No querría, pero no le queda otro remedio que cambiar de estrategia. Mientras sigue esperando una llamada desde Moncloa, Pablo Iglesias se ha hartado y pide "respeto" a Pedro Sánchez. Para él, para su partido, para sus votantes y, sobre todo, "para los ciudadanos que votaron hace ya dos meses". El líder de Podemos se ha cansado del "juego de ping-pong en los medios" en el que le ha metido el PSOE, y se niega a participar.

A partir de este lunes, la dirección de Podemos empezará a dejar ver a su líder reuniéndose con los líderes sindicales y otros colectivos sociales y profesionales para recabar apoyos en la elaboración del programa con el que pretende ir, de una vez, a Moncloa "para discutir propuestas de verdad: derogar la reforma laboral del PP, al menos; acabar con la precariedad, darle un horizonte verde a nuestra economía; reindustrializar España...".

Si Sánchez no le llama, si el PSOE no se sienta a negociar "programas concretos para un Ejecutivo progresista" y "equipos de gobierno que los puedan garantizar", él no se va a quedar quieto. Así es como pretende ser visto el movimiento del secretario general de la formación morada.

Pero hay más. Podemos está hastiado de luchar contra las "intoxicaciones" que llegan desde las filas socialistas. Niegan taxativamente que en la reunión del pasado lunes Sánchez hiciera llegar a Iglesias la propuesta que la vicepresidenta, Carmen Calvo, reveló el martes: "Puestos políticos y administrativos con decisión, pero por supuesto no en el Consejo de Ministros". Es más, según ha podido saber EL ESPAÑOL en una semana, desde esa cita "discreta" en Moncloa, no ha habido ningún contacto entre ambos líderes.

José María Álvarez (UGT), Noelia Vera, Pablo Iglesias y Unai Sordo (CCOO), reunidos en el Congreso. ADP

Así las cosas, la formación morada decidió darle trascendencia al encuentro con los líderes sindicales que ya estaba siendo organizado por los equipos de Podemos, Comisiones Obreras y la Unión general de Trabajadores. Y poner en marcha más reuniones, para este jueves y viernes, con otros colectivos.

"Podemos es importante el el Gobierno"

Se trata no sólo de acordar el programa con ellos, sino también de lograr un poco de aire, demostrarle al PSOE que las fuerzas sociales y progresistas están con Podemos. Y así lo expresaron este lunes los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y UGT, José María Álvarez.

"Queremos un gobierno cuanto antes que reparta la riqueza y acabe con las políticas de recortes en derechos laborales y en libertades", dijo el de CCOO. "La presencia de Podemos en ese Gobierno es muy importante", zanjó el de UGT, cuyos lazos históricos con el PSOE deberían servir de presión a Pedro Sánchez.

Iglesias se está cansando de que de Pedro Sánchez deje pasar el tiempo "sin buscar una mayoría con la que ir a la investidura, como le corresponde tras el encargo del Rey" y de las maniobras mediáticas del PSOE: "Yo voy a defender la negociación, como corresponde a un país serio, que es la cuarta economía del euro, no voy a grabar las reuniones con el móvil para retransmitirlas a la salida", dijo ante los medios.

Pablo Iglesias, pensativo mientras escucha a José María Álvarez (UGT) apoyar su presencia en el Gobierno ante los medios. ADP

Y además, la dirección del partido sospechan que Sánchez está más cerca del ala del PSOE que prefiere un acuerdo con Ciudadanos -y con el PP- para lograr su abstención en la investidura que de "quemarse pactando con Iglesias". El secretario general de Podemos lo corroboró este lunes: "Es verdad que Sánchez intentó negociar primero con Ciudadanos, pero se ve que Albert Rivera no quiere".

¿Y un escenario de repetición electoral? "Eso sería una irresponsabilidad y otra falta de respeto", zanjó Iglesias. "Además, después de lo que nos está haciendo", añaden fuentes oficiales del partido, "por mucho que subiera el PSOE en esas nuevas generales, a ver con quién suma... lo peor que le podría pasar es que volviera a tener que llamar a Pablo Iglesias".