investidura fallida", ha asegurado la ministra portavoz en funciones, Isabel Celaá, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que no ha ocultado su optimismo sobre el curso de las negociaciones.

En concreto, un día después de la reunión del PSOE con ERC y de que ambos partidos se emplazaran para un nuevo encuentro el día 3, Celaá ha considerado que el momento es "esperanzador" porque "se están manteniendo puentes de diálogo" y "si hay nuevas citas" es que hay "nuevas oportunidades" y "ocasión de demostrar la apuesta por la convivencia y el respeto a la pluralidad".

Además ha señalado que Moncloa mantiene su confianza en que podrá formarse Gobierno antes de Navidad, y por eso Sánchez y los socialistas trabajan con el objetivo de "consolidar los fundamentos" para que su investidura sea un éxito.

Desde ERC, cuyos 13 diputados son imprescindibles para la opción que quiere explorar Sánchez, hacen una llamada al optimismo moderado pero advierten de que las negociaciones se podrían alargar. 

"Durante la reunión nos explicaron que ellos trabajan con un calendario más acelerado y nosotros les dijimos que no teníamos ninguna prisa, que esto no va de días", ha asegurado en TV3 Marta Vilalta, portavoz de ERC y parte del equipo negociador de los republicanos. 

Último Consejo con Borrell

Celaá no ha querido pronunciarse sobre las declaraciones del exministro de Exteriores Josep Borrell en las que cuestionaba que ERC fuera una fuerza progresista y se ha limitado a decir que el Ejecutivo no entra en la calificación de ese partido, pero sí en la necesidad de "consolidar un diálogo" que lleve a la posibilidad de un Gobierno.

También se ha referido a la nueva Comisión Europea que comenzará a trabajar con un amplio respaldo gracias a la combinación de fuerzas políticas liberales, socialdemócratas y populares, algo que ha calificado como "un ejemplo de gobernanza que haríamos bien en cultivar" en España.

Sin embargo, ha admitido que en España "no hay condiciones" para la puesta en marcha de un modelo similar porque, según ha precisado, las fuerzas políticas de la derecha "no parecen responsabilizarse" de la configuración de un nuevo Gobierno.

Tras recordar que la misma noche de las elecciones un representante de uno de esos partidos pidió la salida de Pedro Sánchez de la política -fue el secretario general del PP, Teodoro García Egea-, Celaá ha apostado por "hablar en serio y con bases realistas" y ha recordado que los socialistas han pedido ya en reiteradas ocasiones una abstención que propicie el gobierno.

"España lo necesita", ha manifestado la ministra, quien a una nueva pregunta sobre una posible abstención del PP ha insistido en que eso es un "futurible" y si se atiene a las últimas declaraciones de ese partido "no parece que sea el caso".

El PNV sí tiene prisa

Frente a la tranquilidad del ERC, las prisas del PNV. El portavoz de los nacionalistas vascos en el Congreso, Aitor Esteban, ha pedido no retrasar la investidura a después de la navidad. Esteban, en una entrevista en ETB, ha abogado por realizarla "cuanto antes" para evitar "imprevistos" que "desvíen" las actuales voluntades.

El dirigente jeltzale ha insistido en que, "cuanto antes" logre el PSOE los apoyos necesarios para investir a Sánchez, "mejor", porque, de lo contrario, "hay riesgo evidente de no hacer nada". Así, ha señalado que, "tal y como están las cosas, con tantos agentes implicados en la operación para lograr la investidura, las cosas deben ser generales, si no, no habrá acuerdo".

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