Pedro Sánchez sigue en Bruselas, discutiendo con sus homólogos jefes de Estado y de Gobierno los puestos clave de la próxima legislatura de la Unión Europea. El Parlamento de Estrasburgo tiene las fechas más tasadas que el español y, aunque este martes 2 de julio está marcado en rojo para ambas cámaras, la urgencia de Sánchez parece mucho mayor a nivel comunitario que nacional.

Se decide el mismo día la fecha de la investidura del presidente en funciones -por teléfono- y se celebra la constitución de la Eurocámara. Y mientras el presidente en funciones permanece en la capital europea, Moncloa filtró este domingo que ya prepara otra ronda de contactos con los tres líderes de PP, Pablo Casado; Cs, Albert Rivera; y Podemos, Pablo Iglesias.

Pero no hay avances. Los populares y los naranjas ya han dicho que con ellos no se cuente. Ni siquiera cuando Sánchez preguntó a Casado qué podría hacer para lograr su abstención. De hecho, Rivera incluso desechó la última llamada, y no acudió a una reunión que su partido calificó de "trampa", hastiado de las presiones polítcas y mediáticas para tratar de torcerle el brazo y lograr su abstención en la investidura. Algo de razón tenía, pues la cita se convocó para pocos días después de que José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE le conminara públicamente a "reflexionar" para que pudiera haber un "Gobierno sin ataduras".

Esa calificación fue asumida en Podemos como una ofensa, "una más", en palabras de fuentes de la dirección. "Mientras hacen como que negocian con nosotros, miran a la derecha, y eso no es leal con el voto de los ciudadanos, que merecen claridad y certidumbre", ha expresado Pablo Iglesias. El líder de la formación morada ya ha visitado a Sánchez al menos cuatro veces desde la celebración de las elecciones "y no hemos avanzado en nada concreto".

Pero es que la actitud de "no hacer nada" por recabar apoyos ya ha logrado incluso unir a todos, a derechas e izquierdas. Este lunes, José María Aznar inauguraba los cursos de verano de Faes con un discurso durísimo contra el presidente en funciones. "España no está para estas diversiones", dijo el expresidente.

"En la lógica institucional está que quien acepta ser propuesto como candidato a la investidura debe tener alguna idea fundada de cuál será la mayoría con la que tiene que contar. Lo que no está en la lógica constitucional es echar sobre los demás la propia responsabilidad de conseguir esa mayoría ni exigir apoyos gratuitos", enfatizó.

Reunión de Aznar y Anguita en la cafetería del Congreso en 1994. El País

Y en una reedición de aquella "pinza" de la mano de Julio Anguita, líder de IU, de la que el PSOE de Felipe González le acusó a inicios de los años 90, añadió: "Los juegos tácticos tiene que tener un límite y no estamos para estas diversiones". El mismo mensaje que transmite estos días Podemos. Fuentes de la dirección morada explicaron a EL ESPAÑOL que "el voto de la investidura lo decidirán las bases... pero es que no sabemos ni qué preguntar, porque todavía no nos ha hecho una propuesta, nada".

De "socio preferente" a "podría votar no"

A pesar de que se le calificó de "socio preferente" en las primeras notas oficiales de Moncloa tras los encuentros con Sánchez, en el último se obvió esta deferencia. Y, es más, las fuentes socialistas llegaron a asegurar que el  secretario general de Podemos había advertido al presidente en funciones que "no descarta votar en contra" de su investidura.

"Es que no es serio", afirman las citadas fuentes de la dirección de Podemos. "Han pasado más de dos meses desde las elecciones y ¿cuántos diputados ha sumado Sánchez? ¡Uno! El de Revilla [por el Partido Regionalista de Cantabria que lidera el presidente autonómico], y eso es porque se lo ha prometido gratis".

Pablo Iglesias y Noelia Vera, durante su reunión con los líderes sindicales en el Congreso. ADP

La actitud respetuosa de las primeras semanas que siguieron al 28-A significó un silencio absoluto desde las filas de Podemos. El líder hacía declaraciones y los portavoces de la dirección se remitían a la "posición oficial" del partido, que era... ninguna. Pasadas las dos primeras citas en Moncloa, ambas publicitadas, llegó la primera de las reuniones "discretas", filtrada de inmediato a eldiario.es, lo que provocó un hondo enfado en las filas de Iglesias, y las primeras respuestas en off desde la sede del partido.

"Una propuesta que no existe"

Se sumaron de inmediato unas declaraciones de la vicepresidenta, Carmen Calvo, afirmando que Sánchez había hecho una contraoferta el día anterior a Iglesias: puestos sí, pero no ministerios. "Eso confirma que no fuimos nosotros los que filtramos esa tercera reunión, los interesados eran ellos", afirman en Podemos. Este lunes, Noelia Vera, portavoz del partido, ha asegurado que se les está exigiendo una respuesta a "una propuesta que no existe".

Y ahora, tras un cuarto encuentro en el que el fracaso fue estrepitoso y Podemos ya se soltó la coleta -"constatamos que el PSOE no ha decidido si quiere un acuerdo con la izquierda o con la derecha"-, ha llegado el hartazgo definitivo. "El PSOE está utilizando al Parlamento para presionarnos a los demás para que le demos la investidura... que haga lo que quiera", espetó Noelia Vera.

Iglesias: "Sánchez no quiere hacer sólo políticas de izquierdas".

Y, para terminar, arremetió contra Sánchez: "Sí, hemos leído que hay una nueva ronda de contactos, pero nosotros no hemos recibido ninguna invitación", dijo con una sonrisa irónica.

"Lo que nos llama poderosamente la atención es que cuando Mariano Rajoy no avanzaba en su investidura, el PSOE lideraba las críticas por la parálisis institucional, y ahora tiene a 350 diputados que no pueden trabajar", concluyó. Y, es más, sugirió que Podemos exigirá que el Gobierno en funciones se someta a sesiones de control: "El propio Sánchez llevó a Rajoy al Constitucional por negarse a ello, y acaba de ganar el recurso...".