Pablo Echenique está hiperactivo en Twitter. Sus seguidores son legión, y él tiene todo el mérito: es el único dirigente de Podemos que maneja él solo sus cuentas en redes sociales. De vez en cuando, consulta con sus colaboradores más cercanos si el la tono en el que ha tecleado un contenido es o no el más conveniente. "Pero sólo el tono, porque él tiene muy claro el mensaje que quiere mandar", explica una fuente de su entorno cercano.

Y estos días está siendo el ariete contra Pedro Sánchez, el que "ya duerme bien".

Pablo Echenique asegura que el fallo en su contra del Tribunal Superior de Justicia de Aragón está fundamentado en una "premisa falsa que se viene arrastrando desde el principio" de todo el proceso. La sala ha rechazado su recurso contra la sanción de 1.039,85 euros por falta de alta y cotización a la Seguridad Social por el trabajador E.P.S., quien le ayudaba en la higiene y las labores básicas en el periodo comprendido entre el 16 de marzo de 2015 y el 30 de abril de 2016.

Lo llevará al Supremo. Primero, porque "es injusto"; y segundo, porque con ello quiere defender "a miles de familias" con dependientes que podrían verse en su misma situación, dice.

Pablo Echenique fue apartado de la Secretaría de Organización de Podemos hace unos meses. Pero todo estaba pactado con Pablo Iglesias de antemano. Lo que en principio se vendió en algunos medios como la enésima purga del líder a cualquier dirigente con foco, formaba parte de una operación más amplia: iba a ser el destinado a negociar el Gobierno de coalición con el PSOE.

Pablo Iglesias ironiza con despeñar a Echenique con el meme de Heidi y Clara.

La broma macabra compartida por Iglesias en su Twitter -una Heidi despeñando a Echenique desde un risco de los Alpes- también se consultó a los equipos de comunicación. Alguien la podría entender como que efectivamente, Iglesias dejaba caer a su mano derecha... Pero nada más lejos, ni entonces ni ahora: la orden hoy en Podemos es centrarse en salvar el escaño de Echenique, el único de Podemos en Aragón el pasado 28-A.

La candidatura de Más País en coalición con la Chunta Aragonesista amenaza seriamente que revalide el puesto en el Congreso. En las urnas de abril, Unidas Podemos fue la cuarta fuerza en Zaragoza, con menos de 7.000 escaños de ventaja sobre Vox, el último partido que logró representación. Si la lista patrocinada por Errejón entra en escena, expertos en sociología demoscópica han confirmado a este periódico que Unidas Podemos podría perder su asiento. Y éste podría ni siquiera caer en manos de Más País: por mor de los restos de la Ley d'Hont podría acabar en el PP.

Legitimidades y deslealtades

Lo cierto es que Aragón, patria chica de Echenique, es una de las plazas más convulsas de Podemos hoy en día. La semana pasada, Nacho Escartín, secretario general en la región, utilizó la excusa del posible pacto con la Chunta -por el que competían con Errejón- para tratar de moverle la silla a Pablo Echenique. El escaño, para ser más exactos. Decía Escartín que para la Chunta sería "un escollo" que aquél siguiera como número uno por Zaragoza...

Y ahí está la clave: tras el pacto que ha dejado fuera a Podemos, la campaña de los socios de Íñigo Errejón en la circunscripción de Zaragoza se presenta, efectivamente, como una enmienda a la totalidad de los morados, "responsables de no haber alcanzado un acuerdo con el PSOE para formar un gobierno progresista".

Yolanda Díaz, Enrique Santiago, Pablo Echenique y Ione Belarra, parte del equipo negociador de UP. Europa Press

Echenique cuenta, por su parte, con la legitimidad de las primarias: fue el tercer candidato más votado de España entre los militantes de Podemos el pasado diciembre, sólo por detrás de Iglesias e Irene Montero. Y con la de los resultados: Podemos Aragón sacó, con él de cabeza de cartel, el doble de votos en las generales que la impulsada por Escartín en las autonómicas, sólo un mes después.

Pero es cierto que no sólo Aragón es una de las federaciones convulsas. Son cuatro los territorios en los que Podemos está regido ahora mismo por una gestora, tras vivir auténticas crisis internas: Madrid, Cantabria, Castilla-La Mancha y Murcia.

La labor como secretario de Organización no presentaba unos números muy exitosos. Andalucía exige más autonomía de Madrid y las relaciones con fuerzas hermanas con las que hubo confluencia no han funcionado, y Compromís -ahora con Errejón- ya se había independizado en las elecciones del 28-A. Lo mismo que una parte de las mareas gallegas, precisamente la dueña de la marca En Marea.

En todo caso, Iglesias jamás ha dudado ni de su valor. Así que la precampaña de Podemos se lanza con todas las baterías en Zaragoza este viernes. Junto al propio candidato número uno en la provincia, estarán las dos portavoces: Ione Belarra, la del Congreso, y Noelia Vera, la del partido.

Y tampoco ha dudado de lealtad ni de su efectividad. De puertas adentro, Echenique -que rivalizó con Iglesias por el liderazgo de Podemos en el primer Vistalegre- sí reconoce algunas discrepancias estratégicas y hasta de fondo con su jefe. Pero de puertas afuera es un escudero fiel. Incluso en su entorno se ha llegado al enfado con esos líderes que aprovechan el foco que les da ser dirigentes de la formación de Pablo Iglesias para su propio beneficio.

Otros, incluso muy cercanos al errejonismo, siguen fieles al proyecto. Y eso es lo que cuenta ahora, dicen las fuentes, cercados como están el partido y el propio Echenique, la lealtad no a Iglesias, sino a Podemos.